Síndrome de abstinencia emocional: el dolor después de una ruptura afectiva

El síndrome de abstinencia emocional aparece después de una ruptura conyugal. Desprenderse de ese vínculo afectivo no es una tarea fácil, aún más porque el sufrimiento psicológico experimentado suele ser devastador para el cerebro. Este proceso es bastante similar al síndrome de abstinencia sufrida por los adictos, una especie de caos neuroquímico del cual no es fácil desvincularse.

Cada uno sabe en la propia piel como es esa experiencia. Los adolescentes saben cuando sufren una ruptura por primera vez, el dolor de la distancia o la decepción de un rechazo. También saben los adultos, porque no sirve de nada tener una extensa experiencia de vida cuando, de repente, eso sucede y el amor acaba, cuando la infidelidad surge o cuando, simplemente, pasamos a ser conscientes de que es necesario finalizar una relación sin futuro o extremadamente dolorosa.

"Cuando dejo ir lo que soy, me transformo en lo que podría ser. Cuando dejo ir lo que tengo, recibo lo que necesito ". Dejar a alguien salir de su vida, cuando aún se ama, duele mucho.
Acostumbrarse con la ausencia, asumir el fin definitivo y la obligación de reconstruir la vida sin esa persona es algo para lo cual no estamos preparados. Sin embargo, lo hacemos, y esa conquista nos da fuerza interior y sensatos recursos psicológicos. Sin embargo, el verdadero problema aparece cuando alguien, a diferencia de superar lo ocurrido, cae en un círculo obsesivo, en un círculo vicioso de nuevas oportunidades, en la necesidad de entrar en contacto, de mendigar atención, de pedir un amor ya acabado e imposible . Nos referimos, como no, a un perfil caracterizado por la dependencia afectiva, y donde el síndrome de la abstinencia emocional confiere a esta persona un estado de vulnerabilidad absoluta y sufrimiento extremo.

Síndrome de la abstinencia emocional o la imposibilidad de decir adiós Carlos tiene 30 años y hace siete meses que terminó una relación amorosa.

Él conoció a Paula durante la secundaria, con 16 años. Ellos estudiaron juntos en la universidad y, más tarde, abrieron un pequeño negocio juntos. Sus últimos años no fueron fáciles, las deudas, una empresa que nunca tuvo éxito y el desánimo de Paula con un proyecto que nunca avanzaba terminó afectando su relación.

A pesar de la insistencia de Carlos en continuar la relación, ella terminó abandonándolo después de una conversación donde explicó claramente y con sinceridad que no existían segundas oportunidades. Que la relación entre ellos terminaba allí. Sin embargo, a pesar de las explicaciones, Carlos sigue tratando de ponerse en contacto con ella.

Él mira diariamente las redes sociales de ella y piensa en maneras de encontrarla. Nuestro protagonista no sólo vive obsesionado en retomar esa relación. Actualmente, es incapaz de trabajar o realizar cualquier otra actividad. Su síndrome de abstinencia emocional es tan intensa que lo ha convertido en una sombra de sí mismo, en un dependiente afectivo sumido en un ciclo ansioso-depresivo.

Veamos a continuación más características asociadas a este tipo de perfil. Las 5 características del síndrome de abstinencia emocional Algo que conviene aclarar es que, generalmente,

cuando terminamos una relación afectiva, todos podemos experimentar el síndrome de abstinencia emocional. Sin embargo, esto no es más que una fase del dolor, una etapa que debe motivarnos para que ejecute estrategias de responsabilidad inteligentes y útiles. Una serie de recursos que nos permitirán encontrar el camino para superar con madurez esa ruptura. Sin embargo, esta condición psicológica marcada por el estancamiento y el sufrimiento persistente

es común en personas con baja autoestima

, caracterizadas por una fuerte dependencia emocional del cónyuge.

Otro aspecto característico del síndrome de abstinencia emocional es la falta de convencimiento sobre el fin de la relación. Hay una clara negación. El comportamiento ansioso y obsesivo es otra particularidad. Ellos no pueden cumplir "contacto cero" con el ex cónyuge, siempre encontrar una excusa para buscar, entrar en contacto, llamar ...

  • También, y no menos importante, los dependientes son incapaces de tolerar el dolor emocional. Carecen de herramientas para gestionar ese sentimiento, se sienten paralizados y reaccionan ante el sufrimiento buscando más oportunidades. Por último, no debemos olvidar toda la compleja sintomatología intensa y desgastante que afecta claramente la salud personal: el insomnio, la pérdida de apetito, los problemas de concentración, el desinterés por la vida, el desánimo, etc.¿Cómo enfrentar el síndrome de la abstinencia emocional?
  • Carlos, el chico de nuestro ejemplo, muestra todos los rasgos psicológicos y de comportamiento del síndrome de la abstinencia emocional. En su caso, lo que él necesita, ante todo, es la ayuda de un profesional y una adecuada terapia psicológica.
  • Nadie merece vivir en semejante estado de desamparo, nadie debe dejar de amarse de esa manera , hasta el punto de quedarse suspendido en una existencia sin sentido y un estado de sufrimiento emocional tan destructivo. Por otro lado, de la misma manera que llegamos a ese extremo o si, en el momento oportuno, estamos enfrentando una ruptura afectiva, sería adecuado reflexionar sobre las siguientes estrategias. Secretos esenciales que deben ser considerados:
  • Sufrir con el síndrome de abstinencia emocional, dentro de ciertos parámetros de intensidad y duración, es algo completamente normal. Sin embargo, es necesario asumir que es algo temporal, un estado que debe pasar a dar lugar a un estado más equilibrado, concentrado y fuerte. Aceptar las emociones negativas como la tristeza y la desolación. Son estados de ánimo que tarde o temprano van a pasar para favorecer la aceptación y superación.
  • El contacto "cero" es básico en estos casos.

Es esencial no tener el ex cónyuge en las redes sociales o contactos. Es el primer paso para desconectarse de su vida, evitando caer en dinámicas perversas.

Hacer cambios en la vida es gratificante. Algo tan simple como hacer nuevos amigos o buscar otros pasatiempos será bastante útil para "liberar la mente", para romper el ciclo de la obsesión.A lo largo de todo este proceso, no dejaremos de lado otros aspectos valiosos como la autoestima, la dignidad, los valores o los propósitos vitales.

Una ruptura afectiva jamás debe ser vista como el fin del mundo, sino como el fin de una etapa y el comienzo obligatorio de algo que, sin duda, traerá cosas buenas y una versión de nosotros mismos que será más fuerte y, hasta incluso, más bonita. "El amor no reclama posesión, sino que da libertad".

  • -Rabindranath Tagore-