La memoria está lejos de ser una función exclusivamente intelectual. Los recuerdos de una persona no son como los de una computadora: no almacenan datos, sino que prestan atención a las experiencias. Esto significa que nos recordamos imágenes visuales, de palabras, pero también de olores, sabores, sensaciones, momentos ...
Se puede decir que la memoria del ser humano es una función básicamente afectiva. La información y las vivencias que se recuerdan casi nunca corresponden a datos objetivos. La memoria humana es creativa y, por lo tanto, suprime o añade elementos a los recuerdos, dependiendo de los sentimientos que están involucrados."Llegará un día en que nuestras memorias serán nuestra riqueza."
- Paul Géraldy -CompartirDe hecho, hay ocasiones en que nos acordamos de eventos que nunca sucedió.Esto ocurre principalmente con las vivencias de la infancia. Una fantasía fue vivida con tanta intensidad que acaba siendo integrada a la memoria, sin que haya realmente sucedido.Las vivencias que se recuerdan En realidad, la memoria es capaz de almacenar absolutamente todo lo que vivimos a lo largo de nuestra existencia. Sin embargo, sólo algunos de estos eventos se recuerdan conscientemente; los demás quedan sumergidos en el inconsciente.
Con toda certeza, hay un lugar en nuestra memoria donde está impresa el recuerdo del momento en que abrimos los ojos al mundo. Sin embargo, ninguno de nosotros puede darse cuenta de este hecho y esto se debe a dos razones: primero, según un estudio realizado en Canadá, las memorias de los primeros años se apaga debido a la constante producción de nuevas neuronas
. En segundo lugar, no tenemos estos recuerdos presentes porque durante esta etapa se producen varias experiencias más profundas en nuestra psique y éstas terminan siendo reprimidas, pues pueden ser intolerables para nuestra conciencia. Es lo que sucede con el Complejo de Edipo.
Aún así,muchos de estos recuerdos persisten y aparecen en la conciencia como una sensación aisladay, al mismo tiempo, muy profunda. Por ejemplo, cuando escuchamos una melodía y una emoción es activada, nos remiten al pasado, pero no podemos decir exactamente la fecha o la situación específica en que una determinada situación ocurrió.
En términos generales, se puede decir que lo que se recuerda conscientemente es aquello que exigió una gran atención o concentración y que tuvo un contenido comprensible para nosotros.
Pueden ser situaciones positivas o negativas, pero relativamente razonables y carentes de contenido emocionalmente confuso o contradictorio.Nos acordamos más de lo inusualAquellas situaciones que captan por completo nuestra atención implican el compromiso de una serie de componentes. La concentración mental, los sentidos de alerta, un fuerte sentimiento asociado y algún elemento de sorpresa o novedad que está relacionado con los tres componentes anteriores. Por esta razón, es relativamente simple recordar los acontecimientos inusuales y, por otro lado, nos olvidamos fácilmente de aquellos que son cotidianos.Nos acordamos conscientemente de aquellos momentos que, de un modo u otro, exigen una atención completa y tienen un impacto afectivo sobre nosotros. Pero estos momentos deben ser también perfectamente comprensibles para que se fijen en la conciencia , pues de lo contrario serán reprimidos.
Los momentos inolvidablesLo que no se olvida es aquello que nos obliga a vivir intensamente el presente en una situación.Aquellos momentos en que usted se siente como el universo, donde no hay nada más allá de lo que está a su alrededor y usted siente como si el mundo comenzara y terminara allí donde usted está. Esto vale tanto para las experiencias agradables como para las que son terribles.
Son los momentos en los que usted siente el pulso de la vida en su piel. No importa si es día o noche, si hace frío o calor. La única cosa que importa es que usted se siente el protagonista de una historia fugaz y al mismo tiempo eterna.
Estos instantes se vuelven tan duraderos que incluso después de años pueden ser evocados con una emoción muy similar.Casi vuelve a vivir aquel momento, pues quedan reminiscencias con intensidad suficiente para que sea así.
Dependiendo de las experiencias anteriores o posteriores a este momento, la invocación es más o menos exacta.Si lo que sucedió un evento negativo fueron momentos agradables, ciertamente es posible recordarlo con menos dramatismo y hasta con risas. Si después del evento tuvimos otras situaciones difíciles, tendremos un profundo valor de aversión en nosotros mismos.Si lo que fue vivido fue positivo y fue seguido de eventos negativos, será recordado con nostalgia
. Si lo que vino después fueron otros momentos agradables, la emoción del recuerdo puede ser muy intensa y gratificante.
La memoria es así: creativa y flexible.Es como una esponja que absorbe estos instantes únicos e irrepetibles, que marcan la diferencia de la vida. Como un gran álbum lleno de fotografías que repasamos cuando el corazón pide, y que permite comprender que no nos acordamos de días, sino de momentos.