Existe un romanticismo exagerado que desde hace años está presente entre nosotros y que parece una idea incuestionable. Incluso puede hacer que nuestras relaciones sean insatisfactorias y que nuestra felicidad parezca estar cada vez más lejos. Su mecanismo de acción son las creencias sobre cómo debe ser el amor y cómo son las relaciones perfectas.Un ejemplo de ello es la creencia de que el amor sano debe basarse en el puro sentimiento. En la idea de dejarse llevar por el corazón y la intensidad del sentimiento del otro. Sin embargo, no solemos cuestionar el hecho de que a veces nos apasionamos por personas que no nos añaden nada o que incluso nos lastiman. Aunque podamos amar a quien no nos conviene, el amor que sentimos justifica tener que soportar todo?
Hay ciertas ideas irracionales sobre el amor que se activan de manera automática en cada uno de nosotros. Su activación nos impide tomar una decisión o repensar nuestra forma de proceder al respecto.
CompartirCómo piensa quien practica el romanticismo exagerado
El romanticismo exagerado es identificado gracias a un determinado grupo de creencias sobre el amor.
Es muy posible que nosotros mismos nos identifiquemos con algunas de ellas, pues ese tipo de romanticismo es lo que aparece en las películas, en las canciones y en la publicidad, entre otras influencias externas que recibimos.Las expectativas tienen una gran presencia en el romanticismo exagerado.
Al iniciar una relación, esperamos que ocurra ciertas cosas, al mismo tiempo que esperamos que nuestro socio demuestre ciertos comportamientos, y con el paso del tiempo, comprobamos que no todo es como creíamos. El contraste entre la realidad y las expectativas en ciertas ocasiones resultará en la insatisfacción de la pareja.También suele suceder que
después de la fase de la pasión, aquella en que todo es ideal y maravilloso, parece que todo lo que nuestro socio hace es negativo.¿Cómo puede ser que alguien que nos parezca perfecto muestre imperfección casi todos los días? El motivo es que, en esta fase, nuestra atención se dirige con cierta facilidad a las cosas "malas" oa lo que menos nos gusta, lo que puede poner la relación en peligro. Además, todo esto está fuertemente condicionado por las expectativas del comienzo.Otra creencia que representa el romanstismo exagerado es la idea de que la otra persona tiene que hacer felices
y, para ello, tiene que hacer ciertas cosas que esperamos para satisfacer. De esta forma, responsabilizamos a nuestro socio por la dirección de la relación y, si no va bien, ponemos toda la culpa en el compañero. Es decir, existe cierta dependencia.Además de todo esto, el romanticismo exagerado también implica que las parejas deben tener ciertas características y comportamientos. Por ejemplo, estar juntos el mayor tiempo posible, hacer constantemente muestras de afecto, dar regalos en el día de los novios (si es un día cualquiera no tiene la misma importancia), o que todo cambio en la relación (menor frecuencia en las relaciones sexuales o prestar menos atención) puede significar una crisis y una preocupación porque la pareja está "en las últimas", entre otros.
El débil manejo emocional en el romanticismo exagerado
En el romanticismo exagerado la gestión emocional es bastante reducido,
fruto de las creencias erróneas que prevalecen al mantener un amor desmesurado. Vamos a pensar en lo que sucede cuando no nos gusta algo. En vez de comunicarlo a nuestro compañero, podemos callar porque pensamos que no debemos discutir nunca, hasta que no podamos soportar más y las emociones y sentimientos salgan todos de una sola vez sin ningún control.
El romanticismo exagerado se basa en una cobertura mutua de necesidades.
Ambas personas firman un contrato silencioso donde el otro debe proporcionar seguridad, felicidad y todo lo que necesite. También debe conocer lo que la otra persona piensa sin tener que decir nada. En cambio, la persona se vuelve completamente a la relación y se olvida de sí misma.Esta creencia tan desmesurada sobre el amor
hace que cualquier cosa que suceda sea catastrófica. Una discusión, el olvido de un día especial, mirar a alguien atractivo en la calle, desear pasar tiempo solo o con los amigos ... Circunstancias que ocurren en otros tipos de relaciones que, en esos casos, no son sinónimos de drama.El romanticismo exagerado promueve la idea de que la felicidad o la infelicidad es proporcionada por el compañero, de modo que el bienestar y el humor dependen de ello.
CompartirComo vimos,
una idea equivocada sobre el romanticismo y el amor puede hundirse en relaciones nocivas,en que vamos a sufrir en vez de disfrutar. Por eso, es importante empezar a cuestionar las creencias que están actuando en nosotros para hacernos vivir un amor desmesurado, loco y catastrófico.