La historia de Christian, el león, es una de las historias más sorprendentes de amor verdadero que puede suceder entre el hombre y los otros animales. Se trata de una historia real, que está documentada en diversos medios y que plantea algunas preguntas aún no respondidas. Todo empezó en Londres en 1969. Dos jóvenes australianos, llamados John Rendall y Anthony "Ace" Bourke, fueron a hacer compras en Harrods, una de las más famosas tiendas de departamentos del mundo. Para su sorpresa, descubrieron que un cachorro de león estaba a la venta. Era sólo un filipe y el dueño quería deshacerse de él porque había destruido su mercancía la noche anterior.
"Un país, una civilización, puede ser juzgado por la manera en que trata a los animales."
-Mahatma Gandhi-
Los jóvenes compraron el león y lo llevaron a casa.
Junto con algunas amigas, empezaron a criar al cachorro y percibieron que era bastante sociable y simpático. Cuando el pequeño cachorro cumplió un año de edad, ya no era posible crearlo dentro de casa. Ellos decidieron entonces llevarlo a una tienda de muebles que ellos mismos administraban y que, curiosamente, se llamaba "Sophistocat" (algo como "conociendo al gato"). El triste adiós de Christian, el león
Rendall y Bourke no pensaron que su pequeño amigo crecer a un ritmo tan acelerado.
Dentro de poco tiempo se hizo imposible mantenerlo en la tienda de muebles. Él ya no cabía en ningún otro lugar y, sin querer, causaba muchos daños en cualquier lugar. Por eso, la pareja buscó un sacerdote que era amigo de ellos y le pidieron que dejara al león en el cementerio de la parroquia. El sacerdote estuvo de acuerdo. Christian, el león, continuó creciendo. Él se había convertido en adulto y comía desenfrenadamente. Mantener tu dieta costaba una fortuna a tus amigos humanos. Ellos empezaron a percibir que muy pronto sería imposible que Christian continuara viviendo en Londres.
Después de todo, era un animal salvaje. ¿Y si se quedara peligroso? Christian siempre se mostraba muy amigable, pero nunca se sabe ... Dos actores de cine visitaron a Christian y sugirieron a los dueños que lo pusieran en manos de George Adamson, un famoso conservacionista de Kenia. Él se encargaría de llevar a Christian de vuelta a su hábitat natural, permitiendo así que pudiera vivir como un verdadero león. Los jóvenes estuvieron de acuerdo; incluso si se siente muy tristes, esta sería la mejor opción para todos. Christian, el león, vuelve a la selva
Los jóvenes acordaron llevar a Christian hasta el Parque Nacional Kora, en Kenia. Era el lugar ideal para que él comenzara una nueva vida. El amigo conservacionista lo colocó junto con otro león macho, más viejo, que todos llamaban "Boy". Y también con una hembra, para que formar una nueva manada. Poco a poco los animales se fueron alejando de los humanos, hasta que un día no volvieron más.
Un año después de ese acontecimiento,
Rendall y Bourke tomaron la iniciativa de ir a visitar a Christian.
La idea fue considerada un poco loca. Christian ya había vuelto a su hábitat natural y ahora actuaba como un león común. De todos modos, los jóvenes querían por lo menos verlo y saber que estaba bien. El conservacionista les advirtió que debían tener mucho cuidado, pues Christian podría atacarlos. Los jóvenes se dirigieron al parque nacional Kora y esperaron algún tiempo. Entonces comenzaron a llamar por Christian, pero éste no apareció tan rápidamente. Por fin, vieron un león que caminaba cautelosamente entre las piedras. Los jóvenes continuaron llamando. Rápidamente, el león reaccionó y fue al encuentro de sus viejos amigos. En cuanto a todos los conjuros, Christian se acordaba perfectamente de ellos.
Él los abrazó y lamió sus rostros. Todo esto fue grabado en un vídeo. Una historia sin respuestas Un año después sucedió algo aún más extraordinario. Después del último encuentro, Christian regresó a la selva. Los jóvenes constataron que se había convertido en el rey de una banda de leones. Pero, de una hora a otra, había desaparecido.
No se supo nada más de él durante más de nueve meses. Sus amigos humanos, sin embargo, quisieron visitarlo de nuevo.
Sin saber cómo, ni por qué, un día antes de la llegada de los jóvenes, Christian volvió a rondar las cercanías del Kora. Al día siguiente, la misma escena del primer encuentro se repitió. El león primero los miró cautelosamente y luego los abrazó, como si fuera el mismo cachorro que ellos habían creado. La única diferencia es que Christian había duplicado de tamaño desde la última vez que los jóvenes lo habían visto. La historia de Christian y sus amigos humanos se ha convertido en un documental que contiene imágenes reales. También se ha escrito una novela basada en su historia e incontables artículos en varios periódicos y revistas del mundo. Aún no hay explicaciones definitivas sobre esta hermosa y maravillosa relación entre una "fiera" y dos jóvenes que decidieron dar su cariño y, lo que es más importante, un futuro llevando las necesidades del animal en consideración.