Aprender a construir un vínculo sano, que nos haga felices y, sobre todo, que crezca apoyado por una base de seguridad y confianza, no es fácil. Entre las razones están los errores comunes en las relaciones amorosas.
Luchar con las dificultades y las complicaciones de la vida cotidiana exige paciencia y comprensión aliada a una predisposición para querer resolverlas. Para ello, es importante aprender a identificar cuáles de estos errores están ocurriendo y encontrar una solución.
Es normal que las relaciones pasen por momentos difíciles, pero superarlas (si queremos y si es posible) contribuye a su crecimiento. Aquí hay algunos de estos errores comunes en las relaciones para que podamos identificarlos."Enfrentar el problema es la única forma de resolverlo".
- Joseph Conrad -
Algunos errores comunes en las relaciones amorosas
1. Perder la individualidad
La gran paradoja del amor es que las dos personas involucradas en una relación tienden a convertirse en una, aunque siguen siendo dos. En una relación de pareja, es normal la necesidad de encontrar una identidad compartida para fortalecer el vínculo entre ambos y alejarse de los conflictos y contradicciones. En realidad, es algo positivo porque, los intereses, los gustos y puntos de vista en común contribuyen a la unión de la pareja.
Sin embargo, para alcanzar ese objetivo algunas veces tomamos caminos equivocados. Uno de ellos es sacrificar la identidad individual para agradar a la otra persona, sea por miedo a perder el compañero o por la búsqueda de la armonía. En realidad, eso no es saludable porque ambos saldrán perjudicados.Una relación de pareja fuerte y sana es aquella donde cada uno sigue siendo él mismo.
De lo contrario, lo que se forma es una simbiosis, que a su vez crea un profundo malestar. 2. Ocultar las debilidades
No hay posibilidad de que una relación crezca si no se basa en la sinceridad. A veces pensamos equivocadamente que el otro sólo podrá amarnos si creemos que somos perfectos, pero eso no es verdad.
El amor verdadero nace cuando nos mostramos como somos. ¿De qué otra forma podrían conocernos? Nos escondimos bajo otra identidad u otras características traerá complicaciones y frustraciones a largo plazo.
Además, lo que esta actitud esconde es una profunda falta de amor propio. Alguien que intenta esconderse está mostrando que se siente indigno de ser amado porque cree que la única manera de despertar el amor es ser otra persona, y no él mismo.
3. Quedarse atrapado en la rutina
Otro error común en las relaciones es permitir que la rutina se establezca donde antes había grandes emociones.
Esto sucede fácilmente sin que la gente perciba. Las cosas empiezan a funcionar por inercia, transformando lo que querían y deseaban hacer en lo que son o están acostumbrados a hacer.
Para evitar la rutina, nada mejor que tratar de llevar una vida individual completa y, a continuación, contribuir con nuestra parte para el éxito de la relación. Para ello, es importante buscar formas de introducir novedades, dejar la zona de confort siempre que sea posible.
No es tan difícil. Sólo es necesario un poco de buena voluntad. 4. Desconectarse espiritualmente el uno del otro El espiritual tiene que ver con el sentido de trascendencia que damos a la vida y a todos sus componentes. Cuando la pareja está al principio del noviazgo, el propio amor parece pintar todo de algo que va más allá de lo común, una conexión que no es sólo afectiva, sino también espiritual.
La pareja hace planes juntos y cada uno de ellos tiene un significado profundo por sí solo. En este caso, la pareja no sólo está vinculada por la atracción mutua, el deseo y el amor, sino también por uno o varios propósitos de trascendencia conjunta. Pero a lo largo del tiempo, eso se va perdiendo. Este es precisamente uno de los errores comunes en las relaciones que lleva a la decepción y al aburrimiento. Para combatirlo, no hay nada mejor que renovar los objetivos comunes de vez en cuando. 5. Desear cambiar el otro
Esta es una de las actitudes que aparece en las fases más avanzadas de una relación. Un problema que tiene mucho más que ver con la no aceptación de sí mismo que con un rechazo real al otro.
Quien está satisfecho con su vida y es emocionalmente responsable de lo que sucede con él, no intenta cambiar la vida de los demás. En realidad, no depende de nadie para ser feliz. Cuando hay vínculos de dependencia e inseguridades personales, el socio puede convertirse en un tipo de chivo expiatorio.
Se vuelve responsable de los problemas y las soluciones: si cambia, la vida de la pareja mejorará. Pero no es así porque cada uno es responsable de su felicidad y de sus decisiones. 6. Desarrollar comportamientos controladores
Aunque la exclusividad es una alianza implícita y explícita en la mayoría de las parejas, esto no implica que uno de los dos tenga el derecho de manipular el comportamiento del otro.
Cometemos muchos errores cuando atravesamos la línea que separa un sentimiento sano de exclusividad y un sentimiento de posesión egoísta. De esta forma, aparecen los comportamientos de control, uno de los errores más comunes en las relaciones de pareja.
Uno quiere que el otro actúe como él desea. En caso contrario, se siente amenazado o inicia un conflicto. En este caso, la falla es del individuo y no de la pareja. Cada uno necesita aprender a lidiar con sus inseguridades y no proyectarlas en el otro. 7. Ocultar secretos importantes Cada miembro de la pareja tiene sus asuntos privados guardados, por más confianza e intimidad que exista entre los dos. Esto es saludable: indica que la individualidad de cada uno ha sido preservada. Sin embargo, hay problemas que deben ser resueltos por los dos y no deben ser ocultados.
Si esto está ocurriendo, es probable que haya algo más grave en segundo plano, ya que es un intento de manipulación, una ruptura de confianza o el indicativo de un problema serio de comunicación.
No podemos olvidar que todos tenemos problemas, incluso las parejas. Es normal tratar con una u otra dificultad. La verdad es que estos obstáculos no siempre indican que la relación va mal.
En la mayoría de los casos, es una cuestión de pequeños errores que necesitamos corregir. Lo importante es que cuando estos errores comunes en las relaciones sean identificados, ambos miembros tengan la predisposición suficiente para reflexionar sobre cómo resolverlos.