No dormir: ¿cómo afecta su estado de ánimo?

Casi todos pasamos por etapas en las que no conseguimos dormir adecuadamente en algún momento de la vida. Esto puede ser porque no reservamos las horas necesarias para el sueño o por no tener la sensación de conseguir descansar de verdad.

El sueño no reparador puede ser la queja de que el sueño es de mala calidad. Usted no se siente descansado cuando se despierta a pesar de haber dormido las horas necesarias.Compartir

Como veremos, la idea de que es necesario dormir 8 horas diariamente es muy relativa y no vale para todos. Es decir, cada persona necesita algo diferente en relación al sueño y al descanso. Veamos un poco más sobre esto ...


Cómo diferenciar las variaciones normales del sueño de los problemas de insomnio

Es necesario saber que el número de horas que cada uno necesita para dormir varía de forma considerable. Tal vez para alguien no se necesitan más de 5 horas de sueño diario, y otras personas necesitan 10 para sentirse descansadas.

Los que duermen poco suelen preocuparse por la duración de su sueño. Sin embargo, al contrario de lo que sucede con los que padecen insomnio, no tienen dificultad para dormirse y continuar durmiendo. Como consecuencia, estas personas no presentan síntomas diurnos como la fatiga, los problemas de concentración o la irritabilidad.

Sin embargo, a veces las personas que duermen poco, por querer descansar por más tiempo, pueden quedarse horas en la cama y crear patrones de sueño parecidos a los de las personas con insomnio. Esto, obviamente, creará esa sensación de falta de calidad y cantidad de sueño. De la misma manera,

con el paso de los años la cantidad y la calidad del sueño varían , y se vuelve cada vez "menos satisfactorio". Por su parte, también podemos pasar por situaciones complicadas en la vida que nos impiden"predicar el ojo" . Como vemos, todas estas situaciones no constituyen un problema en sí mismo, pero pueden ser el inicio del desarrollo de una sintomatología diurna tan angustiante como desagradable.Compartir las consecuencias de no tener un sueño reparador

Como comentamos, la queja de la falta de sueño reparador es tan común que todos ya pasamos por épocas en que nos sentimos agotados, angustiados y cansados ​​por no dormir adecuadamente. Por lo tanto, sabiendo que nuestro cuerpo usa el sueño como una forma reparadora y para organizarse, podemos imaginar que las consecuencias de su carencia son devastadoras.

Veamos algunas a continuación:

Irritabilidad

Esta es una de las consecuencias más notables de la falta de sueño.

Cuando no dormimos lo suficiente nos sentimos tan sobrecargados que todo parece enervante e insoportable. Por lo tanto, terminamos manifestando comportamientos agresivos con todo lo que nos rodea, incluso con nosotros mismos. Gran parte de lo que sucede alrededor molesta, y hasta el menor detalle irrita en exceso. Lo peor de todo es que es algo que nos sentimos incapaces de controlar. Fatiga y estado de ánimo depresivo La ausencia de sueño reparador tiene consecuencias nefastas para nuestro estado de ánimo. Por lo tanto, la fatiga y la falta de descanso mental nos hacen sentir profundamente tristes y incapaces de realizar nuestras tareas.

Esto hace que perdamos la alegría y la voluntad de vivir, agotando nuestra autoestima y nuestro deseo por nuevos proyectos. En consecuencia, nuestra actitud será de rendición y de inferioridad.

Además, la propia fatiga puede incluso llegar a provocar alucinaciones y experiencias perceptivas extrañas o extrañas en cualquier modalidad sensorial (auditiva, visual, corporal, etc.). Compartir

Instabilidad emocional

Como ya dijimos,

la falta de sueño dificulta el control de nuestras emociones, pensamientos y comportamientos. En este sentido, la inestabilidad emocional nos impide enfrentar nuestras emociones y, como consecuencia, nos sentimos en una especie de montaña rusa. Así, puede suceder de repente sentir la voluntad de llorar, reír, o simplemente de esconderse de un mundo al que no queremos rendir cuentas por un tiempo indeterminado.

Falta de agilidad mental

La atención y la concentración disminuyen a límites inesperados.Cuando estamos cansados ​​no somos capaces de concentrarnos en nada, ni de pensar con claridad. Esto nos hace sentir profundamente aturdidos e incapaces de realizar tareas por falta de lucidez.

Esta confusión no supone una disfunción, sino una sensación que se atenúa con el descanso adecuado.

Incapacidad de tomar decisiones Como es de esperar, la falta de concentración nos impide comprender la realidad que nos rodea. Por esa razón, es probable que si no hemos dormido bien nuestros comportamientos y pensamientos son mucho más erráticos. Si las dificultades para dormir o la mala calidad del sueño persisten durante mucho tiempo, podremos encontrarnos con problemas más graves como un trastorno depresivo mayor, hipertensión e infarto de miocardio, mayor número de faltas en el trabajo y menor productividad profesional, menor calidad de vida vida y más problemas económicos.

Aprenda a optimizar su forma de dormir

Conocer las necesidades de nuestro cuerpo y de nuestra mente es indispensable para proporcionar un buen descanso. Por esta razón, nuestra tarea consiste en examinar cuáles son nuestras costumbres a la hora de acostarse y de qué forma afectan nuestro descanso.

Así, es necesario que mantenemos ciertas rutinas de forma estable. Veamos algunos de los consejos que nos dan los psicólogos: - No tomar cafeína

por lo menos 6 horas antes de acostarse.

- No fumar, ni beber alcohol

, por lo menos 2 a 3 horas antes de dormir. - No realizar ejercicio en exceso antes de acostarse.


- No ingerir grandes cantidades de alimentos y / o líquidos antes de ir a la cama.

- No comer si se despierta durante la noche.

- Mantener una temperatura agradable y reducir la luminosidad y los ruidos en la habitación donde dormir. - No acostarse con hambre.

- Evitar dormir sobre un colchón muy duro.

- Retirar la alarma de la habitación para reducir la ansiedad. - Ir a la cama sólo cuando tenga sueño.

- Si no duerme en 15 a 20 minutos, es mejor levantarse y hacer una actividad tranquila para volver cuando tenga sueño.- Mantener los horarios regulares e ir a la cama sólo para dormir o mantener relaciones sexuales.

Si a pesar de controlar todas estas variables la dificultad para dormir persiste, usted deberá consultar a un especialista

para que le ayude a resolver sus problemas. Recuerde que

"cuando se duerme, se gana vida"

y dé a su descanso el protagonismo que merece en su vida.