Algunos hombres no tienen exactamente la belleza de Apolo, pero aún así son realmente atractivos para las mujeres.Llaman la atención por donde pasan y siempre acaban quedando con las más bellas, o la más popular. No es que tengan más dinero o más poder, pero de ellos emana un atractivo difícil de describir. Y resistir.
Los especialistas en temas de seducción indican que estos hombres poseen tres características que doblan hasta las más duras.Aquí vamos a contar el secreto de los feos más bellos.
1. Estilo y porte
La manera como un hombre se apodera del espacio y se mueve fluidamente en él transmite un mensaje inconsciente sobre sí mismo.Los hombres que tienen gestos pausados, medidos y firmes dicen con su actitud que tienen todo bajo control.Se trata de un estilo que transmite la confianza suficiente para explorar nuevos niveles en la relación con él.
Lo mismo sucede con el porte.Los hombres que se sienten cómodos consigo mismos aprovechan su estatura, sin importar si son muy bajos o altos. Los altos adoptan una especie de condescendencia en sus gestos, que los hacen extremadamente amables. Ya los bajos mantienen la columna erguida, lo que le otorga elegancia adicional. Normalmente, levantan la barbilla cuando hablan, adoptando una postura de cierta autoridad.En ambos casos, el atractivo de estos hombres es la seguridad que proyectan.
Llevan consigo un aura especial que invita a estrechar lazos con ellos.2. El tactoCon la palabra tacto, se designa tanto el sentido de percepción por medio de la piel como la prudencia y sensibilidad en las palabras y actitudes.
Los feos bellos tienen ese sentido muy desarrollado.
Varios estudios han comprobado que el contacto físico, por pequeño que sea, crea vínculos inconscientemente muy fuertes entre las personas.Para el bien y para el mal. Un extraño que te empuja en el autobús difícilmente se convertirá en tu amigo. Lo que le pide licencia o se apoya suavemente para abrir el camino va a ganar varios puntos positivos.
Los expertos indican quehay un punto del cuerpo femenino "políticamente correcto". Es decir, un punto que los hombres con tacto van a tocar sin miedo. Se trata de la zona alrededor del codo.Si durante una conversación el hombre toca esa zona durante dos o tres segundos, habrá establecido un contacto que hará que la mujer se siente bien.
Algo diferente sucede si el hombre decide tocar a su interlocutora en la espalda. Esto parece un gesto masculino, más propio para ser usado entre dos hombres. También es un gesto con un toque de condescendencia.Tocar la cintura es muy atrevida, así como coger la mano.Y, en el hombro, ni se hable: es como amigos de fútbol. 3. Los gestos defensivos
Los hombres irresistibles que se aceptan a sí mismos mantienen bajo control el miedo y están abiertos al vínculo con los demás. Esto se refleja en sus gestos.Usted nunca los verá adoptando actitudes defensivas como cruzar los brazos durante una conversación, o con las manos en los bolsillos cuando están por ahí.Ambos gestos reflejan falta de confianza en sí mismos y necesidad de esconderse.
Por el contrario, esos seductores suelen exhibir gestos muy distintos.
Normalmente miran a los ojos directamente. No esconden la mirada.Favor no confundir con las miradas sin parpadeos, helados e incisivos. Estos asustan a las mujeres y no reflejan seguridad, sino imponencia.El otro gesto característico es una sonrisa dosificada. Si se dan mucha risa parecen tontos. Si le dan poca risa, parecen monjes.
Los feos bellos sonríe genuinamente, cuando algo les parece divertido o cuando quieren ser amables. Lo hacen pausadamente.Pasan unos segundos en el gesto y, para las mujeres, parece que son misteriosos y encantadores.