Usted probablemente conoce a alguien que siempre tiene una sonrisa en la cara o tiene un pensamiento positivo. Las personas que están llenas de optimismo, ven las dificultades que surgen en su camino como experiencias de aprendizaje y aceptan incluso el peor día como una promesa de que mañana será mejor. Mantener una actitud positiva puede mejorar el estrés y la salud en general.
Es importante siempre intentar ver el lado positivo de las cosas, para así alejar el estrés y todos los sentimientos negativos. Con eso, podremos obtener mayores beneficios para la salud.
¿Qué beneficios el optimismo nos trae
Intentar ver el lado positivo de las cosas tiene ciertas ventajas, como las siguientes:
Mejor estado de salud
Está probado que los jóvenes más optimistas, con edad entre 18 y 30 años, son más sanos cuando alcanzan la edad entre 45 y 60 años que los pesimistas; estos están especialmente asociados a tasas más altas de enfermedades infecciosas y mayor mortalidad, entre otros problemas de salud.
Salud emocional
Las personas que hacen terapia cognitiva, que ayuda a reformular los procesos del pensamiento, obtienen resultados más positivos y duraderos a lo largo del tiempo y son más optimistas, pues ellos tienen la capacidad de gestionar de forma más eficaz los contratiempos que puedan surgir, mucho mejor que los pesimistas o aquellos que no recibieron esta formación.
Reducción del estrés
Las personas que son optimistas tienden a experimentar menos estrés que las personas pesimistas porque creen en sí y en sus habilidades, y suelen ver los acontecimientos negativos como contrariedades de poca importancia.Se sienten capaces de superar los obstáculos de la vida y ven los eventos positivos como evidencias de otras cosas buenas que están por venir.
Los optimistas saben manejar mejor el estrés y sus consecuencias emocionales, y generalmente se sienten menos estresados. Conseguir mayores logros
Las personas más optimistas crean sinergias más positivas, desempeñan mejor sus funciones y alcanzan más objetivos que los pesimistas, siendo estos últimos más vulnerables a las opiniones de los demás, porque confían menos en sí mismos; lo contrario de lo que sucede con los optimistas.
Persistencia en el intento
Los optimistas no se rinden tan fácilmente como sucede con los pesimistas, y por eso son más propensos a alcanzar el éxito, porque persisten en sus intentos y son capaces de convertir sus fracasos en éxito.
Aumento de la longevidad
Por último, las personas positivas viven más tiempo y con más salud que los pesimistas.
Imagen cedida por Silvia Viñuales