Dentro de nuestro desarrollo nos rodean muchos tipos de personas, a la vez que circunstancias y particularidades influencian y condicionan nuestro desarrollo emocional. Así, hay situaciones inevitablemente dolorosas y personas para las cuales herir a los demás es muy simple, y momentos de gran felicidad y personas que proporcionan alegría a los demás. En cierto modo todo esto - lo bueno y lo malo - no puede ser evitado y siempre existirá, dado que nadie es perfecto. Todos cometemos errores y, a veces, somos nosotros mismos quienes herimos a los demás sin darnos cuenta.El problema aparece, sin embargo, cuando se convierte en un hábito o se pasa a creer que para aprender se debe sufrir
, cuando lo cierto en la verdad es que no es necesario herir para enseñar ni ser herido para aprender. El dolor y su lado positivoJustamente hace pocos días comentábamos - y vamos a volver a hablar de eso al final de ese artículo - que aprender siempre es un regalo aunque la profesora haya sido el dolor. Este sufrimiento, al menos, no ha sido en vano ya que todo fruto cosechado que nos sirva para las experiencias futuras será algo positivo. Sin embargo, ninguno de nosotros quiere que nos causen daño para entonces aprender una lección a partir del sufrimiento y de los días de tristeza.
"No hay nada bueno ni malo; es el pensamiento humano que hace parecer así. "
-William Shakespeare- Tal vez la afirmación de William Shakespeare sea más coherente dentro de su contexto para poder ser entendida adecuadamente. Sin embargo, parece tener una parte de verdad: incluso ante los casos en que el dolor es inevitable y en que perdemos el suelo, es verdad que no podemos hacer nada sino superar el mal que vemos en aquello. No obstante, también es bueno recordar que lo que pasa con nosotros pasa siempre por el filtro de nuestra propia mente, entonces somos nosotros los que tenemos la última palabra.
Es decir,
sólo hay beneficios en discernir entre lo que es un dolor inevitable y lo que es un sufrimiento opcional.
Esto no quiere decir que cuando alguien hiere a otra persona sin ninguna lógica esto sea aceptable: su comportamiento no es tolerable ni admisible. Pero las experiencias negativas nos ayudan a madurar cuando estamos forzados a vivirlas. En cualquier otro caso, la herida nunca será una buena técnica de aprendizaje. Dejar una marca sin abrir una herida
No queremos una herida que probablemente no merecemos, básicamente porque la vida ya nos trae dificultad por sí sola: nadie merece cicatrices de lesiones emocionales sistemáticas. Nadie debería tener a alguien a su lado que haga mal "porque sí": porque hay quien piense que la vía más rápida de hacerse notar es provocando dolor. No es tarea fácil, pero si a veces nos dejamos llevar por la ira causando situaciones perjudiciales o si compartimos nuestra vida con quien lo hace, tal vez sea el momento de hacer un cambio: casi todas las enseñanzas que podemos recibir podrían venir de otra manera , lejos de rencores, de envidias y de maldades."Posiblemente me amas, debes saber; pero es cierto que tenía una habilidad especial para hacerme daño. " -Mario Benedetti- No podemos dejar que nos hagan sentir mal sin motivo alguno y para eso tenemos todo el poder en nuestras manos
, porque no causa daño quien quiere, sí quién puede. Es bueno escoger bien quién nos deja marcas mostrando para nosotros lo que son honestamente, ayudando a ser mejores que nosotros, simplemente cuidando nuestros sentimientos y valorizando nuestro yo interior.
Incluso si usted ha sido herido, no hay excusa para herir
Las personas tóxicas que nos perjudican existen en todas las esquinas. Por eso es difícil escapar del daño que nos puede causar. Como ya dijimos, sin embargo, tomar las riendas de nuestra vida es lo que nos ayudará a evitar que seamos heridos de manera sistemática.
Cuando ya vivimos situaciones de mucho dolor, de daño psicológico o de imposición y control por parte de alguien, quedamos sujetos a una serie de secuelas con las que tenemos que aprender a lidiar de la mejor manera posible para evitar que seamos empujados a actuar de modo similar.
Por ejemplo, algunos niños que se sintieron abandonados emocionalmente y crecieron en un ambiente de inestabilidad familiar muy grande desarrollan ejemplos de aprendizaje poco beneficiosos en su vida adulta. En ese sentido, es necesario tener en mente que herir con la excusa de haber sido herido nos lleva a un círculo vicioso negativo para nosotros y para los demás: si pretendemos que alguien nos escucha y aprenda algo a partir de lo que transmitimos, ese no es un camino correcto.
"Cada vez que alguien hiere a otra persona lo hace a partir de su propia herida. Cuanto más profunda, más dañina ".-Miguel Ángel Núñez-