Hay muchas dudas que rodean al ser humano, cuestionamientos que la mayoría de las veces no tienen respuestas. Dudamos de todo, de todos y de nosotros mismos. No sabemos más quiénes somos, cuáles son nuestras cualidades, simplemente perdemos nuestra identidad. Llega un momento en que miramos en el espejo y no podemos ver quién realmente somos o quién está allí detrás de aquella imagen reflejada. Pero, ¿por qué ocurre esto?
, simplemente eso sucede cuando dijimos de vivir nuestra vida para vivir la de los demás,cuando anulamos y pasamos por encima de nuestras voluntades para satisfacer las voluntades ajenas. Esta práctica constante hace que perdamos nuestra identidad y amor propio dándonos la sensación de frustración. De tanto hacer todo para agradar a los demás, no conseguimos más distinguir o identificar cuáles son nuestros reales intereses y la duda domina en las más simples situaciones, como no saber si prefiere un huevo frito o cocido, una Coca-Cola o una Fanta, una Subzero o una Skol. Nos quedamos siempre en la duda, no somos capaces de elegir nuestra propia ropa sin pedir una opinión a alguien.
Si usted no sabe a la persona que es cuando se mira en el espejo, se siente perdido, sin sueños, como si estuviera en este mundo sólo para llevar las cargas de los demás, está a la hora de parar y decir: ¡Llega!
Ahora voy a cuidar de mí. Aprender de verdad quién es usted y cuáles son las cosas que sólo usted es capaz de realizar. Puedo no agradar a todos, pero tampoco me importa más con eso. Puedo no tener "mil" seguidores en el rostro o Twitter, pero aprendí a seguir mis propios instintos porque sé que vale la pena. Pueden no gustarme, ni de las cosas que escribo, pero amo de pasión y para mí eso es lo que es valido.