Haga algo que te dé miedo todos los días

El miedo es una de las fuerzas que nos lleva a emprender grandes obras de defensa oa esclavizarnos, a construir mecanismos para cuidar de nosotros mismos, oa aislarnos y colocar un muro frente al mundo. Por lo tanto, usted debe vencer el miedo, encararlo de frente para que no quede fuera de control. Sigue esta propuesta: haz algo que te dé miedo todos los días.Es muy probable que las personas que lo aman no lo inviten a hacerlo con el objetivo de protegerlo. En realidad, a menudo intentará persuadirlo para que no se exponga, no arriesgue y no experimente la incomodidad de enfrentar el miedo. "El hombre que tiene miedo sin peligro inventa el peligro para justificar su miedo".

-Alvan-

Ellos lo hacen de buena fe.
El miedo no es exactamente una sensación agradable

, aunque hoy hay muchas personas adictas a riesgo. En condiciones normales, lo sentimos como una preocupación de la que buscamos librarnos cuanto antes. La desventaja es que así acabamos construyendo estilos de vida que nos mantienen estancados. Salga de su zona de confort para vencer el miedoLa zona de confort está en cualquier lugar en que tenemos todo bajo control fácilmente.

Es otra manera de nombrar la rutina, el conocido, el familiar y, por eso, lo que nos invita a permanecer flotando, sin desafiarnos, sin crecer, sin avanzar.

Es claro que es muy sano tener zonas de confort.

Espacios físicos y emocionales que nos permiten dejar de lado las preocupaciones y apagar el interruptor de tomar decisiones y aprovechar las pequeñas cosas, sin otra pretensión además de estar tranquilos. Estos espacios son absolutamente necesarios para digerir las experiencias, asimilarlas, y para reequilibrarnos. Lo que sucede es que a veces ellas también actúan como burbujas que acaban separándonos de experiencias enriquecedoras. Actúan como refugios para aquellos que nunca quieren salir de nuevo. Ayudan a mantener los miedos a distancia, incluso aquellos que tendríamos que enfrentar y superar para crecer o para disminuir el sufrimiento. Por eso, cuando te dicen: haz algo que te dé miedo, básicamente lo que hacen es invitarlo a salir de sus zonas de confort.

El miedo está en todas partes El miedo, en principio, es válido como mecanismo de preservación. Cuando crece en exceso, empieza a invadir el alma de las personas. Posee una dinámica propia: alimenta a sí mismo. El miedo tiende a aumentar, a crecer solo.

Si no imprime un límite, puede aumentar desproporcionadamente.

Todos necesitamos un poco de miedo a vivir, pero también corre el riesgo de sucumbir a él, lo que sucede, muchas veces, imperceptiblemente. Usted tiene miedo de hablar en público y construye una vida en la que jamás tendrá que hacerlo, o evita cualquier situación que le lleve a enfrentarlo. Parece lógico. Lo que no es lógico es que tal vez usted esté renunciando a pequeñas y grandes oportunidades , sólo en función de ese miedo.

Así también ocurre con asuntos más relevantes como, por ejemplo, el sufrimiento. Usted tiene miedo de sufrir y entonces renuncia a bellas experiencias de vida para protegerse. O tiene miedo de la soledad y abandona su libertad para no exponerse a ella. Haga algo que le dé miedoEl punto central es que

no hay otra manera de vencer el miedo más allá de enfrentarlo.

También comienza a operar una dinámica en la cual, cuanto más usted lo enfrenta, más capaz se siente y más valiente se vuelve. El coraje también se nutre a sí mismo.

Además, al vencer el miedo, usted comienza a descubrir otros aspectos de sí mismo, aumenta la confianza y también la autoestima. Siéntese bien por ser capaz de superar esos límites. Pero es claro que, en el miedo, existen niveles. Usted no puede comenzar con lo que más le aterroriza, porque tal vez no esté listo y, en vez de nutrir su coraje, puede acabar más asustado que cuando empezó. Entonces, es así que puede ser eficaz hacer algo que te da miedo diariamente. Para ello, podemos comenzar con pequeños miedos.

Por ejemplo, si tenemos miedo de la oscuridad, podemos quedarnos unos minutos en la oscuridad total, y salir del otro lado un poco más fuertes. O simplemente caminar un poco por un camino que no conocemos y que no nos inspira confianza.Es usted, y sólo usted, que sabe por dónde empezar. ¿Te animas a intentarlo?