No nos damos cuenta de que
ese deseo de añadir hace que nuestra vida se vuelva compleja, difícil y, a veces, insoportable. Es entonces cuando nos estresamos y el tiempo parece no ser suficiente, cuando en realidad no es así. Lo que pasa es que nos estamos ocupando con cosas que, en lugar de llenarnos, nos hacen sentir más vacíos. Creemos que añadiendo más cosas o más personas seremos más felices. Sin embargo, ¿qué nos trae? ¿Realmente lo necesitamos?
CompartirAprender a sustraer es sinónimo de madurez
En un mundo donde la adición está tan bien vista, donde la acumulación de cosas inútiles es un síntoma de riqueza y donde cuanto más amigos usted tiene mejor es la imagen que usted proyecta,
aprender a sustraerse se convierte en un acto de rebeldía. Esto nos pondrá a prueba, porque vamos contra la visión de una gran mayoría, que es un gran desafío. Cuando contradice todos estos patrones de comportamiento, los que la mayoría de la sociedad repite sin estar consciente de ello, surgen las críticas, los juicios de valor y las múltiples observaciones sobre nuestra manera de actuar que nos obligan a volver al punto de partida. A volver a creer que añadir es importante.
Volvemos al origen de muchos de nuestros miedos e inseguridades, en que empezamos a colocar capas y más capas con la pretensión de sumar. Sin embargo, tal vez bajo la felicidad de tener un socio sólo residía un gran miedo de ser abandonado, bajo la gratitud por tener tantos amigos tal vez sólo residía un gran miedo de quedarse solo.
Aprender a sustraer nada más es que liberarse de cientos de capas inútiles que hemos colocado sobre nosotros por miedos e inseguridades.
Compartir¿Cuántas veces buscamos la aprobación de otros?
¿Cuántas veces dejamos de priorizarnos porque teníamos el foco en las personas a nuestro alrededor? La imagen que proyectamos, como consecuencia, es la de una persona madura, responsable y con muchas personas a nuestro alrededor. Al mismo tiempo, esto tiene un precio: la incapacidad de aprender a sustraerse y desprenderse. La liberación de abrazar la simplicidad
Aprender a sustraer es muy importante para dejar de agregar cosas inútiles en nuestra vida
, muchas de las cuales sólo nos traen dolor. Sentar a amigos que sólo nos buscan por interés, dejar socios que en realidad no nos aman y dejar de comprar objetos que sólo ocupan un espacio físico, aumentando nuestro vacío emocional.Cuando somos capaces de ver que la felicidad de estar siempre sumando en nuestra vida es un espejismo, estamos preparados para cambiar la perspectiva que hemos tenido hasta ahora sobre el mundo. Nos daremos cuenta de lo que no necesitamos, de lo que queda, de lo que está en el camino. Sabremos decir "adiós" y abrazar la simplicidad.
En muchas ocasiones, vemos como personas con mucho dinero se sienten vacías o infelices. También observamos que aquellos que tienen más amigos en los momentos difíciles están solos y ... ¿qué decir de aquellos que se vanaglorian de tener un socio, pero que siempre están buscando a alguien que realmente los haga sentir? Al final, refugiarnos en la falsa seguridad proporcionada por el hábito de sumar nos lleva a fingir que estamos cómodos con una situación que no hace nada más que aumentar nuestra incomodidad.Una incomodidad que nos obliga a dejar ir, a soltar la complejidad y abrazar la simplicidad. Porque todo puede ser mucho más simple. Sin embargo, en muchas ocasiones, buscamos el torcido, el complejo, lo que al final nos hiere.
Aprender a sustraer no es sólo liberarnos de todo lo que está ocupando un espacio innecesario, sino también volver a recuperar el equilibrio que debería prevalecer en nuestra vida. Un equilibrio que nos haga sentir bien y felices. Aunque esto sólo es posible si dejamos de adherir al complejo y empezamos a abrazar lo simple.
"Perdimos el contacto con la realidad, la sencillez de la vida." -Paulo Coelho-