Aprender a motivarse a sí mismo es fundamental para alcanzar las metas propuestas. Sólo cuando existe la verdadera motivación nuestro esfuerzo aparece para conseguir lo que tanto deseamos. Es gracias a la llama de la pasión que ese objetivo es alcanzado.
La disciplina y la perseverancia son factores muy importantes. Sin embargo, sólo pueden obtenerse en el cumplimiento del deber. Es verdad que ese deber a veces se realiza de una manera óptima, pero la motivación es lo que da el toque mágico a todo eso. Es ese "extra", esa fuerza más, que no sirve sólo para cumplir con los propósitos, sino también para realizar los sueños.
Sin embargo, ninguna meta es fácil de alcanzar. Por eso es tan importante aprender a motivarse a sí mismo. La constancia, una virtud indispensable para perseverar en momentos difíciles, es el fruto de la motivación. Afortunadamente, obtener la motivación está al alcance de todas las personas. En las próximas líneas revelaremos nueve pasos para que cualquiera pueda motivarse a sí mismo.
"Tan alto como yo alcance, puedo llegar a crecer. Por lo que yo busque, puedo llegar a encontrar. Tan lejos como yo mire, puedo llegar a ver. Y tan grande como yo sueña, puedo alcanzar ser ".
-Karen Ravn-
1. Visualizar un objetivo
La primera lección para aprender a motivarse a sí mismo es saber que la realidad puede tener una gran influencia en el alcance de un objetivo. Los objetivos y metas son pasos intermedios. En otras palabras, no existe la necesidad de alcanzar un objetivo específico, sino definir la razón que nos impulsa a alcanzarlo.
A partir de ese punto de vista, su objetivo puede ser, por ejemplo, conocer otro país. Sin embargo, el objetivo motivador es descubrir cuáles son sus habilidades reales cuando usted está solo en un contexto desconocido. Incluso la razón podría ir más allá. Tal vez, en este ejemplo, el objetivo verdadero sería vencer la barrera de un miedo. O puede ser también ampliar las fronteras del pensamiento y deshacer prejuicios.
Entonces, cuando la razón de ser de un comportamiento es profunda, la motivación se vuelve más consistente. Es imposible aprender a motivarse a sí mismo si antes no aprender a identificar las fuertes causas que incentivan la acción. 2. Pensar en el futuro de una forma inspiradora
Lo que suceda en el futuro debe ser visto a partir de la inspiración y la pasión. El futuro tiene que estar ahí, como un imán que atrae otras cosas. Crear una visión poderosa de todo lo que deseamos alcanzar es la mejor motivación para luchar por los sueños.
Es importante proyectarse constantemente en el futuro.
¿Cómo estaré el próximo mes? ¿De aquí a un año? ¿En cinco años? Lo esencial es alimentar esas visualizaciones con expectativas positivas. Permitir soñar. Dejar de lado el miedo al fracaso. Enjugarse como alguien que avanza con coraje hacia un objetivo y que, sin importar el camino, llegará hasta él. 3. Alimentar una pasión, el gran secreto para motivarse a ti mismo. La pasión es un sentimiento extraordinario que nos hace sentir más vivos y fuertes. Una flor que no nace en todos los jardines. Es imposible vivir la pasión cuando el miedo o la rabia nos mantienen bloqueados. Estas emociones nos cansan tanto, que no dejan lugar para que crezca la llama de la pasión. Al contrario, nos roban vitalidad y nos llevan a la falta de acción. Para conseguir crear ese sentimiento, es necesario deshacer los bloqueos que nos mantienen en esa posición.
La pasión sólo nace en los espíritus libres, y todas las personas tienen la capacidad de liberarse.
4. Aumentar el alcance de los objetivos
Es posible y recomendable soñar alto y aspirar a grandes metas. Sólo si el objetivo es bastante osado aparece un deseo suficientemente intenso para alcanzarlo. Creamos pequeñas metas sólo cuando estamos desanimados o desmotivados.
Existe un ejercicio que puede ser interesante para aprender a motivarse a sí mismo. El primero en hacer es escribir el objetivo que se pretende alcanzar. Luego, multiplicar su tamaño tres veces. Después, evaluar cómo se ve el escenario después de ampliar ese alcance. Lo más probable es que la mente reaccione y diga: "¿Por qué no?"
"Nos acostumbra a apreciar lo que demanda mucho esfuerzo". Compartir
5. Construir su propio camino
Es importante comprender queel camino de cada uno es único.
Comparándolo con otros caminos o incluso temer el juicio de otras personas no tiene sentido porque es una experiencia personal, conocida exclusivamente por el individuo que pasa por ella. "Desde el principio tenemos que entender que la única persona que debemos superar somos nosotros mismos, siendo también ese nuestro único referencial de comparación".
