La intolerancia a la incertidumbre: el corazón de la depresión y la ansiedad

La intolerancia a la incertidumbre es una parte de la esencia de la depresión y la ansiedad. Su origen puede ser explicado, en parte, porque no asumimos ningún cambio como positivo y constructivo.

La intolerancia a la incertidumbre desempeña un papel fundamental en nuestra tendencia a preocuparse excesivamente. La forma en que consideramos lo incierto, lo desconocido y lo indeterminado puede causar un impacto en nuestro estado emocional, favoreciendo el desarrollo de problemas emocionales como la ansiedad y la depresión.A veces

parece que somos alérgicos a cosas nuevas, a los cambios y sus implicaciones. Tenemos miedo de asumir que nada será como antes, y no conseguimos prestar atención a otras posibilidades que pueden traer muchas mejoras. "Consideramos la incertidumbre como el peor de todos los males, hasta que la realidad nos prueba lo contrario". -Jean Baptiste Alphonse Karr -

¿Qué es y en qué se basa la intolerancia a la incertidumbre?
Por definición,

la intolerancia a la incertidumbre es una característica personal que consiste en creencias negativas sobre la incertidumbre y lo que implica.

Estudios recientes sugieren que la intolerancia a la incertidumbre está orientada hacia el futuro. Es diferente de la intolerancia a la ambigüedad, que afecta sólo al momento presente. De esta forma, podemos enfatizar que está representada por dos dimensiones: La intolerancia enfocada en el futuro:

es el pensamiento de que los acontecimientos imprevistos nos perturban mucho. Estos patrones de pensamiento se consideran factores de vulnerabilidad específicos de trastornos de ansiedad y depresión.

La intolerancia inhibitoria:

  • cuando una pequeña duda nos bloquea y nos hace parar lo que estábamos haciendo. Este factor específico generalmente ocurre en enfermedades como TOC. La intolerancia a la incertidumbre es un concepto transdiagnóstico cada vez más utilizado para evaluar problemas emocionales como ansiedad y depresión. Comprender su valor nos ayuda a combatir eficazmente todos los pensamientos y emociones que nos destruyen por dentro, creando un enorme trastorno. "La incertidumbre es tan desagradable para los seres humanos que, en lugar de aceptar para poder manejarla, preferimos inventar una historia para contarnos a nosotros mismos y decirnos todo lo que va a suceder".
  • Compartir La importancia de flexibilizar nuestro pensamiento

Necesitamos destacar que la búsqueda por la certeza absoluta nos conduce a la infelicidad

. No todo es causa y efecto. En realidad, en la vida no hay nada absoluto, sigue siendo imprevisible como siempre fue. Todos nosotros tendemos a hacernos preguntas como: ¿Y si esos dolores son síntomas de cáncer? ¿Y si no encuentro un empleo con buenas condiciones?Tanto la respuesta que damos a estas cuestiones como la frecuencia y el tipo de eventos que provocan estos cuestionamientos son factores determinantes para considerar esta tendencia un hábito peligroso. Las personas con depresión, ansiedad o problemas de este tipo son generalmente más negativas que las demás. Nosotros reaccionamos fuertemente a la incertidumbre porque estamos "enfermos de certeza".

Nos gusta tener todo planeado, lo que nos lleva muchas veces a sobreestimar erróneamente las consecuencias negativas de las situaciones desconocidas, o que de alguna forma no encajan en nuestra expectativa de lo que consideramos "normal".

El intento de aumentar la seguridad disminuye la tolerancia a la incertidumbre y aumenta la preocupación. Por el contrario, aumentar la tolerancia a la incertidumbre disminuye las preocupaciones. Esto es sinónimo de ser más flexible. CompartirPodemos aprender a tolerar mejor la incertidumbre

, porque éste es un hábito que se puede trabajar. Inicialmente debemos identificar cuál es nuestra reacción ante situaciones desconocidas. A continuación, tratar de entender que el hecho en sí se presenta de diversas formas que muchas veces no se encuadran exactamente a nuestras expectativas.

Si no toleramos la incertidumbre nos volvemos más rígidos y más infelices. El aumento de la tolerancia puede ayudarnos a ser más flexibles y, por lo tanto, más felices. Muchas veces, la clave para el cambio y la conquista de una buena salud emocional está donde menos se espera

, y esta constatación es un ejemplo perfecto de ello.Fuentes de investigación:

Sandin, B., Chorot, P. y Valiente, R. (2012). Transdiagnóstica. New Frontier en Psicología Clínica. De la Psicopatología y Psicología Clínica, 17, 3, pp. 185-203.