Siempre hay alguna preocupación cuando terminamos un año de trabajo y salimos a nuestras soñadas vacaciones. El simple hecho de cambiar las rutinas, las situaciones y los contextos nos deja un poco ansiosos.
Si hacemos una reserva en un hotel, buscamos el que nos ofrezca wi-fi. Si salimos a comer en un restaurante o si vamos a un bar tomar algo, apreciamos a aquellos que nos ofrecen conexión gratuita a nuestros aparatos electrónicos.Somos una sociedad conectada, y eso a pesar de traer grandes beneficios personales, emocionales y hasta de trabajo, ha cambiado mucho nuestra forma de interactuar con los demás, de vivir el momento.
CompartirInternet, las redes sociales, los smartphones o las tabletas nos integran en un mundo donde prevalece el inmediatismo
, donde la información se comparte en segundos y todos estamos conectados sin la necesidad de estar presentes físicamente.Todo esto es ciertamente una gran ventaja y muy importante, pero nos está afectando en otros aspectos:
"tememos la desconexión". Estar sin wi-fi, perder la cobertura del teléfono móvil, ver nuestra conexión de datos reducida a un rastro en los asientos. Nos sentimos aislados, desinformados y perdimos la conexión con los demás. En ese momento, quedamos frente al frente con el mundo que nos rodea.
Y tal vez lo que tienes delante de ti en ese preciso momento, sea en realidad el más importante de tu vida.
El miedo sutil de la desconexión
¿Cómo sería un día en nuestra vida sin la Internet? Sabemos que los medios, como la radio y la televisión, siguen presentes, pero nada es tan inmediato, por ejemplo, como las noticias que aparecen en nuestros portales favoritos.
Estar desconectado significa parar de interactuar en las redes sociales y no tomar conocimiento de lo que hacen o dejan de hacer a nuestros amigos. De alguna forma, eso nos obligaría a ser más conscientes de nuestra realidad más cercana, más tangible.
CompartirEsto quiere decir que debemos apagar todos nuestros dispositivos electrónicos y vivir sin internet? Claro que no.
Ella es un medio de comunicación de gran importancia: nos comunicamos con otras personas, adquirimos nuevos conocimientos y trabajamos; enriquece nuestra vida cotidiana y nos permite crecer, aprender y crear. Sin embargo, como en todas las cosas en la vida, la clave está en el equilibrio
. - No se vuelva obsesivo.Si se queda 20 minutos sin consultar el teléfono móvil, por ejemplo, no "perderá muchas cosas".
- La Internet es una herramienta valiosa, pero debemos aceptarla como una ayuda para nuestra vida diaria, una clave de acceso para otras dimensiones, pero no un modo de vida. -
Podemos estar perdiendo muchas cosas que suceden en nuestra vida diaria
cuando enfocamos solamente en las redes sociales. La vida no es hecha de momentos puestos en las redes sociales, sino de momentos grabados en nuestro corazón, incluso en el silencio y la complicidad de aquellos que amamos. Compartir El valor de enriquecerse con todo, pero con equilibrio
No debemos caer en extremos, ni cerrar puertas:la internet es una buena cosa.
La sociedad está conectada a una red de conexiones infinitas, donde transitan datos, informaciones, conocimientos y emociones que se comparte ...
Cómo colocar muros en lo que es sin forma, ya su vez, hace nuestra vida más fácil? Las nuevas tecnologías deben ser una herramienta a nuestra disposición , y no una ventana de donde espiamos la vida, ya veces hasta la dejamos escapar.
No tenga miedo de llegar a ese lugar donde de repente su teléfono pierde la señal. No se preocupe si no hay un lugar cercano que tenga wi-fi; es posible mantener el teléfono en la bolsa o en los bolsillos de los pantalones por algún tiempo.En esos momentos, no nos desconectamos solamente de los dispositivos electrónicos, sino también de las noticias del mundo, de la vibración que nos alerta de nuevos mensajes, de sus fotos en el Instagran.
No se preocupe. Tome un aliento, aproveche esta desconexión momentánea
en un ambiente donde tal vez no haya redes eléctricas, y los únicos canales de comunicación válidos sean las palabras, las sonrisas, los cariños o los silencios que descifran universos enteros.
Todos necesitamos estos momentos para romper los vínculos con nuestras obligaciones, con los ruidos y los sonidos artificiales. Son momentos en que nos encontramos con nosotros mismos sin artificios , con honestidad y alegría, apreciando todo lo que nos rodea, sin necesidad de nada más ...