Pensamiento divergente: qué es y cómo desarrollarlo

El pensamiento divergente o lateral se caracteriza por la generación de múltiples y creativas soluciones para un mismo problema. Es una perspectiva mental espontánea, fluida y no lineal, basada en la curiosidad y también en el inconformismo. En realidad, es también un tipo de pensamiento muy común en niños, caracterizado por la alegría, la imaginación y la frescura que ofrece más libertad para los argumentos infantiles. El pensamiento divergente está en alza. En una sociedad acostumbrada a ofrecer competencias similares, llega un momento en que las empresas empiezan a valorar otras aptitudes, otras dimensiones que añada curiosidad, vitalidad y auténtico capital humano a sus proyectos. Así, alguien capaz de ofrecer innovación, creatividad y nuevos objetivos puede convertirse en un gran candidato para muchos de estos proyectos organizacionales.

Sin embargo, hay algo que debemos admitir. Nuestras escuelas, institutos y universidades siguen priorizando en su metodología un tipo de pensamiento claramente convergente. En los años 60,

J.P. Guilford diferenció y definió el pensamiento convergente y el divergente. "La creatividad es la inteligencia divirtiéndose".

-Albert Einstein-
A pesar de que él mismo ha enfatizado la importancia de entrenar a los niños en ese último tipo de perspectiva mental, las instituciones educativas no le prestaron mucha atención. En general, ellas priorizaron un tipo de reflexión (o mejor, la ausencia de ella) donde el alumno debe aplicar un pensamiento lineal y una serie de reglas y procesos estructurados para llegar a una única solución: la que se evalúa como correcta. Si bien es cierto que, en muchas ocasiones, esta estrategia es útil y necesaria, tenemos que admitir que la vida real es suficientemente compleja, dinámica e imprecisa para creer que nuestros problemas sólo tienen una única solución. Por lo tanto, necesitamos desarrollar un auténtico pensamiento divergente. Por eso, son muchos los centros educativos que animan a sus alumnos a no limitarse a encontrar la respuesta correcta.

El objetivo es que sean capaces de crear y sugerir nuevas preguntas.

El pensamiento divergente y sus procesos psicológicos Antes de continuar, sería bueno aclarar una idea. Ningún tipo de pensamiento es mejor que otro.

El pensamiento convergente es útil y necesario en varias ocasiones. Sin embargo, el auténtico problema está en el hecho de que nos "entrenaron" para pensar de un solo modo, dejando de lado (incluso, anulando por completo) esa espontaneidad, esa creatividad y libertad cautivante. En muchos cursos orientados a entrenar a las personas en pensamiento divergente, es común que se planteen las siguientes preguntas a los alumnos:

¿Qué tipo de cosas usted podría hacer con un ladrillo y un bolígrafo? ¿Qué tipos de usos te imaginas si tienes un cepillo de dientes y un palillo?

Compartir Somos conscientes de que al principio puede tardar un poco para conseguir tener una idea. Sin embargo, hay personas capaces de proporcionar muchas respuestas e ideas creativas porque disponen de un alto potencial en lo que Edward de Bono llamó, en su momento, de "pensamiento lateral". Para comprender mejor cómo funciona, analizaremos ahora qué tipos de procesos psicológicos son responsables de su concepción. Las redes semánticas o la teoría de la conectividad

El pensamiento divergente es capaz de encontrar relaciones entre ideas, conceptos y procesos que, evidentemente, carecen de cualquier similitud.

Los psicólogos especialistas en creatividad cuentan que las personas disponen de diferentes redes mentales de asociaciones:Las personas con redes semánticas "elevadas" son dirigidas más por la lógica y el pensamiento lineal.

Por otro lado, las personas con redes semánticas "planas" tienen redes mentales mucho más conectadas al mismo tiempo que relajadas. Es decir, a veces relacionan dos cosas entre sí que no tienen sentido, pero poco a poco van siendo ayudados por otras redes hasta llegar a una idea creativa y osada.

