No hay nada que ganar con los chismes. ¡Aleja de ellas!

¿Por qué formar parte de los chismes?Olvídales: que no invente lo que no se sabe; si no ha visto, que no comente! Si no ha escuchado, que no hable. Ruinas son las personas que no vieron nada con los ojos, pero que inventan y mucho con la boca. Desafortunadamente todavía hay personas que tienen mucho que aprender.

Hay quien pretenda engañarnos. Esta es la verdad, aunque sea difícil aceptar. Los chismes y las historias repasadas tienen tres tipos de veneno ... ¿Por qué? Porque hieren quién dice, quién oye y la persona que es motivo del chisme.
Cuando escuche un chisme o historia sobre otra persona o incluso sobre usted mismo, tapar los oídos. No entre en el juego ni acepte la situación, porque quien quiere hacer daño sólo consigue si recibe de los otros sus créditos y su atención.Compartir

Quien dedica su tiempo al perfeccionamiento de sí mismo ...

... no tiene tiempo para criticar a los demás. Escuchar chismes, cuentos e historias inventadas nos desgasta intensamente. Incluso cuando somos los emisores, el mal que hacemos vuelve a nosotros en forma de cosas tóxicas, sentimientos malos y inadecuación vital y social.
Las personas fofoqueiras no son queridas pues, como se suele decir: "lo que la Marina dice de Paula, dice más de Marina que de Paula". ¿Quién quisiera depositar su confianza en alguien que habla un poco de todo el mundo?Compartir

Debemos buscar lo que hay en nuestra inquietud, dejar de lado la conversación y no meterse en aquello que no cabe a nosotros hablar o expresar nuestra opinión. De hecho, una vez más debemos recordar que antes de decir cualquier cosa tenemos que filtrar nuestro mensaje en al menos tres momentos diferentes. Veamos una pequeña historia que resume esta cuestión perfectamente:

"El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa y le dice:

-estrella, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia ...

-Espere! - interrumpe el filósofo - ¿Pasó lo que usted me contará por los tres filtros?

- Los tres filtros? - pregunta el discípulo.

-Sí, el primero es la verdad. ¿Está seguro de que lo que quiere decirme es absolutamente correcto?

No. Oí al hombre hablando a unos vecinos.

-A menos entonces pasó por el segundo filtro, que es el de la bondad. ¿Qué quiere decirme, va a ser bueno para alguien?

En realidad no ... muy al contrario.

-Ah, vaya! El último filtro es el de la necesidad. ¿Es necesario que me enteré de eso que tanto lo inquieta?

-Para decir la verdad no.

-Entonces -dijo el sabio sonriendo- si no es verdad, ni bueno, ni necesario, enterramos la historia en su oído?"

" Los chismes sólo tienen un poder: la atención de quien las escucha

En una ocasión Carolina Herrera dijo que si algo no nos agrada podemos quitarle el único poder que tiene: nuestra atención . Realmente no hay nada que pueda afectarnos si no damos crédito y atención.Mantenernos lejos de los chismes sirve para, primero, mantener una actitud sana ante nuestras relaciones, nuestra salud y nuestra autoestima. Porque cuando damos oído a lo que los demás vienen hablando, de algún modo estamos permitiendo que aquello penetre en nuestra mente.

Esto se va sedimentando y acaba destruyendo el orden personal y mental que vamos ganando a través de la sinceridad, el respeto, la humildad, la generosidad y el honor. Como consecuencia, acabamos formando una especie de cálculo emocional y social que genera problemas y conflictos en nosotros y en nuestras relaciones. Por eso es positivo no permitir que nadie nos cuente chismes o historias que distorsionan nuestra realidad y empeoran la manera en que nos entendemos con nuestros pensamientos, sentimientos, y damos respeto a los demás ya nosotros mismos.