Usted es un buen oyente?

Es posible conocer mucho sobre los demás por lo que dicen y cuentan. Un buen oyente puede aprender mucho sobre las personas, sus intenciones y mensajes subyacentes.La escucha activa es fundamental a la hora de comprender a los demás; la audición es una capacidad física, pero el escuchar es una habilidad social.

Oyendo activamente, captamos lo que la otra persona intenta transmitir, además de animar a que continúen hablando. Es esencial que el otro perciba que usted lo entiende, lo que le hará abrirse más a usted. Si duda, saber escuchar es una de las mejores cualidades que podemos cultivar como personas.Dentro de la comunicación todo cuenta - no sólo lo que decimos, sino también nuestros gestos y nuestra expresión corporal en general. Saber leer más allá de las palabras, en los gestos de los demás, ayuda mucho.

Es muy triste, pero

está probado que escuchamos sólo la mitad de lo que nos cuenta nuestro interlocutor, y luego no recordamos más que la mitad de eso.Difícil, ¿no es así? Normalmente oímos lo que queremos, así como vemos lo que nos interesa, y, al fin y al cabo, buscamos en las palabras de los demás confirmaciones de nuestras expectativas.Evidentemente, con ese panel, los equívocos y malentendidos están en el orden del día. Al final, el mensaje llega distorsionada y llena de errores.El problema es que todos reaccionamos según lo que creemos que el otro quiere decir, y, si hemos captado mal, nuestra reacción será inadecuada, y pueden producirse conflictos que ninguna de las partes buscaba.Beneficios de escuchar activamente

Al escuchar de manera activa, podemos:- Entender mejor lo que se espera de nosotros.

- Desarrollar una relación más armoniosa con nuestros compañeros de trabajo, familiares, amigos y compañeros amorosos

- Resolver más fácilmente los problemas.

- Captar significados subyacentes.

Cómo mejorar nuestra capacidad de escuchar

Decididamente, todos podemos mejorar en este ámbito; aquí van algunas ideas sobre cómo hacerlo:

1.

Ten paciencia y calma.

Dé tiempo para que su interlocutor se exprese con tranquilidad, no todo el mundo es un comunicador nato.

2.Concentrarse en lo que está haciendo. No te quedes pensando en lo que sucedió ayer o en lo que tienes que hacer después. No haga tres cosas diferentes mientras escucha.

3.Concentra en la persona que está escuchando.Esto es fundamental: no te quedes pensando en lo que vas a decir a continuación. A veces puede suceder que, en vez de escuchar al otro, estemos escuchando sólo nuestros propios pensamientos, afirmando o negando internamente cada cosa que nos dicen. En otras palabras, no escuche sólo a sí mismo.

4.No deje que su mente viaje.Haga esfuerzo para no tener distracciones mentales.

5.Haga preguntas. Esta es una buena manera de empezar la conversación con otra persona y darle la oportunidad de expresarse.

6.Resuma lo que está oyendo. Esta es una gran manera de aclarar las cosas. A veces la gente no dice lo que realmente quiere decir, y resumir las ayuda a verbalizar más claramente sus sentimientos e ideas.7.

Observe el lenguaje corporal y lo que no se dice.Escuche los sentimientos y las ideas subyacentes a las palabras. 8.

No interrumpa. Esto es algo muy desagradable para quien está tratando de comunicar una idea. Es bueno, de hecho, hacer una pausa corta antes de hablar. Esto ayudará a la otra persona a sentir que no hay prisa y que ella lo está escuchando de verdad.Es muy importante que aprendamos a escuchar a los demás, pero, aunque parezca una cosa simple,

son realmente pocas las personas que saben escuchar de verdad, con un interés sincero en lo que el otro tiene que decir.Si nos esforzamos para escuchar activamente, no tendremos nada que perder y mucho para ganar, pues ese simple detalle puede cambiar nuestra vida y nuestras relaciones personales. Después de todo, ¿quién no quiere ser oído?