No importa cuál es nuestro trabajo, donde vivimos o si tenemos un diploma universitario. La forma en que nos relacionamos con los demás es que dice todo sobre nosotros.Es decir, las actitudes que tenemos con alguien que nos necesita, con aquellos que nos aman, e incluso con aquellas personas de las que no nos gusta mucho.
La bondad, el altruismo y la solidaridad son palabras fáciles de pronunciar, sin embargo, lograr que el emblema de nuestros comportamientos es más complicado. Si logramos hacer eso, esas son las palabras que van a definir nuestra personalidad, y es por ellas que vamos a ser recordados.¿Qué es la actitud?
Básicamente se trata de la forma en que encaramos las diferentes situaciones que tenemos que enfrentar. Podríamos decir que
la actitud son los hábitos que nos caracterizan y que todo el mundo conoce de nosotros. Por ejemplo, si cuando entra en una tienda saludamos a los vendedores, o si cuando vemos a una persona en situación de necesidad no dudamos en ayudarla, estamos demostrando varias actitudes: bondad, educación, generosidad o altruismo.Esta palabra puede ser usada en el ámbito empresarial o en las relaciones amorosas, pero no nos damos cuenta de quela actitud es aplicable a todo lo que nos sucede.
La actitud es esa! Escuchamos mucho cuando alguien enfrenta los obstáculos, se levanta después de caer, o sobrepasa poco a poco las dificultades de las metas que enfrenta.La actitud no es nada sin las acciones que la manifiestan.Sin duda, las acciones son las que nos definen como personas, como amigos, como socios, compañeros o ciudadanos.
La actitud: nacemos con ella o la desarrollamos?Partiendo del principio de que nuestra intención es hacer el bien y de que tenemos a nuestro alcance los recursos necesarios para avanzar con esa premisa (actitudes), es fácil pensar que la actitud es innata.
Sin embargo, no es tan simple.
Los mensajes que recibimos de la sociedad en referencia a lo que está bien y lo que está mal, y la acumulación de nuestras propias experiencias, también dicen mucho sobre la configuración de nuestra disposición ante la vida.¿Por qué? Porque nuestras actitudes son muy sensibles al refuerzo que reciben. Si, cuando somos pequeños, nuestras personas de referencia nos recompensan cuando entra en algún lugar y saludamos a las personas que están presentes, probablemente pasamos a realizar este mismo comportamiento en situaciones parecidas. Además, no vamos a hacer eso, pero también tener comportamientos similares, como el de quitar el sombrero o la gorra a la hora de entrar en un lugar cerrado; vamos a adquirirlos con mayor facilidad.El valor de nuestras acciones
Cada vez que usted dice o hace algo, se está comunicando con las personas que lo rodean.
Esto puede tener consecuencias positivas o negativas. No importa realmente lo que estés pensando, porque nadie puede entrar en tu cabeza. Por eso, sólo cuentan los hechos y las palabras que salen de su boca.No sirve de nada pensar "voy a ayudar a esa persona", si en realidad no le ayudan.
Procediendo de esa manera, usted está mintiendo para usted y para la otra persona, si lo dice a ella. Usted está proyectando en sí mismo y en los demás la imagen de ser alguien poco confiable, cuyas palabras son sólo una fuente de incertidumbres, ya que nadie (ni siquiera usted) apostaría mucho que usted las iba a cumplir.
No estamos hablando sólo de sus relaciones con los demás, sino también de sus propios sueños, ideas y objetivos que tenga. Por más que sean los mejores del mundo, no le servir de nada si no actúa sobre ellos.Las palabras van, las actitudes se quedan
Usted ciertamente conoce la frase "las palabras se van al viento".Hablar, hablar, pero no actuar también es una forma de condenarnos, haciendo que los demás tengan una impresión equivocada sobre nosotros.
Si desea transmitir algo y quiere que sus palabras transmitan la verdad que usted pretende, es necesario acompañarlas con actitudes. Recuerde que las acciones no vuelan a la distancia y ni se olvidan.
Es necesario empezar a relucir toda la autenticidad que usted tiene dentro de sí, ser fiel a sus valores, y no prometer algo que usted no sabe si puede cumplir.Usted es convincente y sus acciones son congruentes con sus palabras? ¿Usted dice todo lo que desea o lo guarda todo para sí mismo?Refleja sobre su forma de ser y de actuar con los demás y se coloca en el lugar del otro.La actitud ayuda a diferenciarseNo es su ropa, su pelo o la forma en que usted camina ...
lo que realmente lo diferencia del resto es su actitud ante las dificultades y las conquistasante las victorias y las derrotas .
Estamos acostumbrados a productos fabricados en serie y por eso nos olvidamos de fabricarlos a mano, únicos e irrepetibles.
Usted tiene que ser como esa pieza que cuesta más en la tienda debido al trabajo que dio su diseño y su construcción! Para poder evitar estar dentro de la masificación y del "idéntico al resto"; es necesario que usted sea responsable, no dé excusas, póngase delante de los hechos, sea positivo y tenga la capacidad de mostrar sus emociones.
No se olvide de cumplir sus promesas,de pensar antes de actuar, y de analizar lo que debe hacer para mejorar la impresión o la definición que usted o los demás tienen sobre usted. "El sentido de las cosas no está en las propias cosas, sino en nuestra actitud hacia ellas."-Antoine de Saint-Exupéry-