Cuando la lesión cerebral no quita la vida de quien usted ama, pero la cambia para siempre

Cuando una lesión cerebral no quita la vida de su familiar, pero cambia su forma de ser para siempre, nos enfrentamos a una de las paradojas más difíciles de enfrentar en la vida. El hecho de que la persona está presente físicamente, pero ya no es la misma. Cambió. No sólo en relación a la deficiencia física que a menudo acompaña los casos de lesión cerebral, pero en relación al cambio de personalidad que acarrea.

¿Cómo se puede explicar que determinada persona sigue presente en nuestra vida, pero se ha convertido en un "extraño" para nosotros? Muchas veces se convierte en una persona diferente de la que era antes. Cambió. Su forma de ser tiene otros colores y otra intensidad. Quien era un ser sociable por excelencia ahora ya no tiene esa iniciativa y demuestra apatía. Una parte de nosotros la reconoce, otra no. Por ejemplo, alguien que era educado y respetuoso, ahora, como consecuencia de la lesión cerebral, ya no es más.

El cerebro "apagó" el botón de las normas sociales. Ya no tiene el filtro que la sociedad nos impulsa a tener en determinadas situaciones. No hay autocontrol y quien no sabe que la persona sufrió una lesión va a pensar que es alguien grosero e indelicado. La persona no siempre tiene conciencia de la lesión cerebral que sufrió. Muchas veces, las personas que sufrieron lesiones cerebrales no tienen tanta conciencia de las repercusiones de ese hecho en la propia vida, así como las tienen sus familiares. La lesión cerebral a veces trae consigo esta paradoja. Incluso puede dar la sensación de ser un mecanismo de defensa para que las consecuencias de lo que la persona sufrió no sean tan perturbadoras para ella.

El hecho es que existe ese mecanismo. Es la situación patológica de las personas que sufren una lesión cerebral y se quedan con problemas neurológicos (cognitivos), pero no son conscientes de las dificultades que estos problemas acarrean. Este fenómeno se llama "añosognosia" y hace referencia a esos pacientes que no perciben sus déficit funcionales neurológicos.

Es decir, hay una cierta incapacidad de tener conciencia de las consecuencias causadas por la lesión que la persona sufrió. Tanto a nivel cognitivo, físico o conductual. Muchas veces estos pacientes no son conscientes de sus dificultades de atención o de sus reacciones explosivas. Hay casos en los que los pacientes no pueden volver a caminar y creen que es porque "alguien no los deja". No son conscientes de que esto sucede debido a la lesión que sufrieron y que los dejó en esa situación.

Las familias viven el luto de aquel que está presente ... pero ya no es lo mismo. Todo esto provoca sentimientos de impotencia y frustración en los familiares de esas personas.

No es sólo el hecho de que la persona ya no es la misma, pero de que ella ni siquiera tiene conciencia de ello. Este cambio es un luto en vida para las otras personas que la rodean. Asumir que esa persona querida sigue viva, pero que ya no es la misma de antes (su forma de ser y de estar en el mundo cambiado) es una de las tareas más difíciles que el familiar del paciente con lesión cerebral se enfrenta. Provoca un cambio en el sistema familiar. El rompecabezas explota y las piezas salen volando. Ahora hay que poner todo en su lugar, con un nuevo orden que dé sentido a ese repentino caos. Van a surgir sentimientos que nos dejan perturbados, como la envidia, la desilusión, la incertidumbre ... La culpa.Numerosos sentimientos conflictivos que van apareciendo para ayudarnos a asumir esa pérdida

que sufrimos y que estamos tratando de entender.

Por eso siempre es importante destacar que la lesión cerebral es un acontecimiento que afecta a todas las personas que se relacionan con quien la sufrió. Es un luto a partir de la vida y la vida. Es importante compartir todos esos sentimientos conflictivos para conseguir estar bien y ayudar de la mejor forma a esa persona tan querida. Recoger las piezas, encajarlas de una nueva forma que proporcione un nuevo sentido ... Es un ejercicio de coraje y sabiduría admirable que las familias que pasan por eso nos enseñan. A partir de ese texto mandamos todo nuestro apoyo a esas familias que están involucradas en casos de lesión cerebral.