¡Ah! Los milagros. Vivimos esperando por ellos, sin muchas veces percibir que ellos coexisten, el tiempo entero, con nosotros.
Despertar y respirar podrían ser considerados grandes milagros diarios, pero raramente son reconocidos. ¡Querer más no es mal, pero saber reconocerlos, por menor que sea, hace toda la diferencia para vivir más en paz consigo mismo, con el otro, con el planeta!
Creer en los milagros
Cree, la gratitud cambia todo, es verdad lo que andan diciendo. Cuando empezamos a agradecer, sin esperar mucho, sin ansiedad, los milagros que esperamos suceden.
Cuide de usted, limpie su interior, esté listo para recibir, así como cuando usted recibirá una visita. Prepara tu casa, tu templo, tu cuerpo para recibir tu vida.
Comience por la culpa, desargue la pesada carga y recuerde que usted no necesita sentirse culpable (o). Dé un poco de amor a usted que se da cuenta de que usted hizo su mejor, usted creía que todas esas situaciones que hoy usted carga con culpa, estaban sucediendo sin que usted pudiera hacer de otra manera. No se culpe, no pelee con usted, no pelee con su pasado, no pelee. Esto no quiere decir: sea permisivo. No es lo mismo. Sólo mirar su historia con compasión , con amor, sin ser víctima, sin ser intruso.Desnuda su alma y libérese para su verdad. Deja que los milagros, los infinitos milagros, suceda. Dios está loco para entregarte todos los milagros. Acepta este regalo divino, sagrado y hermoso.