Quien diera la educación despertara la misma pasión que el fútbol

¿Quién diera si algún día la educación despertara la misma pasión que el fútbol. Quien hubiera sido tan relevante y esencial que nuestros niños y jóvenes pudieran tener una educación de calidad. Una educación en la que los descubrimientos despierten la misma emoción que un gol o una cesta en el último minuto.

Quien hubiera podido aliviar a nuestros profesores, que diera que hiciera de su profesión un trabajo bien considerado y remunerado. Quien hubiera venido en nuestros niños su verdadero potencial, quien diera a los gobiernos adoptar los profesores de los mejores medios para que éstos pudieran enseñar de la forma más individualizada posible, acogiendo y resaltando los puntos fuertes de cada uno de sus pupilos.

Quien diera al adolescente que pregunta y demuestra pasión por lo que los libros cuentan despiertan la misma expectativa en los padres, en la sociedad, que el adolescente que promete ser un mejor del mundo, plata, bronce o todos a la vez. Quien diera los periódicos que aluden a nuevos descubrimientos hicieran aquellos titulares tan esperados e interesantes como los de los días posteriores a los grandes juegos.

Mientras leemos y pensamos en esos "quién diera", hay miles de niños que no tienen nada para comer, que buscan una parcela de suelo para poder estudiar un libro heredado, que miran su cuaderno de notas y no saben lo que pasó. Millares de niños que se frustran con las matemáticas, miles de análisis que no comprenden, guerras que no conocen. Guerras, prejuicios y creencias que engañan con su intención de seguir adelante, de sobrevivir.Se constata que

gran parte de los sistemas educativos del mundo son inadecuados por su insuficiencia , pues limitan el estudio a la escuela y no parten del conocimiento de los niños para potenciarlos. Aunque los medios sean diferentes, la mala educación está presente tanto en los países pobres como en los desarrollados.El efecto "doctor fútbol"

Es algo bien conocido en el contexto médico:

en los días de partidos de fútbol y en las épocas de competiciones importantes, las emergencias de nuestros hospitales se vuelven más vacías. Un fenómeno tan curioso que provoca cierta reflexión sobre nuestras pasiones. En España se realizaron estudios sobre este hecho y las conclusiones son que el 35% menos pacientes llegan a las emergencias, siendo que el porcentaje es mayor (44%) si consideramos personas con enfermedades menores o poco relevantes. La diferencia es significativa y nos hace cuestionar nuestros hábitos.Hábitos que se reflejan en la pregunta

- de respuesta obligatoria - que hacemos a nuestros niños prácticamente desde que empiezan a articular sus primeras palabras:

"¿Para qué equipo usted tuerce?" . No nos preguntamos, habitualmente, que tal vez el niño no le guste el fútbol o, por lo menos, no tenga tanto interés así. Los "obligamos" a tener una respuesta, a marcar un gol. La educación es la base de la sociedadEl secreto del éxito de la educación finlandesa, referencia clara en este aspecto, es que

sus actuaciones se caracterizan por la consideración con el profesorado

que ha sido seleccionado ya los que se les ofrece medios para que puedan convertirse en instructores maravillosos. De esta manera, la garantía que la educación

debe ofrecer es la de instruir a cada niño de acuerdo con su potencial, asegurando que cada persona pueda llegar a superarse, y no fabricando agendas generales que no dan espacio a ninguna adaptación sino a muchas frustraciones, a muchas molestias, a notas desastrosas ya pérdidas que son difíciles de cuantificar por su importancia para la sociedad, para la especie o para el planeta. El mejor sistema educativo es lo que permite hacer que los estudiantes vayan más allá y mejoren sus resultados, individualizando y flexibilizando el currículo que se propone. Es decir, transformar en realidad una propuesta educativa basada en el concepto

vygostkiano de capacidad y de potencial.Eso no quiere decir que debamos dejar de emocionarnos con el deporte. Seríamos tontos si no entendiéramos que, además de su componente lúdico, es una fuente de diversión y un contexto perfectamente válido para la formación de valores. Un equipo no sería bueno si sus componentes no entendían la importancia de la cooperación si no ponían en práctica el principio de Gestalt de que el todo es mucho más que la suma de las partes. Es un milagro que la educación sobreviva a nuestro sistema educativo. La educación, tal como se define en términos de recursos y de concepto, hoy está en déficit en la mayor parte del planeta. Einstein, uno de los mayores genios de la historia, afirmó que es un milagro que la curiosidad humana sobreviva a la educación regida.

Vamos a estar de acuerdo en que algo está mal y ese algo no es de ahora. ¿Por qué un niño de 4 años hace más de 100 preguntas por día y un niño de 10 comienza sólo a preocuparse por las respuestas de las pruebas? La respuesta es fácil, pues como sociedad estamos cortando las alas de nuestros niños

. Y eso no sucede sólo en la escuela.

Porque si el niño no puede aprender por el camino generalista que ha sido trazado para él y para el resto de los niños de su edad, entonces se debe enseñar por el camino en el que el niño aprenderá, por el camino que indican sus capacidades. Porque, al final, se trata principalmente de tener en mente que el verdadero derecho no es el de ser iguales, sino el de ser diferentes y ser tratados como tales, empezando por la educación.