¿Qué actividad hace para sentirse mejor, que también es saludable? Si usted respondió el ejercicio físico, tiene suerte.Ejercicio físico y estrés tienen una relación inversamente proporcional.
Las personas que no hacen ejercicios físicos tienden a dar poca importancia a sus beneficios, pero de forma general, el ejercicio físico es un método eficaz y sano para combatir el estrés. Al hacer actividad física con frecuencia, podemos sentirnos menos estresados.
El cuerpo que no se mueve es un cuerpo muerto. Un niño apático sin energía es considerado un niño enfermo, que no es sano. La falta de ejercicio resulta en un empeoramiento de la salud. Además, la falta de ejercicios físicos hace imposible enfrentar situaciones extremas y promueve un metabolismo lento, poca energía, tendencia a comer exageradamente y abusar de medicamentos.
Ejercicio físico y estrés tienen una relación inversamente proporcional. El ejercicio físico ayuda a combatir el estrés.Compartir
Los problemas del estrés
El estrés excesivo perjudica la salud. Cuando permanecemos en estados de estrés durante largos períodos de tiempo, ocurren reacciones negativas en nuestro cuerpo debido a la secreción de algunas hormonas, como el cortisol.
El estrés también reduce nuestros niveles de energía. Nos cansamos más fácilmente, y eso favorece el absentismo en el trabajo y la negligencia en el desempeño de tareas y actividades. El costo personal de ello es inconmensurable. Se han asociado al estrés diversos disturbios. El estrés puede llevarnos a sufrir de enfermedades coronarias, gastrointestinales, psicológicas, respiratorias, inmunológicas, etc.
Por ejemplo, las consecuencias del estrés crónico en el sistema cardiovascular ocurren en varios niveles. El revestimiento interno fino de los vasos sanguíneos puede romperse y derramar.
Si el estrés es crónico, puede crear disturbios como hipertensión arterial, enfermedad cardíaca coronaria, taquicardia, arritmias cardíacas esporádicas, aneurismas, embolias ... Y eso sólo a nivel cardiovascular.
Es por eso que necesitamos implementar estrategias para lidiar con el estrés. Bien, el ejercicio físico es una excelente estrategia para combatir los efectos negativos del estrés. Practicar ejercicios aeróbicos mejora nuestra salud
El ejercicio es una actividad más o menos vigorosa que requiere grandes cantidades de oxígeno. Para el ejercicio beneficiarse de su sistema cardiovascular (corazón y vasos sanguíneos),
usted debe realizar un ejercicio aeróbico sostenido durante al menos 20 minutos. El ejercicio aeróbico es un ejercicio relativamente vigoroso que no excede la capacidad del corazón de traer la cantidad correcta de sangre y oxígeno a sus músculos. Aeróbica significa aire.
Cuanto más difícil es el ejercicio, más aumenta la frecuencia cardíaca. Si usted hace que sus músculos funcionan demasiado, su corazón no será capaz de proporcionar suficiente oxígeno. En este punto, usted tendrá un déficit de oxígeno y usted no podrá mantener el nivel de actividad.
Ejercicio físico como un método de relajación activo
Existen dos tipos de relajación: relajación activa y relajación pasiva.
La relajación pasiva es practicada a través de ejercicios como respiración diafragmática, relajación muscular progresiva, meditación, etc. Por otro lado, la relajación activa se puede hacer de muchas maneras. Podemos practicar relajación activa corriendo, caminando, caminando en bicicleta, nadando, bailando, etc. Es decir, podemos realizar una relajación activa a través del ejercicio físico.
La relajación activa es mejor cuando no implica competencia energética. En este caso, podría convertirse en una fuente de angustia. Hay una gran diferencia entre correr silenciosamente y hacerlo frente a los competidores en una pista de 100 metros.
Ejercicio físico y estrés
Como dijimos, el ejercicio físico y el estrés están íntimamente relacionados.
Si practicamos ejercicios físicos de intensidad moderada, es posible que seamos capaces de mantener nuestros niveles de estrés a distancia. La práctica regular del ejercicio nos ayudará tanto física y mentalmente. Vamos a quemar calorías y, además, animamos a que los efectos del envejecimiento sean reducidos. De acuerdo con la literatura de investigación médica, el tipo de mejoras que podemos experimentar al realizar ejercicios físicos son las siguientes:
Mejora del sueño
Con una cantidad moderada de ejercicios físicos, reduciremos los niveles de adrenalina y noradrenalina, lo que nos ayudará a dormir más rápido.
Además, este sueño será más reparador. Los niveles bajos de cortisol también se asociaron a una mejor calidad del sueño. Cuando realizamos ejercicio físico moderado, reducimos los niveles de esa hormona. Menor riesgo de ataques al corazón
Las personas que queman menos de 2000 calorías por semana, al no ejercitarse, son un 64% más propensas a sufrir un ataque al corazón que las personas que se queman más de 2000. No se olvide que
o el estrés es un factor de riesgo cardiovascular.
Si realizamos ejercicios físicos moderados con frecuencia, vamos a quemar más calorías. Por lo tanto, reduciremos la probabilidad de sufrir un ataque al corazón. Una forma física mejor nos da una mayor capacidad de consumir oxígeno durante el ejercicio. Esto se traduce en una menor frecuencia cardíaca en reposo, menor producción de ácido láctico y aumento máximo de la capacidad de desempeño.
Cuanto más ejercicios realizamos, más reduciremos los triglicéridos. También mejoraremos la proporción de lipoproteínas de alta densidad y lipoproteínas de baja densidad en la sangre. Las lipoproteínas de baja densidad cargan colesterol en los tejidos, donde las placas ateroscleróticas pueden ser formadas.
Mayor capacidad para enfrentar los generadores del estrés
Las investigaciones sugieren que el aumento del flujo de oxígeno hacia el cerebro aumenta la disponibilidad de glucosa.
La glucosa mejora la función cerebral. Si mejoramos nuestro cerebro, nos sentiremos menos estresados. Los niveles de catecolamina en el cerebro se reducen como resultado del ejercicio y estabilizan los cambios de humor. Esto es útil para disminuir los sentimientos de angustia y tristeza.
Como vemos, el ejercicio físico y el estrés están íntimamente relacionados. Una forma física mejor ayuda a lidiar con el estrés. El ejercicio nos hace más fuertes física y mentalmente, creando un sentimiento de mayor capacidad de controlar lo que nos estresa.