Compartir Tanto en el momento de definir una causa, como al establecer objetivos y alimentar el deseo de alcanzarlos, siempre debemos pensar en términos individuales. Puede que existan elementos o realidades ajenas con las que podamos aprender. Sin embargo, el camino todavía se está construyendo y debe ser diseñado según las necesidades del caminante, es decir, el propio individuo.
6. Dar un paso a la vezAprender a motivarse a sí mismo significa entender la combinación de dos perspectivas: la del aquí y ahora, y la del futuro inspirador.
Se trabaja en función de las proyecciones para el futuro. Pero, se vive en función de avanzar en el presente. Por eso es importante dar solamente un paso a la vez. Esto es aún más valioso en los momentos de dificultad. Cuando hay obstáculos es más fácil sentirse afligido y perder la fe. Pero si nos mantenemos al ritmo de dar un paso a la vez, el foco será mucho más positivo y alentador. 7. Aprender a controlar el estado emocional Si alguien está deprimido o ansioso, actuará según estas emociones. Y, por supuesto, tendrá los resultados según esas acciones. Por eso es tan importante aprender a reconocer nuestro estado emocional y cómo trabajar para conseguir canalizarlo cuando sea necesario.
Por eso, es conveniente saber que hay tres grandes aspectos en lo que se materializa de nuestro estado emocional:
El cuerpo. Bajo una emoción difícil de expresar, el cuerpo reacciona internamente y externamente. De la misma manera, ese sentimiento tiene que ser controlado en ambas esferas. A través de la respiración conseguimos regularizar los procesos fisiológicos. Con la postura y la actitud corporal, reposicionamos el cuerpo. El lenguaje.
Cuando existe la depresión o la ansiedad, aparece un conjunto de expresiones que reflejan esas emociones. Por ejemplo: "no voy a conseguir", "esto es muy difícil" o "me siento cansado con todo". Al detectar estas expresiones, es necesario transformarlas. Por ejemplo: "Una parte de mí piensa que no va a conseguir, pero yo no conseguirá si seguir pensando de esa manera".
El foco.
Cuando existe un estado de humor negativo, la atención comienza a centralizarse solamente en los aspectos negativos de la realidad. Es ahí donde la voluntad opera y lleva esa mirada a una nueva perspectiva con un toque más positivo y evaluando diferentes alternativas. Además,
en el camino para alcanzar grandes metas vamos a necesitar hacer pausas muchas veces. Estas pausas cumplen con el deber de ofrecernos un descanso para poder controlar las emociones. Lo importante es desarrollar la habilidad de identificar los sentimientos que nos bloquean y redirigirlos.
- 8. Promover el ciclo del éxito Se sabe que el ciclo del éxito siempre funciona de la misma forma. Todo comienza con las creencias. Si una persona cree en ella misma y en su objetivo inspirador, todo se vuelve más dinámico. Las convicciones o creencias se transforman en acciones, que están caracterizadas por la firmeza y la contundencia. Lo que pasa después es la conquista de buenos resultados. Estos resultados alimentan la fe del individuo en sí mismo y el ciclo se renueva, pero cada vez se vuelve más fuerte.
- Lo contrario también puede suceder. La creencia de que no podemos conseguir algo nos lleva a cometer conductas equivocadas oa la simple falta de acción. En consecuencia, esto lleva a resultados muy limitados o contrarios a lo que buscamos. Finalmente, todo eso alimenta la convicción de que no somos capaces. Entonces, cada uno decide cuál de estos dos ciclos elegir como método. 9. Aprovechar la inercia
- Después de iniciar un ciclo de éxito, se alcanza un punto donde todo parece caminar solo. Es la inercia. Cada realidad suele seguir su propia dinámica. Esta inercia puede ser gratificante, pero también trae algunos riesgos. No es el momento de dejar "que todo camine solo". Al contrario. Lo que debemos hacer es aprovechar esta inercia para dar más impulso a los grandes objetivos.
De la misma manera, la inercia negativa debe ser combatida con rapidez y coraje. Un problema sólo atrae más problemas. Un conflicto que se deja de resolver acaba creciendo y causando más estragos. Cualquier descuido tiene el poder de llevarnos a la inercia destructiva. La solución es imponer un límite. Incluso, al considerar necesario parar para interrumpir una dinámica improductiva.
Motivar a sí mismo es un proceso.
No es algo que se logra de un momento al otro. Una vez alcanzado, tampoco es un aprendizaje que dura para siempre. Es necesario mantener la voluntad de alimentar la motivación cada día. Conseguir esto es difícil y perder es mucho más fácil. Especialmente cuando estamos programados para no creer, no soñar ...
Todo ese esfuerzo vale la pena. Una persona motivada es capaz de conseguir cualquier cosa. Los obstáculos internos siempre son los más difíciles de vencer. Y cuando la persona logra eso, su vida cambia. Ella se siente más viva y dueña de su destino. Ella se siente realmente libre.