Todos queremos sentirnos bien, este es un principio difícilmente discutible. Si usted pregunta a los demás lo que desean conseguir en sus vidas, difícilmente responderán que quieren ser azarados, estar tristes o sentirse fracasados. La gente quiere sentir lo que es ser feliz y se esfuerzan por encontrar la forma de conseguirlo.
Sin embargo, a pesar de que todos desean estar contentos y satisfechos con sus vidas, muchos no saben cómo alcanzar este objetivo. Definir la felicidad hoy en día es una cosa complicada; vivimos con la paradoja de que cualquier objeto puede acercarte a ella, pero al mismo tiempo nada parece suficiente para alcanzarla.
Más que un estado subjetivo de felicidad, corremos detrás de un concepto que transformamos en un ideal. Hoy en día la felicidad se ha transformado en un mito impreso en objetos que enriquecen a pocos a costa de la insatisfacción de los demás.
La búsqueda interminable por "ser feliz"
Una simple búsqueda en Internet es suficiente para ilustrar la obsesión actual para encontrar la felicidad. Millones de artículos hablan que hacer o no hacer para ser feliz, sobre lo que dicen los científicos acerca de la felicidad, los pasos que hay que dar hasta alcanzarla o cuáles son los escalones exactos que hay que subir para conseguir conquistarla .
No sólo estamos obsesionados en alcanzarla, como también deseamos conseguirla en todas las áreas de nuestras vidas: en el trabajo, solos, en el amor, en la familia, todos los días. Buscamos en cada rincón posible las pequeñas llaves que nos ayuden a sentirnos más afortunados.Esta búsqueda es una tarea interminable ya que, de la forma que se presenta, se ha convertido en un ideal vacío imposible de alcanzar.
La actual definición que se tiene de la felicidad está más cerca del amor romántico de las películas o de la búsqueda epopeica del santo graal que de su verdadero significado. El negocio de la felicidad Las empresas y el mundo de la publicidad nunca han sido ajenos a las necesidades de sus actuales y potenciales clientes.
Ambos buscan necesidades insatisfechas y, si no existen, se encargan de crearlas o de buscar otras nuevas para introducir un producto o servicio que las satisfaga. La felicidad cautiva, vende, y todo el mundo quiere ser feliz. Las empresas lo saben y buscan, a través de estrategias planificadas, la fidelidad y satisfacción de los clientes.
Jugar con las emociones para lograr la felicidad por medio del consumo. "La felicidad se transformó en otro elemento más de consumo, como si fuera un producto que usted pudiera comprar en un supermercado pagando una cierta cantidad." -Angela Vallvey-
No es coincidencia que la crisis económica haya coincidido con la fervorosa venta de felicidad . En tiempos de crisis, la felicidad es dinero.
La dictadura de la felicidad
No sólo la felicidad se ha transformado en un objeto de consumo, sino que además se nos impone como norma obligatoria.
Pasamos de lo quiero al TENGO que ser feliz, y por el camino aceptamos mensajes del tipo: "querer es poder".Este tipo de enunciado es un cuchillo de doble filo. Por un lado emana el positivismo y la motivación del
"no hay nada imposible"
o "voy a sonreír más y me quejar menos"
, mientras que por otro lado aparece el pensamiento de "yo debería estar contento" o " "Yo quería pero no lo conseguí, así que debo haber hecho algo equivocado".En el contexto de una sociedad en crisis, donde la comercialización de la felicidad es una estrategia de venta para muchas empresas, siempre es una buena idea recordar que a veces, por más que queramos, no siempre podemos, sin olvidar que la responsabilidad de no alcanzar nuestras propias metas no siempre es nuestra. La felicidad no vive sola La felicidad es un sentimiento subjetivo
así como muchos otros, uno más entre una multitud. La vida interior de cada uno está compuesta de emociones y sentimientos que van desde la alegría y la felicidad hasta la tristeza o la frustración. Cada emoción tiene su utilidad, y todas y cada una de ellas es necesaria y cumple una función. Las emociones nos ayudan a dar significado a nuestras experiencias, de modo que es necesario vivenciarlas. "Ha sido necesario que aparezca Disney para enseñarnos que la rabia y la pena son necesarias, que nos hacen lo que somos. En "Divertida Mente" la verdadera heroína es la tristeza, y la decadencia de la Isla de la Paja del cerebro de la niña, la mejor metáfora de lo que necesitamos pasar. " -Quique Peinado- ¿Y usted, qué necesita para ser feliz?
La felicidad no tiene modelos preestablecidos ni entiende de productos genéricos con fórmulas mágicas. Cada persona tiene sus peculiaridades, gustos y preferencias.
Lo que puede hacer una persona feliz, tal vez a la otra cause infelicidad. La felicidad no pasa por comprar la camiseta con el mensaje más positivo, seguir los planes del otro o fingir sonrisas para salir bien en una foto. Es mucho más simple que todo esto, pasa por hacer las preguntas correctas y buscar las respuestas lejos de los textos estandarizados o productos vacíos. "Sí, hoy en día todo el mundo es feliz. Eso es lo que ya hablamos para los niños de cinco años. Pero, ¿no te gustaría tener la libertad de ser feliz ... de otra manera? A su modo, por ejemplo; no de la manera de las otras personas. "
-Aldous Huxley. Un mundo feliz-