Me quedo en ese bar preguntándome cuánto sería. capaz de pagar por el olvido.No tengo dó de la ropa; vendía todas y quedaría desnuda. No puede hacer más frío que lo que siento ahora y el resfriado no me obligaría a descansar más que el dolor que guardo en el espacio que hay entre el vaso y mis labios. Invisible y levito. Se quema más que el alcohol puro y guarda la esperanza engañosa de los dolores, como gotas que caen sobre una piedra.
Imagino dos mundos separados por un enorme precipicio.En uno está usted y en el otro usted no está, y tengo la sensación de que no puedo vivir en ninguno de los dos.No es la primera vez que me apasiona
"Digo esto para que no me digas que eso sucede. De eso ya lo sé. ¡Conozco el camino, gracias! "
CompartirY así fue como lo conocí; él estaba detrás del mostrador y yo intentaba encontrar un fin para mi drama. Él pensó que yo estaba ahogando los dolores y yo me puse en la piel del personaje que luego imité.
Palabra por palabra, letra por letra.En ese personaje, cerré todos mis miedos y las palabras que usé para hacer su caricatura, perosirvieron solamente para que escapara por un lugar que desconozco.
Ahora me encuentro en otro bar y con el corazón partido en mil pedazos, tan pequeños que me hacen invisible. Soy como una verdad cruel , alguien que usted presentaría solamente después de haber descartado todas las ideas posibles para no tener que hacerlo. Para no tener que llegar en ese momento en que todo explota por los aires y te das cuenta de que no hay como volver atrás.
Aunque usted no conoce todos los secretos del mundo, usted está seguro de que ninguno puede reparar el mal de su última caída.Seco, sordo e inocente por fuera. Es entonces cuando el amor pasa a transformarse en una burbuja que no puedes tocar, ni siquiera dejar de mirar, hasta que estalla en el peor de los silencios.
CompartirMientras tanto,usted intenta encontrar una manera de decir a todos que la persona que hasta ayer usted defendía hasta la muerte ya no es la misma,
y usted ya no puede hacer eso porque ese papel ya no le corresponde. Es así, la realidad poco a poco se va imponiendo, llega como las olas de la playa y entre marea y marea están las noches para pensar.Sin mirar el reloj, de repente tengo la sensación de que ya es muy tarde y de que el camarero que comenzó a limpiar las últimas mesas no será la inspiración para mi próxima vida. Sin embargo, una perezosa horrible me invade. Caminar hacia mi casa de ojo en lo que viene detrás de mí, abrir la puerta, quitarse la ropa y calentar las sábanas frías, impone un cotidiano en mi mundo que me preocupa.Pago con las vueltas de todos los días y salgo a la calle. Está congelada y es fácil deslizarse. Veo un león dibujado en un cartel iluminado y me pregunto qué haría si saliera ahora para un encuentro.
Entonces me acuerdo de que soy invisible y nada podría hacer que me importara. Una voz dentro de mí me llama mentirosa. Las lágrimas empiezan, una a una, a dibujar rastros en mis mejillas. Así, mientras rompo el silencio de las calles con mis pasos y reconozco como mi un pedacito de mi corazón, empiezo a temer al león.
Al mismo tiempo que me doy cuenta de que la vida todavía tiene cosas para sacar de mí, llego a la conclusión de que todavía existen cosas por las que vivir. Entonces el sueño me invade, empiezo a pensar en el protagonista de mi próxima historia ...
CompartirCréditos de la imagen: bruneiwska