Un cuarto en desorden, una oficina llena de libros, notas de colores, fotografías antiguas, flores secas y una taza de café no son sinónimos de una vida caótica. A veces el desorden de un espacio es la armonía de una mente creativa, es nuestra esencia y la lógica del caos donde nos identificamos: es nuestro mundo particular.A lo largo de nuestras vidas nos enseñaron que es necesario ser organizado, porque el orden es control y, a su vez, un ambiente organizado nos trae una sensación de seguridad. En parte todo eso es verdad; sin embargo, no podemos concebir el desorden como algo esencialmente negativo. El desorden es para muchos la esencia del fracaso, la inactividad, el abandono y la negligencia ...
Una oficina o una casa desordenada no son sinónimos de una vida caótica, así como una mesa vacía no simboliza una mente vacía. Mi espacio desordenado es sólo el rumor de mi mente activa, libre y creativa ... Compartir
Creemos o no, existe una verdadera psicología del desorden. Es una tendencia científica especializada en analizar lo que está detrás de ese comportamiento y de estas características. La Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, concluyó que un espacio desordenado potencializa la creatividad de sus habitantes
. Sin embargo, estos datos tienen muchos matices; vamos a reflexionar sobre ellas. La psicología detrás del líoComenzaremos explicándole un hecho realmente curioso.
Tracey Emin es una artista británica que en 1999 presentó al mundo un trabajo tan excepcional como chocante. Era simplemente una cama toda desordenada. En ella había ropa, cigarrillos, tejidos, botellas de vodka ... Todo el conjunto, lejos de ser estético y atractivo, representaba un drama personal; representaba a una persona viviendo un drama emocional, parecía que su vida estaba a la deriva.
Por este trabajo, titulado "My Bed", ella fue nominada para el premio Turner, y en 2014 la casa Christie de Londres subastó la composición por 2,5 millones de libras. El arte moderno es un desafío, pero la propia artista declaró después de la conmoción causada por la subasta que trabaja regularmente en ese tipo de ambiente desordenado, porque el desorden, al menos para ella, es la semilla de la creatividad. Un estudio publicado en The New York Times llegó a esta misma conclusión: demostró que a veces un ambiente un poco desordenado libera la mente de los convencionalismos y puede moverse en todas las direcciones para crear nuevas respuestas y nuevas ideas. No podemos olvidar que dentro de las fases de creatividad está esa "tempestad de ideas", donde a partir del caos surge la decisión, y en consecuencia de eso, la innovación.Los espacios personales y la libertad de pensamiento
El desorden no generará ningún problema y será incluso beneficioso si existe un cierto control sobre ella. La psicóloga Kathleen Vohs, especialista en esta tendencia sobre el orden y el desorden, nos explica que en un ambiente de trabajo, por ejemplo, debe existir una eficiencia organizacional adecuada. Sin embargo, el hecho de crear un espacio visual desordenado en cuanto a objetos y colores genera un estímulo que ayuda a nuestro cerebro a relajarse y crear. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta las diferencias individuales:no todas las personas toleran este tipo de desequilibrio. Algunas personas necesitan organización para ser productivas.
Sea cual sea el caso, la conclusión a la que llegamos es que un cuarto desordenado no es el reflejo de una persona con una vida caótica e irresponsable , así como alguien que se preocupa por el control y el orden en sus espacios privados y sus cosas no sufren de ningún trastorno mental o es un reflejo de una personalidad ananás. Cada uno de nosotros
habitamos nuestros espacios privados de nuestra propia manera y en libertad
. Cada canto es un reflejo de nuestros hábitos y costumbres y no debe ser criticado o etiquetado. Se suele decir, por ejemplo, que las personas desordenadas necesitan metas, que tienen diferentes conflictos internos y muchas veces no consiguen expresarse, porque ellos sienten un apego perjudicial a sus memorias del pasado.Este tipo de "sabiduría popular" no siempre es cierta, y si hoy elegimos no arreglar la cama o la casa es porque tal vez tengamos otra prioridad en ese momento. Usted no necesita explicar nada. El desorden que es elegido, que es controlado y no subyuga no es malo; es la tranquilidad para una mente que se identifica con sus necesidades.
Porque la orden es, sin duda, el placer de la razón, pero el desorden, para algunos, es el placer de la imaginación ... Compartir