En los sueños de la mayoría de los seres humanos , Uno de los mayores deseos es encontrar a alguien para dividir esa rutina diaria llamada vida. Queremos a alguien para ir al cine, para calentar los pies, para dividir una comida, para besar la hora que quieras, para decir: ¡te amo! , y lo queremos todo tan ardientemente que muchas veces no llegamos a elegir; dejamos la vida, el momento, la circunstancia tomar partido y elegir por nosotros ese otro alguien, y ahí va a depender de una mezcla así: suerte + momento cierto + persona exacta + lugar exacto. Creer que un amor puede ser escogido o dibujado a partir de esa fórmula es condicionarse a la suerte o destino. Ya yo prefiero creer que voy a encontrar mi amor en cualquier esquina, siempre que esté preparada para recibirlo, y para eso no necesito contar con la suerte, con la balada del momento o con la sesión de congelados, para eso yo creo que voy a hacer la diferencia cuando me posicione ante mi vida sabedora de las decisiones que me hacen mejor, diferenciando las elecciones que no me garantizan futuro. Lo que tampoco quiere decir que mi manera de pensar es el correcto, sólo funciona para mí así, hoy.
Yo no ando más queriendo agradar o pasar por encima de mis voluntades , yo no quiero hombres que me lean y al final cierran el libro y se van, quiero a alguien que venga a quedarse, para estar conmigo en las mejores y peores situaciones de la vida mi vida. Relacionarse con alguien automáticamente implica entrega, pero de qué forma voy a hacer esa entrega? Eso es lo que me preocupa hoy en día; soy la que cree que el marido se encuentra en cualquier esquina, pero yo quiero más,quiero a alguien que a mi lado sea suma, sea multiplicación, que camine conmigo y juntos nos guiar.
Tener a alguien para llamar de mi amorYa pasó por mis formularios, pero hoy quiero mucho más la realidad, desnuda, cruda y dura de vivir un amor que vale realmente la pena por el simple hecho de no ser eterno o verdadero, pero por ser real y ser ahora.Una relación no necesita mucho para existir, basta que dos personas se guste y decidan pasar un tiempo juntas o una vida entera, pero nos complicamos: o porque queremos demasiado o queremos de menos, no sabemos la medida exacta para tener una buena relación . ¿Sabe por qué, en la mayoría de las veces y de los casos, no tenemos esa dosificación correcta?
Simplemente porque
no conocemos nuestras profundidades, no conocemos a nosotros mismos, no nos dejamos estar en algo realmente fantástico y maravilloso, porque conociendo el poquito que conocemos a nuestro propio respeto, no nos sentimos merecedores y, así, todo pasa a existir en esa energía de no merecer, de no haber posibilidades, de no tener a nadie que vaya a sumar con nosotros, entonces, cualquiera sirve. Nadie viene con bula o manual de instrucciones, y las relaciones, en su mayoría y sin definición de patrón, o sea, relaciones entre madre e hija, marido y mujer, hermana y hermano, cualquiera de ellos, fueron hechos para dar cierto .
Puesto que usted no está con ese extraño que no combina en nada con su vida y con quien usted decidió relacionarse amorosamente sólo para no estar sola, créeme,
las relaciones se han hecho para salir bien, porque no nacemos para estar solos, nacemos para estar con alguien. Entonces deje de torturar y buscar en esas esquinas vacías donde usted tanto ya anduvo. Haga un camino nuevo para ir a la panadería, frecuente ambientes que realmente son agradables para usted, comprar un libro, ver una buena película.
Esté en paz en su compañía y dedique un tiempo a oír; con certeza, si usted puede oír sus señales, entonces ellos estarán claros para el mundo!