Muchas veces las personas tienen un interesante sentido de supervivencia cotidiana. Nosotros acostumbramos a reunirse con amigos, compañeros de trabajo y familiares y hablar de nuestras cosas como quien desliza sobre el agua sin hundirse : "Sí, yo estaba mal, pero no tiene problema, eso ya está más que superado.", "Sí , logré, pero si no hubiera conseguido daría en la misma.Por fuera, somos como pequeños guerreros de pantuflas que disimulan sus pesares con normalidad,
dotando las cosas de cierta resignación , con un "¿Y qué se puede hacer?", "Es lo que nos queda".Compartimos frases de apoyo y nos comprendemos mutuamente con un tácito silencio, pero asumiendo que en el fondo, en lo más profundo de nuestro ser, sigue habitando un enemigo invisible, un vacío, un dolor, una pérdida.
Ahora veamos ... al que nos estamos refiriendo cuando hablamos de pérdidas? No estamos conduciendo únicamente a la pérdida física de un ser querido, en realidad, hay muchos tipos de pérdidas que esbozan muy bien diferentes tipos de vacíos, como son, por ejemplo, la frustración, el desencanto, el miedo en todas sus formas , los fracasos e incluso ese pozo sin fondo que llamamos, casi bucolicamente, de "vacío existencial". ¿Cuál es el modo más efectivo de enfrentar todos estos niveles de pérdida personal? Estos lobos interiores que nos devoran poco a poco y de modo implacable? Hablemos de ello. Para sobrevivir hay que aceptar las pérdidas y entender los vacíos. El sociólogo polaco Zygmunt Bauman dice que muchos de nosotros vivimos en una especie de "sociedad líquida" donde se valoran el placer inmediato y la codicia momentánea. Nada parece durar mucho tiempo, incluyendo las relaciones personales.
Es como si nuestra sociedad buscar sólo el lado bueno de las cosas, pero en el momento en que algo se complica o presenta un nivel más profundo de dificultad, el "tejido humano" se debilita o se desprende. Pensemos, por ejemplo, en aquel amigo o familiar que fue diagnosticado con depresión. Demostramos nuestro apoyo dando una palmadita en su espalda y diciendo "Eso va a pasar" y le pedimos que se acuerda de tomar su medicación. El dolor no cae bien, no la entendemos y, consecuentemente, huimos de ella. ¿Qué tal si nos ponemos frente a frente con ese enemigo o familiar y le pedimos que nos diga qué dolor su alma siente? ¿O qué nos habla de sus vacíos? ¿O qué tal si lo invitamos a desahogarse a través de palabras y lágrimas?
Para sobrevivir en este mundo complejo es necesario mirar frente a frente a nuestros enemigos, hay que saber entenderlos,
comprenderlos y aceptarlos. Es así que crecemos verdaderamente como personas, porque la tristeza o el dolor no son ningún desecho que necesitamos esconder en un rincón de nuestra alma, ni en la oscuridad de un cuarto. Todo vacío existencial tiene una forma y hay que saber comprenderlo para dejar que este lobo interno escapa y transita con más seguridad, sabiendo lo que necesitamos.
Pasos para hacer frente a mis vacíos personales En primer lugar, vale la pena tener en cuenta una cosa que casi todos acostumbramos a menudo:Pensar que la vida va a ser como nosotros queremos, o casi como habíamos previsto a través de nosotros propósitos. Y no, eso no es malo, pero por supuesto, hay que ser prudente y asumir que cabe la posibilidad, la pequeña y probable posibilidad, de que no consigamos absolutamente todo lo que queremos.
Eso quiere decir que estamos irremediablemente condenados a ser infelices? De alguna manera , la verdadera felicidad no está en conseguir todo lo que soñamos, sino en aprender a ser felices con todo lo que conseguimos y, también, con todo aquello que perdemos.
¿Está sorprendido? Ciertamente no, pero aún así es conveniente que comprendamos esas dimensiones, estos pasos para enfrentar cada uno de nuestros vacíos personales. 1. Cuando percibe que la vida le trajo cosas que usted no esperaba, o mejor, que le trajó cosas que "esperaba sí, desafortunadamente", no se rinda ni caiga por tierra. Asuma, en primer lugar, su presente en todas sus dimensiones, con sufrimiento y dolor incluidos.Chore si es preciso, chatear, si así lo desea. 2. Segundo paso: nunca fuerce las cosas para que sean tan y como quieras , pues de ese modo sólo estarías empeorando aún más el problema. Si tu pareja dijo que no te ama, asuma, sin obsesiones. Si usted no ha sido llamado a esa vacante de trabajo, no quede lamentado por el fracaso, tal vez sea necesario tomar otras medidas. 3. Acepte los hechos, comprenda lo que ha sucedido y, aunque parezca incomprensible, trate de agradecer por el aprendizaje que ha logrado. Tal vez el dolor de ahora sirva para no cometer el mismo error en el futuro,
puede ser que ese vacío existencial le empuje a buscar nuevas áreas en su vida, que van realmente a traer satisfacción. ¿Por qué no intentar? 4. Vaya, perdone, gire la página, deje que estos pesos se vayan e integren, en su vida, todo lo que usted puede aprender. No hay modo más enriquecedor de llenar los vacíos que con conocimiento.
Créditos de la imagen: Colin Blog