Rir, llorar, saltar, girar, volver, decir adiós, poner reticencias, lidiar con la vida, enamorarse, comer chocolate, oler un buen perfume, engañar, errar, escribir un yo te amo, aliviar el corazón en el corazón prisa, escuchar su canción preferida, sorprenderse, aburrirse, pensar, suspirar ...
Podríamos continuar con esta lista hasta el infinito.Dar rienda suelta a nuestra imaginación y pensar en todas aquellas cosas que valen la pena y nos dan alegría.Sin embargo, este texto es sobre todo un "tomara". Un tomara que usted viva todos los días de su vida. Pero que los viva de verdad, días bien vividos.
Deberíamos experimentar escalofríos todos los días. Deberíamos cantar, bailar, hablar y gritar. Sin embargo, lo que pasa es queacabamos por transformarnos en robots. En las máquinas de la vida.En cuerpos con cabeza de calendario que llevan en el pulso el reloj que sirve más para combinar con la ropa que para dar color a la vida.
Llega de autoengano, la vida es breve y la desperdiciamos
No se engañe, porque ya no le hace falta tener la mejor y más reciente tendencia del mercado, hacer un viaje de lujo, tener un enorme éxito y conseguir el cuerpo ideal a golpe de bisturí. Aún más cuando llega a cierta edad, nada de eso vale tanto como antes. El gran problema es que perdimos tiempo sin darnos cuenta.
Como dijo John Lennon, "la vida es lo que sucede mientras usted está ocupado haciendo otros planes".Como si no hubiera un límite de tiempo, cuando en realidad el tiempo es el más finito que hay y que siempre llegará al fin.Somos los seres de las dudas constantes. Nos levantamos todos los días como si tuviéramos la eternidad para comprender en qué consiste realizar nuestros objetivos y dar un paso más allá de nuestras metas.
CompartirNos olvidamos de que la huida de la arena pasando al otro lado del reloj de arena es nuestra oportunidad de pasar al otro equipo y seguir escalando la montaña. También nos olvidamos que en este momento esta es la única vida que estamos seguros de que podemos compartir.
Lo que aprendemos con el tiempo Pero
comenzar a construir ese trayecto es una cuestión, muchas veces, de tiempo y de amor propio (aunque sea por necesidad).
Hay un texto, de la autoría de Jorge Luis Borges, que nos habla precisamente de esto, de la necesidad de ser conscientes de que el pasar del tiempo es, muchas veces, lo que nos da mayor conciencia de nuestra vida. Con el tiempo aprendí su sutil diferencia que existe entre atrapar a la mano de alguien y encadenar un alma.Con el tiempo aprendí que el amor no significa apoyarse en alguien y que la compañía no significa seguridad.Con el tiempo empecé a entender que los besos no son contratos, ni los regalos son promesas. Con el tiempo aprendí que estar con alguien sólo porque ofrece un buen futuro sólo significa que tarde o temprano usted querrá volver a su pasado.Con el tiempo usted se da cuenta de que casarse sólo porque "está a la hora" es una clara advertencia de que su matrimonio será un fracaso. Con el tiempo comprendí que sólo quien es capaz de amarlo con sus defectos, sin querer cambiar nada, puede darle toda la felicidad que usted desea.Con el tiempo usted se da cuenta de que si está al lado de una persona sólo para no sentirse solo, irremediablemente acabará deseando no volver a verla.
Con el tiempo usted percibe que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero. Con el tiempo entendí que los verdaderos amigos se cuentan en los dedos de las manos, y que quien no lucha por la amistad, tarde o temprano se quedará rodeado de amistades falsas.
Con el tiempo aprendí que las palabras pronunciadas en un momento de furia pueden seguir angustiando para toda la vida a la persona que lastimamos. Con el tiempo aprendí que cualquiera puede disculpar, pero perdonar está apenas al alcance de las almas grandiosas ...
Con el tiempo comprendí que si lastimamos severamente a un amigo, probablemente la amistad jamás volverá a ser igual. Con el tiempo te das cuenta de que aunque seas feliz con los amigos que tienes, un día llorará por aquellos que dejaron huir.Con el tiempo usted percibe que
cada experiencia vivida con cada persona es única.
Con el tiempo usted constata que aquel que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o depreciaciones multiplicadas al cuadrado. Con el tiempo usted aprende a trazar todos sus caminos para hoy, pues el mañana es muy incierto para hacer planes. Con el tiempo comprendí que
apresurar las cosas o forzarlas a suceder hará que al final no sea lo que esperábamos. Con el tiempo usted percibe que en realidad lo mejor no es el futuro, sino el momento que estaba viviendo precisamente en aquel instante. Con el tiempo usted verá que aunque sea feliz con aquellos que están a su lado,
un día sentirá una nostalgia tremenda en relación a aquellos que ya estuvieron consigo, pero que ahora ya no están. Con el tiempo aprendí que intentar perdonar o pedir perdón, decir que ama, decir que falta, decir que necesita, decir que quiere ser amigo ... frente a una sepultura ... ya no tiene ningún sentido ... Pero desgraciadamente ... sólo percibimos esto con el tiempo.
Adiamos nuestra vida para una época mejor, donde el día tenga más horas, o para cuando sea posible cumplir nuestros objetivos. Y con esto olvidamos que nuestro reloj no conoce el mundo que va más allá de las 24 horas que él puede marcar y que la opción que tenemos actualmente es la de luchar por nuestros sueños.
Nos olvidamos que vivir es entender que el tiempo pasa sin rodeos y que él nos da la opción de apreciar las pequeñas cosas que el hecho de amarnos de verdad nos ofrece. Vivir consiste precisamente en esto, en saber reconocer y apreciar los caminos que nos dan pistas para comprender que nuestra alma gemela está dentro de nosotros mismos, y que no tiene mucho sentido buscar allá afuera la cosa más importante que la vida nos da.