Como nos gusta hablar del amor, como nos gusta ver películas románticas, como nos gusta vivir el amor en la propia piel, como nos gusta ser llamados con una mezcla de complicidad, ternura y cariño. Sentir, vivir el amor, como nos gusta hacer planes y verlos concretarse. Porque nos gusta mucho las historias que alteran el ritmo de nuestro corazón.
Así es el amor romántico, del que nos gusta hablar, el de los finales felices, pero sólo hasta el beso, sobre el día a día sabemos poco. Paramos ahí, en lo que es hermoso, en lo mágico, en la conquista y en la seducción, en el amor que a veces, incluso inconscientemente, todos buscamos y deseamos.
¡Cómo nos gusta hablar del amor! No hay nada más bonito que una buena historia de dos personajes que se conocen, se apasionan y empiezan una aventura de mover los palillos para iniciar una relación. Pero, ¿y después? No nos enteramos del día a día sin flores y pijamas, de los días en casa y de las compras juntas. No nos gusta mucho hablar de eso porque no existe tanta magia, pero eso también es hablar de amor, del amor que perdura y es real.
Todos deseamos un final feliz. Pero, ¿cómo vamos a tener un final feliz si no tenemos un camino y una evolución? El final no es el primer beso, como en las películas. El final no es el otro corriendo y saltando para dar un abrazo, el final no es un pedido de noviazgo, el final no es el matrimonio. El punto final a menudo se coloca cuando el sentimiento termina, y esto raramente se cuenta en las películas. "No hay ninguna historia de amor que tenga un final feliz. Si es amor, no tendrá final y si tiene, no será feliz. " -Joaquín Sabina-
Nos gusta hablar del amor, pero ese sentimiento es mucho más que eso que nos cuentan.
Las historias felices se construyen a dos y se trabajan en el día a día.
El secreto para superar los comienzos difíciles está en la voluntad de cada uno. Si ella es muy grande, se va a multiplicar y superar la suma de la voluntad de las dos personas. ¿Amor y felicidad caminan lado a lado? Puede ser que sí o puede ser que no, o más real, a veces sí ya veces no. El amor nos va a hacer llorar a veces, el amor va a doler y tendremos dudas, pero hay que valer la pena. Vamos a escuchar también el otro lado de la historia que no es contada. La felicidad está en muchas partes de nuestra vida, sería un error creer que está sólo en el amor.
Es ahí donde reside el error: en buscar y precisar el amor como una parte que falta en nosotros. Recuerde: somos completos, buscamos amor para sumar, no para completar.
Nos gusta hablar del amor feliz, tal vez por eso asociar esas dos palabras tantas veces. Alentados por esa ilusión, no es inusual quedarnos en los ideales. Piense que las princesas y los príncipes de los cuentos de hadas también viven el día a día y también enfrentan los desafíos de construir poco a poco una vida juntos. A pesar de esos momentos ser silenciados o no quedar bien delante de las cámaras, sería un error quedarnos sólo en las portadas de las historias. Vamos a mirar y hablar de lo que está detrás. Y ahora, seguiremos hablando del amor. Y ahora, seguiremos contando que el amor del cual también nos gustaba no se deshizo. Además, diremos que la gente continúa amándose, que después del primer encuentro, del primer beso y del primer despertar, ellas continúan pensando que están al lado de la persona que escogieron. Continuaremos hablando y contando que ellas discuten, que a veces se odian o no encuentran las palabras adecuadas para hablar, seguiremos diciendo que, a pesar de todo, ellas son felices.
Continuaremos hablando de esa historia que no empezó muy bien, que tuvo altos y bajos, que tuvo discusiones, pero que con trabajo y cariño fue posible superar las dificultades. Continuaremos contando, pero sin finales felices, sólo con finales reales.
No dejaremos de hablar del amor, pero contaremos toda la historia. Contaremos que otras veces, para las parejas, el sentimiento no fue suficiente. Contaremos también que apareció otra persona que apresuró el final anunciado de esa historia. Contaremos que no todo es vivir feliz para siempre. Hablaremos del amor, pero de todo lo demás que existe también. No contaremos sólo el comienzo, cuando todo es hermoso, hablaremos de la historia completa, de la historia real ... que es mucho más emocionante (y sí, también aburrido a veces).
