Parece que hoy en día jugamos para no mostrar de lo que nos gusta, para no aventurarnos por miedo al rechazo, para esperar que el otro nos diga lo que siente y entonces podemos decir lo que sentimos también. Parece que jugamos sin importarnos con quien tenemos a nuestro lado, vivimos pisando la punta de los pies, con miedo de profundizarnos. Parece estar de moda no decir lo que se siente.Tenemos miedo de mostrar nuestra alma, desnudarnos para que vean quién realmente somos.
Nos aterrorizamos con la idea de mostrar nuestros miedos, de caer y tener que dejar que alguien nos levante.Tenemos tanto miedo de atravesar la superficie de todo lo que nos rodea, que preferimos callar y oír de detrás de una armadura.Parece estar de moda no decir "te amo".
¿Cuántas veces has dicho eso hoy? ¿Cuántas personas realmente amas? Por supuesto, usted ama a más personas que aquellas para las que suele decir "te amo". No decir lo que sentimos no nos protege de nada, simplemente cierra nuestra boca, pero no disminuye nuestros sentimientos.No decir lo que se siente no es una buena moda, porque nos aleja de quien amamos y nos impide mostrar a ellos que los apreciamos. Decir lo que sentimos nunca debería salir de moda.
El miedo a decir lo que sentimos
El miedo de expresarse, de liberar nuestros sentimientos más profundos, es un mecanismo de defensa. Una manera de protegernos ante la desilusión y el sentimiento de abandono y, en definitiva, de no sentirnos vulnerables. Es normal que sea difícil decir "te amo" cuando empezamos una relación, estamos felices de él y nos gustaría que durara para siempre. Así como agradecer el amor que nuestros seres queridos nos dan. Incluso, a veces no lo hacemos porque creemos que ya lo saben, pero ¿qué hay de malo en decir lo que sentimos?
Lo que no decimos queda atrapado dentro de nosotros, formando un nudo que a veces duele.Lo que no decimos nos persigue y nos lleva, porque nos transforma en prisioneros de nosotros mismos, ya que nos aleja de las personas que amamos y nos desconecta de nuestras emociones.
Aunque esa moda pase, que las relaciones donde las demostraciones de amor que tenemos ganas de dar desaparecen y surjan aquellos donde se piensa que el otro sabe de todo sin que necesitamos hablar, debemos de aventurarnos e intentar decir y demostrar el amor, demostrar nuestro interior y despirar nuestra alma.Vale la pena deshacerse de la armadura, abrirnos sin defensas para mostrar a los demás lo que hay dentro de nosotros.
Puede ser que mañana sea tarde¿Qué esperamos para decir al otro que lo amamos? ¿Qué falta para lanzarse y ver qué pasa?Un rechazo es siempre mejor que una duda eterna sobre lo que podría haber ocurrido.
Mostrar lo que sentimos no nos hace peores, débiles y ni ignorantes, por el contrario. Decir lo que sentimos nos hace libres, auténticos y sinceros porque nos mostramos de la forma como somos, dejamos que vean nuestra esencia.
No esperemos mañana, no dejemos el tiempo pasar. No facilitemos para que otra persona se adelante.Expresamos lo que nuestro corazón siente y nos muestra todo lo que hay dentro de él.La moda de no decir lo que se siente acaba cuando elegimos no seguirla! ¡No debemos olvidar eso!
Decir lo que sentimos y sentir lo que decimos: la conexión es bidireccional , o sea, no se corta en ninguna de las partes. Intentamos mostrar lo que sentimos para liberarnos. Soltemos lo que quema, que nos invade y que quiere salir, hacia fuera. Intentamos decir lo que sentimos y veremos cómo la calma se apodera de nosotros al lograr vencer el miedo. Al conseguir ser nosotros mismos ...