No me subestime: puedo sorprender

Hay un dicho popular muy conocido que dice que nunca terminamos de conocer a una persona y que, cuando creemos que podemos conocer a alguien por entero, puede sorprendernos. Esa es una de las sensaciones más bonitas que se puede tener con alguien, a menos que la sorpresa sea negativa. En ese caso, no subestime al otro, porque usted podrá tener que rectificar su pensamiento. Cualquier tipo de relación precisa se renovar con novedades del otro que no conocíamos, y eso en realidad mejora mucho la relación si existe en las dos personas la capacidad y la motivación para sorprender. Sin embargo, los descubrimientos también tienen un lado con el que tenemos que tener cuidado, especialmente en las situaciones en que estamos conociendo a alguien por primera vez. "Yo siempre tuve pasión por detalles, por los pequeños acontecimientos, casi invisibles, que existen a nuestro alrededor. Observar a la gente nos enseña muchas cosas. "

-Marco Levy-

Dicho esto, todos hacemos hipótesis en un primer contacto con una persona sobre cómo es. Esta acción, en cierta medida, es totalmente humana y no tiene por sí sola ninguna consecuencia dañina, siendo incluso un tanto involuntaria. Si esta impresión es negativa, sin embargo, tenemos que tener cuidado porque en general acabamos intentando confirmar nuestras primeras impresiones en lugar de intentar demostrar que son falsas.
No me subestime, intente conocerme de verdad

Es verdad que hay un grupo de personas que hablan mucho más de lo que piensan y, a veces, dicen más también de lo que saben. Incluso podríamos decir que todo el mundo en algún momento ya fue esa persona. No es, sin embargo, una regla: la mayoría dice menos de lo que sabe, piensa más de lo que habla, y es consciente de más cosas de lo que realmente cree ser. Este es un mecanismo de autodefensa ante el miedo de exponernos demasiado emocionalmente, mostrarnos por completo a alguien. Otras veces

simplemente nos gusta abrirnos poco a poco

y queremos que el conocimiento no sobrepase la velocidad que el tiempo nos impone, ni la dosis de cariño e intimidad compartida. "Todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido. Y es en ese sentido que procuro aprender con él. " -Ralph W. Emerson- Por esas razones, a las que si no estamos atentos podemos acabar perdiendo grandes personas, si juzgamos a alguien de antemano podemos cometer errores que pueden traer mucho arrepentimiento más. por delante.

Dejemos espacio para lo que los demás tienen que enseñarnos, sin subestimar, ni golpear el martillo antes del tiempo sobre nadie y, a partir de ahí, podemos cultivar relaciones sanas que siempre tienen algo para enseñarnos. No me subestime o el problema será su La verdad es que no es bueno para nuestra propia paz subestimarnos, pero tampoco nos sentimos bien cuando alguien nos atribuye menos valor de lo que tenemos como personas

, porque nadie debería tener la osadía de intentar hacer que nos sintamos pequeños.
"Las personas con el alma pequeña siempre tratan de disminuir los otros"

-Carlos Ruíz Zafón- Si eso ya le ocurrió alguna vez y usted supo qué hacer para lidiar con la situación, puede sentirse muy bien por el coraje que tuvo ! Si, por el contrario, no sabía cómo manejar, puede recordar esto para que la próxima vez que alguien subestimarlo no crea un problema consigo mismo. Las personas que se comportan así probablemente poseen una autoestima baja

y no lo saben: como una respuesta para el malestar interior ellas intentan disminuir el ruido que los otros hacen.

Cuanto menos piensan de mí, más puedo sorprender Subestimar a alguien significa esperar de esa persona menos de lo que ella puede dar, y es en ese momento que rompe la cara:no se puede ser consciente de los límites ni del potencial real de las otras personas que nos rodean, pero hay quien piensa que sí, que podemos saber todo sobre el otro, y es ahí que caímos en el error. De hecho, cuando menos esperan de nosotros es cuando más alcanzamos nuestros objetivos.

Estoy cansada de escuchar a la gente diciendo que es capaz de leer rápidamente a otras personas, o de saber qué pasa con ellas. Pero estas personas no se dan cuenta de que le dan pocas oportunidades a las que ya han juzgado, oportunidades de ser diferentes de lo que se ha imaginado desde el principio.
No es raro que alguien que tenga ese pensamiento e identifique, por ejemplo, una persona como poco amable, se comporte también de esa manera que está atribuyendo a otra persona, y de ese modo se aumentan las posibilidades de recibir el mismo trato en reciprocidad y entonces confirmar lo que pensaba desde el principio.

Hay personas maravillosas que harían cosas maravillosas que nunca imaginábamos,

y hay otras personas que aparecen en el momento exacto, siendo aquel ángel con el que no contábamos. Hay quien nos sorprende un día con un detalle que demuestra un conocimiento enorme de nosotros que no sabíamos que tenían, y hay también los que crecen escalón por escalón porque creen en sus capacidades, incluso teniendo gente a su alrededor diciendo que no pueden y no van lograr. Por lo tanto, no dejes que lo subestimes, no subestimes al otro, y no te olvides del factor sorpresa con nadie, porque lo imprevisto e inesperado forma parte de nuestra esencia como humanos y, por tanto, de la propia vida.