Uno de los procesos más fascinantes de la neurociencia está constituido por neuronas espejo y empatía. Con él las acciones y las emociones ajenas no pasan desapercibidas y podemos ser capaces de dar una respuesta empática. Son mecanismos que también tienen un contexto social y su implementación tiene una gran influencia en nuestras relaciones cotidianas.
Nos imaginamos por un momento sentado en las sillas de un teatro. En el caso de que se trate de una obra de arte o de una obra de arte o de una obra de arte, otro y sienta con el corazón del otro. "
-Alfred Adler-
Nada de eso tendría sentido si no tuviéramos esa base biológica capaz de permitirnos activar una poderosa gama de sensaciones, sentimientos y emociones, como el miedo, la compasión, la alegría , la preocupación, la repulsión, la felicidad ...
Sin todo eso el propio "teatro" de la vida no tendría ningún significado, seríamos como entidades vacías , una civilización de homínidos que no podría haber desarrollado algún tipo de lenguaje.Así, no puede sorprendernos que el interés por las neuronas espejo y por la empatía no sea reducido sólo al mundo de la neurociencia o de la psicología, también la antropología, la pedagogía o el arte se han ocupado en las últimas décadas para conocer un poco más de esa arquitectura y en el caso de que se trate de una persona que no sea de su familia, ni de su familia, ni de sus hijos, ni de sus hijos. El ADN hizo por la biología en la época. Se debe decir que saber cada día un poco más sobre neuronas espejo y empatía nos ayuda a conocerse unos a otros un poco mejor, sin embargo, no debemos caer en el error de decir que son esos procesos, exclusivamente, aquellos que nos han vuelto " humana ".
Lo que somos actualmente es el resultado de una infinidad de procesos juntos.
La empatía facilitó nuestra evolución social y cultural
, pero no fue la única determinante. Con todo eso, queremos dejar claro que, en relación a esas dimensiones de la neurociencia, todavía existen algunos mitos falsos que necesitan ser descartados. No es verdad, por ejemplo, que las mujeres tengan más neuronas espejo que los hombres. "Usted sólo puede entender a la gente si las siente en usted." -John Steinbeck-
Por otro lado, tampoco hay estudios concluyentes sobre la afirmación clásica de que las personas con trastorno del espectro autista presentan una clara disfunción en sus neuronas espejo o que se caracterizan por tener una falta total y "absoluta" de empatía. No es verdad. En realidad, el problema real estaría más en el aspecto cognitivo, en aquella "teoría de la mente" donde la persona es capaz de inferir informaciones, hacer un análisis simbólico y, a su vez, ejecutar un comportamiento apropiado y ajustado al estímulo observado. Para entender un poco mejor estos procesos, veremos más datos sobre lo que la ciencia nos dice hasta el momento sobre neuronas espejo y empatía.Nuestros movimientos y la relación con neuronas espejos y empatía
Este dato no es muy conocido y es importante recordarlo.
La empatia no existiría sin el movimiento, sin nuestras acciones, gestos, posturas ...
De hecho, al contrario de lo que podemos pensar, las neuronas espejo no son un tipo específico de neuronas. En realidad, son células del sistema de pirámide relacionadas con el movimiento. Sin embargo, ellos tienen la particularidad de ser activados no sólo con nuestro movimiento, sino también cuando observamos el de los demás.
Esto fue lo que descubrió el Dr. Giacomo Rizzolatti, un neurofisiólogo italiano y profesor de la Universidad de Parma que en la década de los 90 investigaba los movimientos motores de los monos. Para él era fascinante ver cómo existía una serie de estructuras neuronales que reaccionaban a lo que otro miembro de la misma o de otra especie estuviera haciendo.
Esta red de neuronas piramidales o neuronas espejo se localizan en la convolución frontal inferior y en la corteza parietal inferior y están presentes en muchas especies, no sólo en nosotros. Los monos y nuestras mascotas, como los cachorros o gatos, pueden "empatizar" entre ellos y con nosotros.
Las neuronas espejo en relación a nuestra evolución Resaltamos hace un momento que las neuronas espejo y la empatía no son un interruptor mágico que, en un determinado momento, iluminaron nuestra conciencia para permitirnos evolucionar como una especie. En realidad, fue una sucesión de infinitas maravillas, como la coordinación de los ojos que desarrolló nuestra conciencia simbólica, fue también ese salto cualitativo en las estructuras del cuello y del cráneo que posibilitar el lenguaje articulado ... Entre todos estos procesos sorprendentes están los realizados por los " las neuronas espejo. Fueron ellos quienes mediaron nuestra facultad de comprender e interpretar ciertos gestos, para asociarlos a un conjunto de significados y palabras.
De esta forma, facilitaron la cohesión social del grupo.
La empatía, un proceso cognitivo esencial para nuestras relaciones
Las neuronas espejo nos permiten empatizar con aquellos que nos rodean.
Ellos son el puente que nos conecta, que nos vincula entre nosotros y que, a su vez, nos permite experimentar tres procesos muy básicos:
Poder conocer y comprender lo que la persona que tengo delante siente o experimenta (componente cognitivo). También podemos "sentir" lo que esa persona siente (componente emocional). Finalmente, y este tipo de respuesta sin duda exige mayor sofisticación y sensibilidad, podemos, a su vez, responder de forma compasiva, dando forma a ese comportamiento social que nos permite avanzar en un grupo. Por otro lado, en ese punto sería interesante reflexionar sobre una idea interesante que nos propone el psicólogo de la Universidad de Yale, Paul Bloom. Muchos de sus artículos han sido bastante polémicos por defender que la empatía, en la actualidad, no nos está sirviendo para nada.
Detrás de esta impresionante declaración se esconde una realidad obvia.
Llegamos a un punto en que todos somos capaces de sentir, ver y percibir lo que la persona que tengo delante o que aparece en mi televisión, pero, sin embargo, nos acostumbra a permanecer impasibles. Compartir
- Normalizamos el sufrimiento ajeno
- , estamos tan inmersos en nuestros propios micromundos que no somos capaces de ir más allá de nuestra burbuja personal ... Por lo tanto, el Profesor Singer nos alienta a ser "altruistas, eficaces y activos". Neuronas espejo y empatía componen ese "paquete" estándar en la programación del cerebro que todos tenemos. Es como Windows de un ordenador cuando lo compramos en la tienda, pero que debemos saber cómo usar efectivamente, aprovechando al máximo su potencial.
- Debemos, por lo tanto, aprender a mirar a los demás dejando de lado los prejuicios. También no sirve que nos limite a "sentir lo mismo que los demás sienten", es necesario que podamos comprender su realidad, pero mantener la nuestra para poder participar efectivamente del proceso de ayuda, de apoyo, de altruismo.
Porque, al final, el sentimiento que no es acompañado por la acción es inútil. Así, si llegamos donde estamos, es precisamente porque fuimos proactivos, porque nos preocupamos con cada miembro de nuestro grupo social al entender que juntos avanzamos en mejores condiciones que en la soledad. Recuerde, por lo tanto, cuál es el verdadero propósito de las neuronas espejo y de la empatía:promover nuestra sociabilidad, nuestra subsistencia, nuestra conexión con quien está a nuestro alrededor.
Referencias bibliográficasMartín-Loeches, M. (2008): La mente del "Homo sapiens" El cerebro y la evolución humana. Madrid.Aguilar.Moya-Albiol, L.
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