El 'no' que quería decir

¿Cuántas personas usted conoce, incluso si incluye, que sufren por no ser asertivos? La asertividad en la comunicación es un marco para el camino de la felicidad. Ella libera a las personas para expresar su opinión sin ofender o sobrepasar el límite del otro, y aún se satisface a sí mismo por no ser "obligado" a hacer algo que no quisiera.

Podemos conceptualizar la comunicación en básicamente tres pilares: asertiva, no asertiva y agresiva. Entre ellas, es como si la comunicación asertiva fuera el equilibrio entre los extremos de la agresividad y la no-asertividad (pasividad).

Fácil? Para algunas personas sí, que ya desarrollaron habilidades para esto; pero para otras, extremadamente difícil. Es ahí donde entran las famosas frases: "No puedo hablar no!" (No-asertividad) o "yo no quería hablar de esa manera" (agresividad).

No ser asertivo produce diversos impactos en la vida y la vida. Son personas que tienen dificultad en expresar sus pensamientos, opiniones, e incluso en respetar sus sentimientos y deseos. Se acaban haciendo algo que no querían hacer por miedo a desagradar al otro, por inseguridad de afectar esa relación y también por la idealización, de cierta forma, de que el otro tiene más poder o está bien.

Perciben que en este sentido, la persona se abstiene, es como un suicidio a sus propias necesidades y voluntades. La ansiedad involucrada en esas situaciones es muy grande, despertando las fugas delante de ellas y colaborando para que se repitan constantemente. La necesidad de decir no muchas veces es tan grande que acaba sofocando aún más.

La comunicación no asertiva acaba generando problemas relacionales, como la superficialidad y dificultad para abrirse a nuevas relaciones. Las personas así pueden desarrollar enfermedades psicosomáticas, que son maneras de expresar el cuerpo a través de síntomas físicos, como dolor de cabeza, gastritis, etc, que algo no va bien, ligado a las emociones y la represión de los sentimientos.

Mientras que otras personas pueden tener picos de estrés elevado, expresando mucha rabia e incluso brotes, por no poder expresarse de la forma en que les gustaría y no ser correspondidas en sus expectativas, ya que resulta difícil para otro comprender lo que desean o esperan algo. La frustración consigo mismo también es muy grande.

La idea de que "no sé defenderme", o "no puedo hacer lo que quiero" toma en cuenta, a menudo afectando la capacidad de ejecutar sus planes o lo que necesita hacer. Es necesario romper con tales patrones, enfrentando estas situaciones de manera diferente para posibilitar nuevos arreglos en la comunicación. Se permite decir no, es su derecho a expresarse y un favor al otro en lidiar con las frustraciones de la vida, así como saber respetar la opinión ajena.

Usted no está obligado a agradar a todos!

Para algunas personas esto es tan difícil que necesitan una ayuda profesional para ser más asertivos.

Buscar ayuda es señal de fuerza, no de debilidad. Lo que importa es romper con lo que le hace mal, en vez de pasar una vida entera negándose a sí mismo.