Puede ser que mañana sea demasiado tarde para pedir disculpas, demasiado tarde para intentar, demasiado tarde para creer, demasiado tarde para un abrazo, demasiado tarde para un "te amo", demasiado tarde para un"me extraño"que ya durará para siempre ... Y eso es terrible, principalmente porque
no damos importancia a la vida cuando tenemos el corazón fresco.Pero mañana puede ser que alguien que conozca envíe su último mensaje o diga sus últimas palabras sin saberlo. Y esa persona también puede ser tú. Entonces usted va a quedarse pensando en cuál fue su último mensaje, sus últimas palabras o su último abrazo y va a querer que sea algo que emocione, que demuestre y exprese con sinceridad todo el amor que nos une a este mundo.
La verdad es que es imposible saber cuándo vamos a dar el último suspiro, cuando será la última vez que vamos a dar una carcajada o que nuestras lágrimas van a brotar de nuestros ojos.
CompartirSea como sea, que no nos tome desprevenidos
Sea como sea,
deseo que usted ya haya arreglado el tejado antes de que lluevapara que usted no sea atrapado por sorpresa en el momento de la despedida.Porque el de
"nunca es demasiado tarde"llega siempre demasiado pronto.Y cuando eso sucede, duele. Pero, aunque dona siempre, haber aprovechado la compañía de las personas que amamos ayuda a no sumar el arrepentimiento a ese dolor.No poder despedirnos da miedo, mucho miedo. Pero sucede que, de la misma forma que nuestra vida tuvo un comienzo, sabemos que ella tendrá un final, e incluso así nos dejamos de emocionarnos, de hacer lo que nos gusta y de abrazar a quien amamos con mucha facilidad.
Una facilidad que asusta y un miedo que no ayuda en nada, principalmente porque nos hace sentir la necesidad de cerrar los ojos y de "convencernos" de que todavía vamos a tener tiempo, que nuestro corazón es joven y que no hay el motivo para suceder nada malo. Pero la verdad es que sucede, que todos tenemos que despedirnos de una forma u otra y, cuando eso sucede,decir adiós es más doloroso si antes de eso hemos desperdiciado tiempo,
silenciado palabras y olvidado de los besos, de los abrazos y de decir buen día. No se despierte sin abrazos largos y palabras cariñosas Si hay una cosa para la cual la vida no nos prepara es la muerte.
Sólo sabemos respirar oxígeno y expulsar el dióxido de carbono, nuestro cuerpo no sabe ahogarse. Porque hacer esto significaría dejar nuestro corazón vacío, y eso es incompatible con la vida y, sobre todo, con nuestro derecho a la despedida.Por eso, no se olvide de decir que ama como si fuera la primera vez, porque puede ser la última. No reclames tanto y disfrute un poco más de los defectos y de la vida, con sus banalidades y orgullosos.
Sugerir todo el oxígeno que pueda, respirar a menudo, sonríe para los niños, olvide los orgullosos y viva como si en cada momento no hubiera nada mejor para hacer.
CompartirPorque si crees que vas a pasar tu último momento trabajando, pasando tu peor camisa o escuchando la música alta del vecino, ciertamente me gustaría hacer eso si se siente maravilloso y haciendo que las personas que amas se sienten únicas y especiales.
Estoy seguro de que nadie querría que su última careta fuera de amargura, que sus últimas palabras fueran cuatro gritos o que su última acción fuese a golpear violentamente la puerta. Compartir, pero si tiene que ser así, al menosque el mundo sepa que vivimos a amarlo,
gracias a todas esas personas que día tras día abrazáramos, cuidábamos y tratábamos con cariño.Es verdad que morir nos deja aterrorizados, pero peor aún sería morir sin haber aprovechado, sin haber amado
o luchado
para ser mejor. Y debemos recordar todo esto todos los días, pero especialmente en aquellos más difíciles y que nuestros sueños se oscurecen.Porque entonces será necesario recordar que
vivir es simplemente increíble, que está lleno de pros y que la vida no tiene contras. Que estar con las personas que amamos merece sonrisas, no angustias o lamentaciones. Por eso, no esperes que sea demasiado tarde para estar con quien amas, viva como si fuera a morir hoy y aprende como si fuera a vivir para siempre. Recuerde que el día que cuenta es hoy, porque mañana puede no existir.Compartir