La depresión es un trastorno complicado, pero tratable. Muchas personas, de todas las edades y en todos los ámbitos de la vida, pueden sufrir con ella, causando dolor no sólo en los que se diagnostican con la enfermedad, sino que afectan a los que están alrededor de ellos.A veces, cuando un amigo o familiar está deprimido, se experimentan diferentes emociones difíciles de soportar
, como impotencia, frustración, rabia, miedo, culpa, tristeza, etc. Estos sentimientos son normales y sentirlos no significa que no podamos o queramos ayudar a nuestro amigo o familiar. Así, si queremos sumar y realmente prestar una ayuda eficaz, no es bueno que descuidamos el cuidado con nosotros mismos.Al principio, para ayudar a alguien a superar la depresión, es necesario aprendercómo funciona la depresión y en qué términos y formas debemos tratarla, sin olvidar nuestra propia salud mental. Esto es fundamental para mantener un cuidado efectivo a lo largo del tiempo, y para que no paguemos un precio muy alto por nuestra ayuda.
Tenga en cuenta que la depresión es una enfermedad grave que necesita tratamiento y atención profesional.Su papel, si quiere ayudar a alguien con depresión, no es curarlo, sino apoyarlo para que pueda superar su estado.Cómo hablar de la depresión
A veces es difícil saber qué hablar cuando estamos con alguien que sufre de la enfermedad. En cualquier caso,es más importante escuchar que dar consejos
. Así, el simple hecho de hablar con alguien ya puede ser una gran ayuda. Incentivar a la persona a hablar de sus sentimientos y estar dispuesto a escucharla sin juzgar probablemente será muy buena para ella. Escuchando, decimos a la persona que estamos abiertos y dispuestos, que es su versión de la historia que nos importa.
Las personas deprimidas tienden a aislarse de los demás e incluso a desconfiar; por lo que tendrá que renovar continuamente las demostraciones de disposición si quiere que ella hable con usted. Para iniciar una conversación, usted puede comenzar diciéndole que está preocupado o que percibió que ella cambió, y que me gustaría saber cómo está. Pero, recuerde que esta es una forma de iniciar una conversación que debe hacerse con bastante tacto, puesno queremos que la persona deprimida se sienta culpable por preocuparnos.Cuando ella quiera hablar (algo a lo que tenemos que estar dispuestos, pero no forzar), usted puede preguntarle por el momento en que comenzó a sentirse así, qué sucedió para que ella empezara a sentirse de esa manera y cómo usted puede ayudarla. Y, sobre todo,anime a buscar la ayuda de un profesional, si aún no lo ha hecho.
Usted necesita ser muy delicado en ese punto, pues no todo el mundo está dispuesto a hacerlo.Para que ella se siente apoyada, diga que usted está con ella y que ella puede contar con usted,
que es posible superar este estado. Recuerde que usted se preocupa por ella, que le gusta y que, aunque usted no entienda cómo se siente, ni por qué, usted está dispuesto a ayudarla, ya que lo que importa es que se siente también.También hay frases que no deben ser dichas, entonces es fundamental que mantenemos nuestro control emocional.No diga que todo esto es fruto de su cabeza y que todos pasamos por eso en algún momento de nuestras vidas, mucho menos intente convencerla de que ella aprenderá algo con eso.
También no intente convencerla de que su vida es buena, ni exija responsabilidad con preguntas del tipo,"¿Y todo lo que está pasando conmigo? ¿No me importa ?! "Esto sólo empeorará la situación.Cuide de sí mismo mientras ayuda a una persona deprimida
Hay un impulso natural de querer solucionar los problemas de las personas que amamos, pero no podemos controlar la depresión de una persona querida. Por eso, si no cuidamos de nuestro propio estado emocional, no podemos ayudar al otro.Cuidar de su propia salud y de su felicidad es fundamental para conseguir ayudar a alguien que está deprimido. Por lo tanto, usted debe atender a sus propias necesidades antes de las del otro, para que pueda ser útil.Para eso, es importante que usted hable sobre sí mismo con el otro y que no reprima sus emociones. No se trata de hacer que el otro se sienta culpable ni de exigir responsabilidades; se trata de crear una comunicación honesta, que ayude a establecer una relación a largo plazo y que permita, también, ser más sensible. También es importante establecer límites para que su propia salud mental y su vida personal no se ve afectada. Establezca límites claros para evitar el desgaste y el resentimiento. No se trata de ser el terapeuta del otro.
Otro aspecto importante que no podemos olvidar es mantener nuestra propia vida. A pesar de ser necesario hacer cambios en la rutina, es necesario seguir adelante, cada uno con su propia vida. Por último, hay que buscar apoyo emocional, alguien con quien hablar de lo que usted siente durante el proceso de ayuda al prójimo, sin sentir que usted está traicionando a la persona deprimida. Es necesario externalizar los sentimientos, nunca reprimirlos.
Para evitar herir a la persona que queremos ayudar, también necesitamos ayuda.