El estrés ya forma parte del paisaje cotidiano de las grandes ciudades. La gente está siempre corriendo sin saber exactamente por qué, persiguiendo un futuro que parece estar siempre un paso delante de usted. La rutina de trabajo extenuante y la falta de tiempo para el ocio y las vacaciones son la causa del estrés.
El estrés provoca nerviosismo, ansiedad e hiperactividad, y está asociado a la gravedad y al aumento de las enfermedades cardiovasculares. Una medida simple para mantenerse sano es el resto. En varios países, las empresas tienen un espacio donde los empleados pueden tomar una siesta o simplemente relajarse un poco. El descanso en el medio del día "reinicia nuestro sistema". Esta ruptura es una gran oportunidad para salir de la línea de acciones y preocupaciones y encontrar soluciones a problemas complicados, o simplemente limpiar y calmar la mente. Después de ese descanso, la persona se siente más alerta, con más energía y produce mucho más.
Los expertos recomiendan un descanso de no más de veinte minutos. Debe haber luz en el ambiente, para que el cuerpo al despertar perciba la luz y sienta que es día. Si está oscuro a la hora de levantarse, el cuerpo no detecta correctamente el horario y siente que aún es noche. Esto explica por qué muchas personas se levantan cansadas a pesar de haber dormido durante los veinte minutos de la siesta.
La "hora de la siesta" y otras formas de reducir el estrés
En muchos países la hora de la siesta es sagrada. Las tiendas y las oficinas cierran sus puertas entre el mediodía y las cuatro de la tarde. Esto suele ocurrir en las pequeñas y medianas ciudades. En las grandes ciudades, debido al ritmo de vida, es más difícil. Si ese es su caso, damos aquí algunas sugerencias.
Utilice la hora del almuerzo para descansar. Lleve el almuerzo listo de casa y almuerza en el lugar de trabajo. Limpiar la mesa, apagar el equipo y hablar con sus colegas. Esto ayuda a relajarse.
Otra opción es aprovechar el horario de almuerzo para dar un paseo: una caminata en el parque, sentarse en el banco de la plaza o cualquier cosa que le guste.
Una vida sin estrés no es posible, pero gran parte de él es innecesario y puede ser fácilmente eliminado. Lo más importante, sea cual sea el tiempo y el lugar, es desligarse de las tensiones que vamos acumulando poco a poco, relajarse y mirar los problemas que nos preocupan de otra forma. Son medidas simples, pero si actuamos así, el estrés probablemente va a pensar un poco más antes de aparecer en nuestras vidas.