El narcisismo inconsciente presente en las relaciones entre padres e hijos

Los padres proyectan en sus hijos un enorme impulso para vivir y amar ; sin embargo, muchas veces ese impulso es mediado por sus deseos en mayor o menor grado, manteniendo una relación de narcisismo inconsciente, no egomaníaco, pero ansioso o expectante.La literatura y la teoría se ocuparon en mostrar cómo las relaciones con los padres influencian a los niños. Sin embargo, es difícil encontrar en la literatura referencias claras al narcisismo presente en las relaciones parentales, entendidas como la visión del ajeno como propio o, lo que es lo mismo, la mirada sobre las características del niño como suyas. Los primeros vestigios de interés por este fenómeno se encuentran en Freud, que teorizó sobre la existencia de la tendencia de atribuir al hijo todas las perfecciones (cabe destacar que él sólo trató, en este caso, de cómo los padres formaban las relaciones con sus hijos) . Esto se percibe al principio de las relaciones parentales, cuando el bebé se convierte en el rey de la casa.

Así, el fenómeno " Su majestad el bebé

" se convierte en una forma de renovar en los niños los privilegios que ellos mismos imaginan tener como hijos y tuvieron que abandonar.

Observamos que los padres llenan a sus hijos de privilegios y consideraciones, desvinculando sus cualidades para luego exigir que el desarrollo de las mismas esté en conformidad con su esquema.O sea,muchos padres acaban proyectando en sus hijos "su YO ideal" , ofreciéndoles a ellos ya sí mismos una versión "perfeccionada y perfeccionista" de lo que creen haber sido o quisieran haber sido. Digamos que podemos entender que un yo ideal es concebido en los propios hijos, haciéndolos responsables de curar las frustraciones y los deseos más profundos del ego infantil parental. Es por eso que se habla de narcisismo inconsciente, pues, cuando hablamos de proyección, sería más un amor por ellos mismos, por cómo ellos creen haber sido o quisieron ser, desdoblando de alguna manera esa relación amorosa.

¿Cómo se construye el narcisismo inconsciente? La experiencia clínica lleva a los profesionales relacionados al campo de las relaciones padre-hijo a profundizar en el narcisismo inconscientepresente en ellos. En este sentido, el psicoanalista Juan Manzano habla acerca de los cuatro elementos esenciales que constituyen ese narcisismo inconsciente parental:

1. Proyección de los padres sobre el niñoProyección por parte de los padres de aspectos infantiles propios vividos como abandono o deficiencias. El padre o la madre que hace esa proyección no quiere que su hijo / a no tenga lo que ellos desean y desean; a su vez, ellos ven en sus hijos la representación perfecta de su yo ideal.

Es posible que esta proyección sea, en gran parte, inconsciente o que por lo menos no se haga una reflexión explícita sobre eso.

2. Identificación complementaria de los padres

El padre o la madre considera a su hijo como parte de sí mismo o de sus objetos internos en mayor o menor grado. Es decir, el padre se identifica de tal forma que el sentimiento de posesión es exacerbado, dificultando así la construcción del propio niño.

3. Objetivo específico

Como se mencionó, el objetivo de esta proyección e identificación complementaria es la obtención de la satisfacción de una naturaleza narcisista. Sin embargo, se pueden agregar al cumplimiento del perfil deseado otros propósitos, como la negación de una pérdida. 4. Una dinámica relacional actuada

La interacción está basada en papeles previamente asignados

, de modo que superará la imaginación y moldeará el desarrollo de dinámicas relacionales con otras personas e consigo mismo. Esto crea un perfil de ficción que se convierte en una realidad. En casos patológicos, los niños pueden reaccionar de diferentes maneras.

A veces asumen los papeles que les han sido asignados, creando disturbios más tarde, lo que hará que el niño se rebelará porque se siente abandonado. Este sentimiento de abandono es determinado por la simple razón de que la relación entre él y los padres no existe o es escasa, ya que siente que sus deseos no son suyos, sino que son impuestos por las expectativas de los padres.

NOTA: El contenido de este artículo fue extraído de lo que fue expuesto en "Escenarios narcisistas de la parentalidad" por Juan Manzano.