Un niño estaba siempre de mal humor, sentía odio y peleaba con sus compañeros de clase. Un día, su padre sugirió martillar un clavo en la puerta de su habitación cada vez que discutiese con un colega. El niño martilló muchos clavos en la puerta, pero como eso era un gran esfuerzo, dejó de discutir con sus colegas.
El padre sugirió sacar un clavo por cada día en que él no se hubiera enojado, y el niño así lo hizo, pero el padre entonces mostró las marcas dejadas por los clavos en la puerta y le dijo: jamás olvide eso, la rabia y la ira, el odio dejan marcas en nuestros corazones.
La rabia y el odio como un problema
Una persona puede sentir rabia y odio como una reacción de irritación o furia causada por la indignación de sentir sus derechos violados. Todos nos indignamos en alguna ocasión porque sucedió algo injusto en nuestro entorno (un político que ha actuado de forma fraudulenta, una mujer que ha sido abusada) y esa indignación ante una injusticia es digna de respeto.
Pero el problema surge cuando la ira y el odio se utilizan como una cobertura para nuestro miedo, para algo que hemos hecho mal. En estos casos, cuando la indignación ya no tiene el objetivo de reaccionar ante una injusticia, se convierte en una simple manifestación de ego, que demuestra la incapacidad de controlar y gestionar adecuadamente nuestras emociones. La rabia y sus causasDe acuerdo con Raymon Novaco, especialista en psicología de la rabia,
esa es una emoción que tiene una importante función comunicativa que nos permite expresar nuestras emociones negativas
, pero muchas veces se confunde con la agresividad, que es un comportamiento. La frontera entre ellas es a veces complicada. Novaco argumenta que existen cuatro tipos esenciales de provocación que pueden ser la causa de nuestra indignación:La frustración o incapacidad de satisfacer una necesidad o deseo puede generar sentimientos de rabia en nosotros, como por ejemplo cuando nos enfrentamos con una mala nota en una prueba, o con una persona que no llega a su compromiso.
Eventos irritantes como un ruido en el piso de arriba que no nos deja dormir, o incluso una llave que perdemos y no encontramos puede generar furia.
- Las provocaciones verbales o no verbales, si se ven como algo personal, pueden dejarnos con rabia. Un comentario sarcástico de un amigo. Un coche que nos sobrepasa a alta velocidad y aún usando la bocina. La falta de corrección y la injusticia, como una crítica descabellada que alguien nos ha hecho o un acontecimiento injusto como la muerte de alguien de forma violenta pueden ser otras causas de rabia.
- Los síntomas y las consecuencias de la rabia y el odio
- Detras de la rabia y el odio podemos encontrar la baja autoestima, la inseguridad, la inmadurez emocional, el egoísmo, la impaciencia, la falta de tolerancia o la frustración.Detrás de toda rabia excesiva e incontrolada, está siempre un niño (un ser inmaduro e imprudente), frustrado y con miedo
- , de acuerdo con el psicólogo Bernabé Tierno. Para liberarse de su propio miedo, dar ánimo a sí mismo y asustar a los demás, la persona utiliza la indignación, la furia y la violencia destructiva.
Puede ser un adolescente de 16 años o un adulto de 50 o 70 años, sus miedos le llevan a comportarse como un niño de 3 años, caprichoso y con miedo, que se enfada porque sacaron su juguete.
La rabia es la armadura con la que una persona puede protegerse contra la impotencia de que, a veces, sus deseos pueden no ser realizados. La rabia y el odio que una persona desarrolla pueden tener consecuencias importantes, como relaciones superficiales con otras personas o basadas en el dominio , la necesidad de obediencia, culpa y remordimiento, soledad, falta de empatía con los demás, creer que está siempre bien.Cómo actuar frente a una persona con rabia
Cuando somos el blanco de la rabia y el odio de otra persona, lo mejor que hacer es alejarse , pero a veces no es posible y usted puede tomar algunas medidas simples para no dejar que la rabia y el odio de esa persona sean desagradables contigo: No dejes que ella lo ataque cuando quieras.
No pierda tiempo contradiciéndola.Recuerde que usted es la persona fuerte y la que está gritando es la débil.
Si la situación está a punto de quedar fuera de control, salga de ella
y vuelva a una reflexión conjunta cuando todo esté más tranquilo.