Hemisferio derecho e izquierdo del cerebro

Todos hemos oído hablar de la teoría de que el hemisferio derecho es el creativo y el izquierdo es el lógico. Por tanto, y según eso, las personas que utilizan el pensamiento divergente o lateral harán uso preferentemente del hemisferio derecho. Bueno, tenemos que ser cuidadosos con este tipo de idea sobre la "lateralización" o el predominio cerebral porque, en realidad, proporciona una gran variedad. No podemos ver el cerebro como una entidad con áreas delimitadas. En realidad, a crear una idea, sea creativa, conservadora, lógica o altamente innovadora, hacemos uso de la totalidad de ese órgano.

  • Sin embargo, el secreto consiste en cómo conectamos una idea con otra. Las personas más creativas hacen uso de un pensamiento ramificado, es decir, sus conexiones cerebrales son más intensas en ambos hemisferios, y no sólo en uno de ellos.
  • "La imaginación es el principio de la creación. Imagínese lo que usted desea, persiga lo que usted se imagina y finalmente cree en lo que usted persigue.

-George Bernard Shaw-

¿Cómo puedo entrenar mi pensamiento divergente?

Como dijimos antes,todos nosotros, sea cual sea la edad, podemos entrenar nuestro pensamiento divergente. Para ello, tenemos que concentrarse en 4 objetivos bien claros:

Fluidez:
capacidad para producir un gran número de ideas.


Flexibilidad:

ser capaz de crear ideas variadas basándose en diversos campos del conocimiento. Originalidad: capacidad para crear ideas arrojadas.

  1. Elaboración: aptitud para mejorar nuestras ideas, para desarrollarlas con más sofisticación.
  2. A continuación, sugerimos cuatro formas de lograrlo. Ejercicios de sinética
  3. "Sinética" es un término creado por el psicólogo William J.J. Gordon. Significa, esencialmente, ser capaz de encontrar uniones y relaciones entre conceptos, objetos e ideas que, aparentemente, no tendrían conexión alguna. Este ejercicio requiere una elevada actividad mental y podemos realizarlo todos los días, eligiendo nosotros mismos los conceptos. Por ejemplo:
  4. ¿Qué puedo hacer con un clip y una cuchara? ¿Qué conexión podría haber entre el río Limpopo en África y el lago Baikal en Siberia?

Técnica Scamper

La técnica Scamper es otra estrategia de desarrollo de ideas creativas elaboradas por Bob Eberle. Es muy útil para crear algo innovador y para entrenar nuestro pensamiento. Por ejemplo, imaginemos por casualidad que debemos generar una idea para el trabajo. En el caso de que se trate de una "idea", pasaremos por una serie de filtros:

Cualquier elemento de esta idea es sustituido por otro (¿Qué podemos cambiar de nuestra manera de diversión? Y de nuestra forma de trabajar?) Ahora combine todas las ideas ¿Qué podemos hacer para que nuestro trabajo sea más divertido?) Haga una adaptación de estas ideas (¿Qué hacen en otros países para trabajar con menos estrés?)

  • Modifíquelas (Cómo trabajar y no estresarse?)
  • Dar a la adaptación otros usos (¿Qué hay en mi trabajo que puede hacer que sea más divertido, a pesar de no haber sido pensado exactamente para eso?)

Elimine alguna idea (Y si yo empezaba a trabajar un poco antes para aprovechar mejor el día? )

Reforma (¿Qué sucedería si me atrevía a ...?)

  1. El humor y el buen descanso
  2. En un estudio realizado por la psicóloga Nina Lieberman publicado en el libro "Playfullness: su relación con la imaginación y la creatividad", reveló algo muy interesante . El pensamiento divergente se combina con la alegría, el optimismo y el bienestar interior.
  3. Tener buenas relaciones sociales, aprovechar un buen descanso y estar libre de presiones, ansiedad y estrés optimiza el pensamiento divergente.
  4. Es claro que, en algunas ocasiones, con nuestros quehaceres adultos, nuestro estilo de vida tan cargado de presiones y preocupaciones, descuidamos la mayoría de esos aspectos tan valiosos. Por lo tanto, podríamos concluir también que este tipo de pensamiento nace de un tipo de actitud ante la vida, donde podemos ser más libres, alegres, inconformes, abiertos a otras experiencias.
  5. Cultivemos estas dinámicas. Vivir bien para pensar mejor puede ser, sin duda, un buen propósito en el que trabajar cada día.