En la psicología existe una gran variedad de síndromes y efectos. Muchas de ellas utilizan la metáfora en el nombre para, de alguna manera, intentar explicar los efectos. Algunos ejemplos son el síndrome de Peter Pan, el síndrome de Jerusalén, el síndrome de Otelo, el efecto de Ben Franklin, el efecto Mandela, etc. Pero si tenemos que destacar uno, ese será el efecto camaleón.
Los camaleones, pequeños reptiles escamados con grandes ojos coloreados y lenguas extensibles, son caracterizados por el público en general por la capacidad para cambiar el color de la piel. Sin embargo, la concepción popular de que cambian de color para camuflaje no es completamente cierto. Como una comparación, el efecto camaleón no indica cómo las personas cambian de color, sino cómo cambian.
Los camaleones cambiando de color
Sólo algunas especies de camaleón tienen la capacidad de cambiar de color. Los camaleones no son incolores y sus cambios de color no siempre ocurren de acuerdo con el ambiente. La mayoría de los cambios de color se deben a una condición fisiológica. Los camaleones reaccionan a la temperatura y al horario del día con cambios de color.
El color también cambia en otras situaciones debido a factores psicológicos. Por ejemplo, en presencia de un adversario o de un socio. En las luchas entre camaleones, ellos también cambian de color. El color indicará si el camaleón está asustado o furioso. Por lo tanto, el cambio de color, a veces, también es una forma de comunicación entre camaleones.
Las personas cambiando de color
En una película de Woody Allen hay un personaje muy curioso: Zelig. Interpretado por el director, el personaje principal, Leonard Zelig, aparece en diferentes lugares interactuando con diferentes personas. Hasta aquí todo normal, pero Zelig cada vez tiene una apariencia diferente. En compañía de personas negras su tono de piel y su voz cambian. Cuando encuentra a judíos, su barba crece. En cuanto a las personas más gordas, también se vuelve más gordo.
Este extraño caso es estudiado por la doctora Eudora Fletcher, interpretada por Mia Farrow. La doctora descubre en Zelig un caso extremo de inseguridad que le lleva a camuflaje entre las personas, adaptando su apariencia para poder ser aceptado. Zelig tiene la capacidad sobrenatural de cambiar su apariencia adaptándose al medio en el que está. Por eso, es conocido como el hombre camaleón. Después de mentir sobre haber leído el libro Moby Dick para sentirse integrado, la necesidad de aceptación lo lleva a transformarse física y psicológicamente. "Usted es como un camaleón que cambia de acuerdo con la situación."
CompartirEvidentemente la película de Woody Allen es una parodia. Muestra una situación imposible, pero que, por medio de la metáfora, puede llevar a comprender mejor en lo que consiste en el efecto camaleón. Este efecto también se llama contagio emocional y consiste en la tendencia a sentir e interiorizar emociones parecidas a las que observamos y, de la misma manera, condicionar las de los demás.
Es un proceso en el cual la persona es influenciada y, al mismo tiempo, ejerce influencia sobre las emociones y los comportamientos de otras personas o grupos. El efecto camaleón El efecto camaleón define una realidad, la de que de cierta manera todos funcionamos como si fuéramos un espejo para los demás.
Imitamos las emociones de los demás o, al menos, las emociones que inconscientemente pensamos que los demás expresan. Pero ese efecto no para allá. También imitamos posturas y expresiones faciales, el lenguaje, el tono de voz, el acento y el vocabulario.
Nuestra reacción natural cuando alguien sufre un ataque de risa es reír. Cuando estamos rodeados por personas cuyo acento es diferente, no suele tardar mucho tiempo para empezar a hablar de la misma manera.
Si estamos sentados con alguien que cruza las piernas, probablemente nos sentaremos igual. Aunque este efecto no siempre ocurre, aparece en muchas situaciones, tanto consciente como inconscientemente. La función del efecto camaleón La función del efecto camaleón, desde una perspectiva evolutiva, ya había sido intuida por Charles Darwin. La manera como nos sentimos es determinada, en partes, por los gestos que hacemos. De la misma manera, las señales que otras personas emiten también van a influenciarnos.
Esto hace que el bienestar personal aumente y que nos sintamos parte de los grupos.
Sin darse cuenta, pequeñas señales de los demás nos indican cómo actuar y nuestras neuronas nos hacen imitarlos. Tal vez todos tengamos un Zelig dentro de nosotros mismos. Cuando estamos con otras personas, nos adaptamos para quedarnos con el mismo estado emocional.
Las emociones son como los virus, se extienden a nuestro alrededor. Estamos programados para contagiar a los demás y contagiarnos con las emociones desde el momento en que nacimos. Si usted vive emociones positivas, los demás también los sentirá. Si, por el contrario, usted siente emociones negativas, los demás también los sentirá. Aunque este proceso sea, en buena parte, inconsciente, usted puede dar el primer paso con su emoción positiva. "Yo soy un camaleón, influenciado por lo que está pasando. Si Elvis puede hacer, yo también puedo. Si los Everly Brothers pueden hacer, Paul y yo también podemos. La misma cosa sucede con Dylan. " -John Lennon-