Se suele decir que no existe mayor pérdida de libertad que la inseguridad que el miedo nos provoca. Los efectos del terrorismo y de los últimos atentados vividos no recaen sólo sobre las propias víctimas, ya que el impacto emocional y psicológico asociado a la sombra del miedo afecta a todo el mundo.
El terrorismo se ha instalado en nuestras sociedades en carne y hueso. Las víctimas en los telediarios ya no viven en los países de Oriente Medio, en los que el sufrimiento a veces está "egoístamente normalizado" bajo los ojos del mundo occidental. En los días de hoy, personalizamos mucho más la angustia porque esos rostros y esas vidas nos recuerdan las nuestras. El terrorismo es esencialmente el fracaso más absoluto del ser humano. Es el germen del odio, de la incomprensión y de la maldad que, a su vez, es capaz de dividir naciones y sociedades.
CompartirEl terrorismo representa una amenaza emergente y global que afecta a todo el mundo y que, además, produce algunos efectos específicos. Entre ellos están la significativa falta de seguridad, el temor en relación a futuros ataques y su imprevisibilidad, el miedo ya menudo la falta de confianza en nuestras instituciones. Estamos ante nuevas demandas emocionales y psicológicas que necesitaremos saber cómo enfrentar.
Le invitamos a reflexionar sobre los efectos del terrorismo. El terrorismo y sus consecuencias psicológicas A menudo, se suele decir que después del atentado del 11 de septiembre el mundo nunca más fue el mismo. De tal forma que muchas personas se atreven a describir nuestras sociedades en crisis como engranajes basados casi exclusivamente en la sombra del miedo. Gracias a este atentado, las medidas de control se endurecieron, las estructuras de poder se reforzaron y todos trabajan por un propósito muy específico: la seguridad.
Necesitamos tener en cuenta que la seguridad es básicamente la ausencia del miedo
, además de un derecho incluido en la carta de las Naciones Unidas, en la que se especifica que toda persona debe y merece sentirse defendida, segura y protegida en su integridad física y psíquica. Cuando eso no sucede, perdemos nuestra sensación de control y vemos que es limitado nuestro desarrollo social y personal.
Los efectos del terrorismo y la vulnerabilidad Según un trabajo realizado en la Universidad Internacional de Valencia, existen dos fenómenos que explican cómo funcionan los efectos del terrorismo: En primer lugar estaría el efecto ola, un mecanismo que crea varios "círculos expansivos" después de el atentado o el desastre.
Las primeras olas afectan a las propias víctimas ya sus familiares. Las segundas afectan a la comunidad, la ciudad o todo el territorio. Es ahí donde el impacto emocional es tan grande que acaba apareciendo el miedo o la vulnerabilidad en relación a la posibilidad de futuros atentados. El efecto contagio, a su vez, deriva no sólo del contacto con una víctima del terrorismo, sino también de cuándolos propios medios de comunicación u otras instituciones generan el miedo y amplían aún más la sensación de inseguridad.
Casi sin darnos cuenta, ocurre un efecto dominó.
Nos sorprendió con los atentados. Y, más tarde, los programas de televisión, las redes sociales y las conversaciones que tenemos en el día a día aumentan esa sensación de vulnerabilidad, hasta el punto en que llega a limitar nuestra forma de vida o nuestro comportamiento: dejamos de viajar, desconfiamos de determinados grupos culturales ...
- No debemos ser prisioneros del miedo Un interesante artículo publicado en la revista "Psychology Today" afirma que el terrorismo habrá vencido en nuestras sociedades en el momento en que las personas comiencen a realizar cuatro acciones específicas:
- Cancelar los viajes y dejar de viajar Sentir miedo a cada hora del día y temer un atentado en las cercanías Desconfiar de las instituciones
Sentir necesidad de mudarse con la familia a lugares más seguros En un artículo publicado en la "Revista de Estudios Sociales" , el psicólogo Ordoñez Díaz afirma que los atentados buscan, sobre todo, provocar un efecto psicológico que cause gran impacto social, además de ejercer un tipo de poder vinculado al miedo ya la inseguridad.
Es posible que no esté en nuestras manos el medio o la forma de acabar con ese tipo de catástrofe. La complejidad política y los oscuros secretos que se mueven en los escenarios de la geoestrategia, la política y el armamento, hacen que se ve más como marionetas que como actores principales.
Sin embargo, para enfrentar la vulnerabilidad o la angustia, es necesario evitar ser prisionero del miedo.
- Cosas tan esenciales como para permitir tener una vida normal, relacionarse y respetar unos a otros exaltando los valores que ennoblecen al ser humano, pueden ayudarnos a mantener la calma y el equilibrio. Para ello, y para finalizar con una buena reflexión, vamos a recordar al filósofo Fernando Savater,
- "lo más importante intelectualmente no es tanto comprender los motivos de los terroristas, sino nuestros propios motivos para resistir a ellos sin utilizar las mismas armas" .