¿Por qué comemos sin hambre?

Todos nosotros, en algún momento de la vida, ya devoramos todo lo que encontramos en la nevera o en la despensa incluso sin hambre. E incluso en la calle caímos en tentación y compra galletas, bocadillos o un delicioso helado en el verano.

Pero, ¿te acuerdas si realmente sentía hambre en esos momentos? Para empezar, vamos a dar una definición de hambre que consta en muchos diccionarios y que usamos como referencia. "El hambre es una sensación que indica la necesidad natural de suministrar alimentos al cuerpo, producida por sustancias que operan a nivel cerebral en el hipotálamo".

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Si usted mira hacia atrás y piensa en aquellos momentos que hablamos al principio de este artículo,percibirá que sintió ganas de comer aunque no tenía hambre.

Ciertamente usted no notó ningún movimiento en las vísceras o, en un caso más grave, la disminución de la glucosa que causa fatiga y mareos. Lo importante es percibir si estamos comiendo porque sentimos hambre o no. Esto va a hacer toda la diferencia y ayudarnos a controlar las tentaciones.

De esa forma, usted percibirá cuántas veces come sin un hambre real. ¿Por qué actuamos de esa manera? Estamos fuertemente influenciados por el humor y las situaciones cotidianas.

Situaciones que nos hacen comer aun cuando no sentimos hambre

1- El estrés del trabajo o de los estudios

Estas situaciones pueden provocar algunas manifestaciones físicas como fumar, comer o beber excesivamente.

Además, en esos momentos podemos perder el control de diferentes formas: el más común es elegir inconscientemente alimentos poco saludables (grasas, dulces, salados).

Usted pierde la noción de la cantidad que consume , come en la hora equivocada y alimentos que no hacen bien para la salud.

Estos "lechones" entre las comidas acaban generando más estrés, ansiedad e incluso arrepentimiento o frustración por el hecho de haber comido demasiado.

2- La preocupación por los cambiosEs muy común oír a la gente diciendo que no pudieron dormir bien porque estaban preocupadas y se levantaron en medio de la noche para comer una merienda.

A veces comemos para tratar de calmar el nerviosismo , como si estuviéramos tratando de calmar los ruidos del estómago.

Por eso, es necesario identificar si la situación que estamos viviendo es estresante

o inusual para entender por qué tenemos esa voluntad de comer.

La preocupación con algo que no va bien y la voluntad de alcanzar los objetivos que ese cambio nos trae causan preocupación y estrés. No conseguimos dormir bien, pasamos todo el día pensando en las consecuencias de ese cambio y esta situación puede influir en nuestro apetito.3- Los medios de comunicación influyen en nuestro apetitoEl mundo de la publicidad sabe muy bien cómo provocar emociones y se aprovecha de ello para aumentar las ventas y para que su eslogan no salga de nuestra cabeza.

Con base en eso, ver o oír el anuncio de un producto alimenticio provoca la voluntad de comerlo . ¿Cuántas veces has visto el anuncio de un refresco y se fue a la nevera para recoger una botella?¿Qué hacer para controlar estas reacciones?

¿Cuántas horas estás sin comer?

Si es menos de tres horas, trate de no comer nada, sin duda usted todavía no tiene hambre.

Pare por un momento

, respirar profundamente y percibir si está nervioso o estresado. Si está nervioso, no tiene hambre, pero necesita deshacerse de ese torbellino emocional. Usted está viendo una película, una serie o cualquier cosa en la TV y ve algún alimento que le agrada. Antes de comer algo o tomar un refrigerante, tome agua. De esa forma, percibirá si siente hambre o sed.

Es necesario reconocer y aceptar cualquiera que sea la razón de comer sin hambre; identificar la causa y hacer frente a la situación para encontrar una solución.