El ayuno es una práctica que existe desde tiempos inmemorialesen casi todas las culturas. En el comienzo se realizaba básicamente por motivos sagrados. Se celebraba colectivamente, en ciertas épocas del año, con la finalidad de hacer un homenaje a Dios para que se le concediera alguna gracia. De hecho, hoy en día ese espíritu todavía está presente en prácticas como la Cuaresma católica o el Ramadán de los musulmanes. La verdad es que, con el tiempo, se ha descubierto que el ayuno puede traer grandes beneficios tanto para el cuerpo y para la mente
. Desde varias perspectivas médicas la práctica se aborda como un ejercicio que permite desintoxicar el cuerpo y contribuir a la cura de diferentes enfermedades. Jejuar beneficia la mente y el espíritu, por lo tanto exige una mezcla de voluntad y renuncia. Ayunar es un acto de austeridad voluntaria. Por eso, fortalece la mente y contribuye a aumentar la capacidad de concentración. De alguna manera, deja más libre la mente para que pueda enfocarse en el conocimiento y el reconocimiento de sí mismo. Es una prueba de voluntad que, en todo caso, no debe ser llevada al punto de violentar el organismo o la mente.
El ayuno y el poder de renunciarAunque nuestra sociedad dé un gran énfasis para que desarrollamos todos nuestros potenciales para tenerlo, la verdad es que puede ser necesario más capacidades para renunciar. Algunas filosofías insisten en que
cuanto más las personas tienen, menos libres ellas son.
Sus mentes y sus corazones se ocupan de estas posesiones materiales y espirituales, y en vez de ponerlas a su servicio, terminan prendiéndose irremediablemente a ellas. Dicen que "rico no es el que tiene más, sino lo que necesita menos. Esto es cierto, en la medida en que la necesidad nos impone una perspectiva de carencia, de vulnerabilidad . Y es claro que mucho de lo que necesitamos responde más a una imposición del mercado y de la sociedad que a una carencia verdadera. Sin embargo, olvidamos o ignoramos esto con mucha frecuencia, y por eso muchos de nosotros nos convertimos en "compradores crónicos". El ayuno nos recuerda que tenemos el poder de renunciar, incluso a algo tan fundamental como la comida. Privarnos voluntariamente del alimento nos permite entrar en una nueva perspectiva. Es una práctica que nos obliga a volver los ojos sobre nosotros mismos, a percibir con mayor nitidez las señales que nuestro cuerpo envía y identificar las emociones que nos acompañan. Las personas adeptas de esta práctica afirman que la percepción y la sensibilidad aumentan notablemente durante los lapsos de abstinencia.
El resultado de este tipo de práctica, cuando se hace de manera correcta, es muy beneficioso para el mundo emocional. Se experimenta un mayor poder sobre sí mismo y eso aumenta la confianza y la autoestima. Una sensación de bienestar se produce por el éxito alcanzado y se desarrolla la tolerancia en relación a la frustración. El que ayuna suele ser más tranquilo, equilibrado y sensible consigo mismo.El ayuno y la salud
Uno de los científicos que investigó a fondo los beneficios del ayuno es Mark Mattson, jefe del laboratorio de neurociencia del Reino Unido. Sus estudios permitieron concluir que el ayuno es una práctica sana, que favorece de manera notoria el cuidado del cerebro.
Para Mattson, la práctica regular del ayuno prolonga la expectativa de vida y reduce la velocidad degenerativa de las neuronasen enfermedades como Alzheimer o Parkinson. Además, reduce los procesos oxidativos en todos los órganos del cuerpo y retrasa la aparición de enfermedades crónicas relacionadas al envejecimiento.
Pero eso no es todo.
Ayudar también aumenta las habilidades cognitivas y promueve la capacidad de las neuronas para establecer y mantener conexiones entre ellos. Esto se refleja en el aumento de la habilidad de aprendizaje y en el crecimiento de la memoria. Mattson afirma que el ayuno ofrece beneficios similares a los del ejercicio físico y mental y que lo recomendable es practicarlo una o dos veces por semana.Sin embargo, los investigadores del Instituto del Corazón del Centro Médico Intermountain, en Utah, Estados Unidos, indicaron que el ayuno reduce los riesgos de la aparición de enfermedades del corazón y genera cambios positivos en los niveles de colesterol. De esta manera, podemos ver que ayunar nos beneficia física y emocionalmente. Sin embargo, usted no debe olvidar que
este tipo de práctica debe ser realizada bajo supervisión médica , especialmente si usted sufre de alguna enfermedad.