Educar bien, una tarea tan bella como difícil

Educar bien es una tarea tan difícil como bella.Lo que hacemos con nuestros hijos va a determinar directamente cómo será su futuro, así como sus habilidades socioemocionales esenciales, que se vinculan a las racionales. En ese sentido, lo primero que debemos tener en mente es que es imposible separar la razón de la emoción o, como solemos decir, mente y corazón. Esta dicotomía no obedece a nuestra realidad, pues

somos un todo y, como tal, basamos nuestro crecimiento y nuestra vida.Esto se aplica tanto a los niños ya los jóvenes que queremos educar, como a nosotros mismos como educadores (padres, madres, profesionales, terapeutas, tíos, educadores, abuelos, etc.). Es decir, si queremos generar bienestar, primero debemos sentir este bienestar.

Para comprender esto, debemos destacar que educamos a partir de nuestras emociones. Por eso, si no estamos bien, no educaremos de forma correcta. Por ejemplo,

no conseguiremos la meta y la motivación en nuestros hijos si tenemos altos niveles de estrés y frustración en nosotros.10 principios básicos para educar bien

Después de todo lo que se ha dicho anteriormente, partimos de la premisa de que la educación se basa principalmente en nuestro ejemplo.

Digamos que, sin arcilla, no hay ladrillo, y sin cemento, no hay construcción. En este sentido, la educación es un trabajo en equipo de las personas que rodean a nuestros hijos.Basándose en los principios propuestos por Laurence Steinberg, hoy traemos una selección de 10 elementos básicos que pueden ayudarnos a educar bien. Vamos a echar un vistazo más detallado:1. No todo lo que hacemos "tanto hace"

Necesitamos pensar antes de actuar; Sin embargo, todos estamos de acuerdo al pensar que no siempre podemos encontrar el mejor momento para hacerlo. Lo cierto sería actuar de forma tranquila y pensada, y no en momentos en que el desajuste emocional está instalado. Sin embargo, eso no nos exime de querer hacer todo de la mejor manera posible. De la misma forma, debemos tener en cuenta que:

Los genes no son todo: tenemos en la educación y en el ambiente herramientas fundamentales para el desarrollo;

Los niños aprenden observando.Ya hablamos de eso, debemos ser buenos ejemplos, buenos modelos para ellas;

  • Debemos lidiar con las influencias ajenas a la familia de forma tranquila y positiva;Aprender con los errores es esencial
  • para garantizar una buena educación. 2. El cariño nunca es un exceso
  • Si un bebé de 5 meses llora, puede ser porque él tiene hambre o puede ser porque él quiere a su compañía, su figura como referencia.
  • No medir el afecto es esencial para transmitir el amor a nuestros niños ; el exceso de cariño no estropea al niño, lo que hace eso es el hecho de que algunos padres no educan en los momentos de mal comportamiento.

A pesar de eso, es bueno reflexionar sobre esta cuestión. No es adecuado reforzar la desmotivación ante las tareas escolares, sino apoyar al niño cuando ella comprende al oír que es un error no querer hacer los deberes o estudiar. Además, es importante destacar que:

Es adecuado dar afecto físico, es decir, abrazos, besos, caricias, miradas ...Debemoselogiar las conquistas de los niñosde forma correcta.

Debemos estar dispuestos a ver y responder a las necesidades emocionales de los niños;

  • Debemos proporcionar un refugio en el que el niño sepa que tiene nuestro apoyo. 3. Debemos insertarnos en la vida de los niños. Es esencial que nos interesamos por sus motivaciones, intereses y preferencias.También es importante que estemos interesados ​​en su escuela y que evitemos entrometernos en la vida de los niños de forma crítica y desafiante.
  • 4. Debemos adaptar al niño a la forma en que necesitamos educarla. Cada niño tiene su ritmo, y es muy importante que respetemos esto si queremos educar bien. Muchas veces nos empeñamos en adaptar el temperamento de nuestros hijos a nuestra manera de educarlos y acabamos perdiendo de vista la única verdad que debe regir el proceso: CADA NIÑA ES ÚNICA. Debemos ser pacientes y respetar los períodos de transición.
  • 5. La importancia de establecer normas e imponer límites
  • No, no todo vale.

Los niños necesitan normas y límites que les ayuden a guiarse y conocer cuáles son las limitaciones que tienen y cuáles son los aspectos prohibidos. Necesitamos ser firmes y trabajar con justicia, siempre siendo equilibrados y coherentes. De igual modo, es vital que haya supervisión y que nos mantenemos atentos a lo que hacen los niños, de manera que podamos reflexionar sobre ello y flexibilizar las reglas a medida que van madurando.

Compartir6. Es muy importante fomentar la independencia

Abordar la voluntad de discutir del niño, de forma positiva, es muy importante para educar bien. No podemos controlar hasta el último detalle de la vida del niño, pues debemos dejarla escoger y debemos dejar que ella aprenda que tiene opciones de autonomía. El lema es:

protejamos cuando debemos hacerlo, pero permitimos también cuando pudiéramos hacerlo. 7. Ser coherentes, mantener ciertas rutinas, ser firme, no ser inflexible y ayudar a identificar aquellas normas que no son negociables nos ayuda a equilibrar la balanza y favorecer la razón y la capacidad de los niños para seguir las reglas .8. Castigos severos? Es mejor evitarlos. El castigo físico es contraproducente y perjudicial.Implica tratar al niño mal y sin respeto, lo que no facilita el equilibrio de todo lo que se ha hecho antes. Hay una pregunta que suele abrir la mente de los adultos: cómo vamos a enseñar a nuestros hijos a lidiar con los problemas y no golpear a la gente si nosotros mismos lo hacemos cuando hacen algo mal? Ni siquiera un pellizco es positivo.

Por eso

debemos aprender a dominar nuestra rabia.Las broncas excesivas tampoco son eficaces. Si el niño hace algo mal, podemos mandarla a su cuarto, instigándola a resolver el problema causado, limitar o restringir sus privilegios (juegos, paseos, televisión, etc.). 9. Explicar las normas y las decisiones que tomamosOtro aspecto fundamental para educar bien es explicar a los niños las normas y las decisiones que tomamos y hacer esto con mucha claridad.

Debemos procurar que sean exhaustivas y completas, lo que nos ayuda a garantizar que el niño entiende y puede aplicar tales conocimientos.La conocida frase "Porque yo dije no!" No ayuda a los niños a entender, ni nos ayuda a admitir nuestros errores y escuchar el punto de vista de los niños. Así, explicar, razonar y sentir las ayudará a validar sus opiniones y sentimientos, lo que nos hará sentar las bases de la autonomía y de la independencia emocional. 10. Tratar a nuestros niños con respeto. Debemos tratarlos con respeto para que sean capaces, también, de emitir respeto. Tener conversaciones de doble sentido, escucharlas y darles la opción de mostrar lo que ellas sienten y piensan, dejar que actúen y que hagan lo que pueden conforme a su edad, etc.

Los niños tratan a las personas como son tratadas, y nuestras enseñanzas serán perpetuadas por ahí.