La existencia no soporta representantes - Jorge Bucay
Hay personas que tienen miedo de ser independientes y desean, inconscientemente, ser atendidas, cuidadas y mimadas por otros.
Descrito por primera vez por Colette Dowling, el Complejo de Cenicienta se basa en la idea de feminidad que retrata esta historia. Cenicienta es una mujer bonita, elegante, educada y trabajadora, que es criticada y explotada por sus hermanas y por su madrastra.
Sin embargo, Cenicientano es capaz de cambiar su situación por sus propios medios, de modo que ella tiene que ser ayudada por una fuerza externa, en este caso el príncipe.
Usted probablemente está pensando que este escenario se repite en los cuentos de hadas clásicos y en los de Disney, en particular. Desafortunadamente, esa es una verdad.
Aunque hemos superado muchos de los tabúes del pasado, todavía conservamos en la mente colectiva un resquicio de ese complejo de inferioridad, que nos hace esperar el "príncipe de sangre azul", alguien que nos cuide, nos proteja y nos traiga seguridad. Como resultado, crecemos adoctrinados por una educación que aprueba la sumisión y la dependencia de las mujeres a tal punto que limita su autonomía y su capacidad de sentirse personas válidas.
Así,
parece que vivimos en un mundo lleno de peligros y que necesitamos ser protegidos todo el tiempo. Un mundo que alienta a los individuos a reprimirse y vivir esperando por algo o alguien para dar una forma en sus vidas. La ansiedad por el regimiento
Muchas veces, la gente fantasía con un rescate o, dicho de otra forma, con una salvación.
Si viene a galope y tiene sangre azul, mejor aún. Desde la infancia, se creó la expectativa de que todo cambio es odioso y de que es difícil hacer algo por sí mismo. Sin embargo, el complejo de Cenicienta no es exclusivo de las mujeres, porque, como todos sabemos, también está muy presente en los hombres.
Da en la misma utilizar el Complejo de Cenicienta como una excusa para una feminidad insubstancial de "muñecas de porcelana". Hay muchos hombres que están esperando a alguien para rescatarlos, hacer algo por ellos y por su bienestar.
Al final, no importa el género; las personas con miedo de la independencia son muchas y nadie les muestra herramientas para lidiar con eso. Nadie nace independiente
Yo aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino el que vence ese miedo.
Nelson MandelaLa verdad es que tendemos, muchas veces y demasiado rápido, a perder nuestra identidad.
Generalmente, somos personas independientes, con objetivos e intereses, hasta que empecemos una relación.
Cuando empezamos una nueva novela, normalmente dejamos de lado lo que nos define y empezamos a ver el mundo desde otro prisma, disminuyendo nuestra individualidad.
Esto generalmente ocurre con más frecuencia entre las mujeres; dejamos de ser fieles a nosotros mismos y nos olvidamos de volar.
Ser independiente es el ideal, pues le permite tomar sus propias decisiones y buscar sus propios objetivos. Debemos siempre tener en mente que nosotros mismos creamos la necesidad de estar dentro de una jaula .
Entonces, ¿de qué depende su felicidad y su destino?
La responsabilidad es suya. Cada mañana, cuando usted abra los ojos, piense si usted quiere vivir su día con tristeza o si prefiere refrescar sus emociones y hacerlas sus siervas.
La clave está en parar de compararse, en crecer y creer en nosotros mismos y en lo que sentimos. Los límites emocionales que defines en tu vida dependen de ti, exclusivamente. Imagen destacada Larissa Kulik