La oxitocina, la hormona con efectos bastante conocidos, es la clave para la felicidad del ser humano.

¿Qué es la oxitocina? Esta hormona, que se produce en el hipotálamo, es absolutamente necesaria durante el parto y la lactancia, y también está directamente vinculada a la creación de lazos sociales (familia, pareja) y en el aumento de la confianza entre los individuos. Los científicos querían determinar el papel de esta sustancia química en el mantenimiento de las relaciones monogámicas. En esta investigación, comandada por René-Hurlemann, de la Universidad de Bonn, los científicos administraron oxitocina o un placebo en un grupo de hombres heterosexuales. Después de media hora le mostraron una mujer, descrita luego como "seductora". La mujer debería caminar alrededor de los voluntarios, y ellos deberían indicar la distancia a la que debía quedarse, siendo esa distancia considerada "correcta" o "peligrosa".El sorprendente resultado del estudio Los expertos descubrieron que los hombres casados ​​o comprometidos que se administró con oxitocina mantenían una distancia mucho mayor en comparación con los que recibieron placebo, cuando la mujer desconocida intentada les sedujo. Sin embargo, la oxitocina no tuvo ningún efecto en los voluntarios solteros. Investigaciones anteriores hechas con ratones, ya identificaban la oxitocina como la clave para la fidelidad de la especie animal.El nuevo estudio evidencia que la oxitocina puede tener un papel similar en los seres humanos. La oxitocina es conocida por aumentar la confianza entre las personas. Por eso, se suponía que los hombres bajo la influencia de esta hormona se acercar más a la mujer atractiva, pero ocurrió lo contrario, explica Hurlemann. Los hombres que mantenían una relación estable y recibieron oxitocina se mantuvieron a una distancia mayor de la mujer que los solteros.

El efecto de la oxitocina en hombres solteros no alteró en nada su actitud hacia la mujer, tanto los que tomaron la hormona como los que recibieron placebo. El experimento también descubrió que la oxitocina carecía de efectos en los hombres cuando se les presentaba otro hombre. Este estudio sugiere, por lo tanto, que la función general de la oxitocina en la promoción de un comportamiento monogámico se conserva desde los roedores hasta los seres humanos.