Todos nosotros, como madres, padres o educadores, deseamos dar al mundo a niños felices, competentes y capaces de hacer un mundo mucho mejor. Para lograrlo, hay que enfocar al niño desde un punto de vista más emocional, íntimo e intuitivo.
La profundización de los mecanismos neurológicos de los niños es una herramienta eficaz que sirve como un punto de partida satisfactorio.Lejos de ver este tema como un vasto universo fuera de nuestro alcance, debemos aproximarnos con la curiosidad de aquellos que tienen a su disposición la mejor forma de maximizar las habilidades de los pequeños.
"Educar no es dar una carrera para vivir, sino templar el alma para enfrentar las dificultades de la vida."
-Pitágoras- El cerebro no es un cajón vacía para llenar de forma arbitraria e intensiva.
El niño tiene contacto con el mundo a través del cariño, de las emociones y, sobre todo, a través de la mirada que busca descubrir cada detalle que la rodea. Este es el verdadero canal, la forma con la que podemos sintonizar con el corazón de nuestros hijos para educar su mente.A poco les darán lo mejor de sí, enfocando toda su energía, atención y sentimientos increíbles en esas capacidades con las que crecen en armonía, en felicidad.
El cerebro de nuestros hijos anhela saborear la vida
Deberíamos enseñar a los niños a saborear la vida, y no a consumirla en dos minutos con el objetivo de encontrar una rápida gratificación.
En esta sociedad del conocimiento basada en las tecnologías, en los videojuegos y en la instantánea, los niños se acostumbra desde muy temprano a esa hiperestimulación; una tempestad de estímulos que dificultan el autocontrol y la reflexión.Lo primero que deberíamos hacer con nuestros hijos es conectarnos con ellos y viceversa. Algo que sólo se logra a partir de la técnica de "
- slow parenting", o "padres sin prisa", donde los padres respetan los tiempos, atienden las necesidades y ayudan a gestionar las emociones que a veces son demasiado para ellos .El cerebro de un niño evoluciona a un ritmo que deberíamos conocer.
- No se trata de anticipar aprendizajes o etapas de modo forzado para alcanzar competencias antes del tiempo.El secreto está en tener conciencia de que durante los primeros años, nuestros hijos van a tener un potencial que no va a volver a aparecer.
- Conocer las verdaderas necesidades de ellos en cada momento nos permitirá ser sus mejores guías.Sus propiciadores de conocimientos. De esta forma, a la hora de desarrollar el potencial cerebral de un niño, existen herramientas apropiadas:Desarrollar un vínculo adecuado con nuestros hijos.
Motivar su conducta.
- Desarrollar la empatía, comunicación y asertividad de ellos. Saber disfrutar de aquí y ahora.
- Trabajar los miedos de ellos.
- Educar en inteligencia emocional
- "Plantar" en el cerebro de ellos semillas de felicidad y seguridad.
- Educar creando conexiones valiosas en el cerebro de los niños
- Un nuevo aprendizaje es un conjunto valioso de nuevas conexiones cerebrales.
- Si ese aprendizaje es proporcionado a partir de una emoción positiva, ese conocimiento perdurará para siempre.
Esta simple estrategia nos demuestra sin duda el porqué de algunos niños fracasar en el sistema educativo, el porqué de odiar las matemáticas o detestar la lectura. Por ejemplo, un videojuego les proporcionará más complementos positivos que un libro que alguien les obliga a leer.
Porque lo que es impuesto es repudiado.Lo que ofrece estimulación y gratificación o lo que viene de la curiosidad natural del niño es que será mucho mejor asimilado.
Por eso, es necesario ser sabios y estrategas a la hora de crear esas nuevas conexiones neurológicas en el cerebro de nuestros hijos.
Está en nuestras manos saber potenciar las capacidades naturales de nuestros hijos.Tenemos que enseñar a los niños a gestionar las emociones. El primer paso será siempre aprender a gestionar las nuestras.
Para propiciar un desarrollo pleno de los más pequeños, es necesario conocer qué herramientas y estrategias tenemos que aplicar. El niño creado sobre la base del amor y el conocimiento de las necesidades es parte del éxito en este camino.
- Educar es la aventura más importante de nuestras vidas, y debemos estar preparados para ella.