Walt Disney fue despedido del periódico donde trabajaba por falta de creatividad. Para continuar con su vida fundó su primera empresa, Laugh-O-Gram Films, dedicada a la animación. Después de un tiempo fue obligado a cerrar las puertas. Finalmente se mudó a Hollywood donde por fin sus películas comenzaron a tener éxito.
Hay muchas historias como la de Walt Disney. Cada uno de nosotros tiene en nuestras vidas momentos de fracaso en que estamos obligados a repensar y empezar de nuevo. El éxito, el fracaso y el aprendizaje son parte de nuestro día a día, son las bases que nos hacen crecer como personas. Por eso en la vida escribimos, apagamos y volvemos a escribir.
¿Qué significa tener éxito en la vida?
Para ti, ¿qué es tener éxito? Significa el reconocimiento por su trabajo, ser feliz en la vida, sentirse bien consigo mismo y con los demás, tener dinero o riquezas, tener una familia, tener una relación o hijos, viajar alrededor del mundo, tener trabajo y salud?
Independientemente de lo que el éxito signifique para usted, conseguir lo que usted entiende como éxito genera confianza, lo impulsa a seguir adelante, y sobre todo, lo hace feliz. Elsa Punset, escritora y filósofa hija de Eduardo Punset, habla de esos casos de efecto ganador.
Cuando usted se siente vencedor, produce dopamina y eso le hace sentirse mejor y más preparado, lo que le permite esforzarse al máximo para conseguir los objetivos que desea. Es decir, tener éxito lleva a tener más éxito. Es como una reacción en cadena.
Aprender con el fracaso
Para que usted sepa cómo funciona el éxito y el fracaso, contamos con un dato curioso: según algunas estadísticas, el 90% de los productos que salen en el mercado fracasan. Por lo tanto, fracasar no es la excepción, es la regla general. Sin embargo, el fracaso normalmente no está bien visto.
Saber que el fracaso es el más común debería hacernos pensar en cómo convivir con el fracaso de una manera más natural. La psicóloga Carol Dweck asocia la forma en que enfrentamos el fracaso con nuestra idea sobre el talento.Existe una visión que juzga que el talento de las personas es algo innato, o sea, usted ya nace o no con talento y no hay nada más allá. Sin embargo, otra visión afirma que el talento se desarrolla en base a la perseverancia y los esfuerzos para lograr lo que se desea. Las personas del primer grupo se enfrentan a los objetivos como una forma de demostrar su talento innato y creen que fracasar presume que no tienen bastantes habilidades o talento suficiente, por lo que tienen miedo de fracasar y no soportan la idea de no alcanzar el éxito. Sin embargo, las personas que piensan que el talento se desarrolla entienden el fracaso como una prueba de su esfuerzo y lo ven con un punto de vista positivo.
El fracaso es una forma de ser más fuerte y mejor . Si usted no fracasa, no mejora. Aprender con el fracaso y asumir riesgos en la vida requiere mucho coraje. No todo va a salir bien siempre, viviremos muchas decepciones, pero nuestro verdadero éxito será aprender, madurar y crecer.
Piense en lo que coloca una sonrisa en su cara y luche por eso.
La inteligencia emocional y el éxito En el libro Inteligencia Emocional (publicado en 1995) Daniel Goleman cita varios estudios basados en la vida de numerosos jóvenes observados que consiguen puntuaciones muy altas en pruebas de inteligencia.En los estudios se comparan los niveles de satisfacción de estos jóvenes ante conceptos como felicidad, prestigio o éxito en el trabajo, y se constata que el coeficiente intelectual abarca aproximadamente el 20% de los factores que determinan el éxito.
El 80% restante depende de variables como la suerte, la clase social y, sobre todo, la inteligencia emocional . Por lo tanto, la auto-motivación, la capacidad de perseverancia, la gestión del humor y la empatía son factores más determinantes que la inteligencia.