Psicología

Él nos alienta a, al menos por un momento, estar quietos y callados. Es una invitación para la participación del ser a través de la naturaleza. Es reencontrarse con nuestras esencias para abrazar la bondad y el respeto, permitiendo que cada pieza desordenada vuelva a su lugar. El tema del silencio es, sin duda, una dimensión recurrente en el campo de la psicología, nosotros sabemos. Sin embargo, no podemos ignorar el valor que siempre tuvo en disciplinas artísticas y literarias. Claude Debussy dijo que el silencio no es más que lo que está contenido entre una nota y otra. Es lo que, a su manera, da más impulso y belleza a cualquier pieza musical.

Borges, por su parte, expresó en uno de sus poemas la belleza y la profundidad del silencio como dimensión reveladora, para recordar quiénes somos y aquello que amamos. Ahora, entre todas las piezas poéticas y musicales, el mensaje que Neruda nos dejó con ' El Silencio' se destaca entre todo este legado cultural por varias razones.

Es una invitación para quedarnos inmóviles, para parar el engranaje de nuestras máquinas y el sentido de la humanidad artificial y vacío para recordar lo que es más importante ...El silencio como aprendizaje La gente no suele gustar el silencio, así como aa la naturaleza detesta el vacío y se apresura en llenarlo con bellos arbustos. El silencio alimenta nuestra imaginación, pero también nos hace caer en abismos de ansiedad, en el remolino de las preocupaciones. No estamos acostumbrados a ese escenario, así como tampoco están nuestras ciudades, siempre habitadas por el ruido mecánico de los coches, por las tiendas que nunca cierran o por las industrias insomnes ... Olvidamos que el silencio tiene poder, que es didáctico y que, como si fuera un hechizo, es capaz de potenciar en nosotros aspectos que creíamos haber olvidado.

Neruda evoca en su poema una canción para la reflexión conjunta, independientemente de nuestro idioma. Él nos pide que, así como a veces hacemos con los niños, contemos hasta doce y nos quedamos quietos.

Por lo tanto, es el momento de interrumpir y de parar todo, dice. Es hora de permanecer inmóviles, sólo por un momento, dejando los brazos caídos para sumergirse en esa dimensión a veces incómoda que es el silencio.

Tal vez, al dejarnos ser atrapados por esa suave quietud, percibir lo que estamos haciendo con nuestras vidas. Y con el mundo.

"Ahora contaremos hasta doce y estaremos todos quietos. Por una vez sobre la tierra no hable en ningún idioma,

por un segundo nos detengamos,
no movamos tanto los brazos.
Sería un minuto flagrante,
sin prisa, sin automóviles,
todos estaríamos juntos
en una quietud instantánea.

Los pescadores del mar frío
no harían mal a las ballenas
y el trabajador de la sal mirara sus manos rutas.
Los que preparan guerras verdes,

guerras de gas, guerras de fuego,
victorias sin sobrevivientes,
vestirían un traje puro
y caminarían con sus hermanos

por la sombra, sin nada hacer.
No confundan lo que quiero
con la inanición definitiva:
la vida es sólo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.
Si no podemos ser unánimes moviendo tanto nuestras vidas,

tal vez no hacer nada una vez,
tal vez un gran silencio pueda interrumpir esta tristeza,
este no entendemos jamás
este amenazar con la muerte,

tal vez la tierra nos enseña
cuando todo parece muerto
entonces todo está vivo.
Ahora contare hasta doce
Y tú callas y yo me voy.
La naturaleza como sinónimo de bondad
El silencio es una herramienta terapéutica, muchas veces descuidada, y de la que todos deberíamos hacer más uso. Los silencios son los alojamientos del pensamiento y el espacio donde entendemos mejor a los demás, aprendiendo a ser más compasivos y cercanos con aquellos que nos rodean. Porque el silencio nos permite oír y también nos permite ver con más delicadeza y atención.
Neruda, por otro lado, nos transmite con su poema una naturalización del silencio. Evoca la conexión con la tierra como una aproximación de nuestro auténtico ser. Porque aquí no hay locomotoras, no hay prisa ni se orquestan las guerras.
El natural es, a su vez, el primordial, esa fuente con la que nos conectamos ocasionalmente para redefinir prioridades
, para ajustar nuestra mirada a lo que realmente importa. El silencio es, en esta bella composición poética, un soplo creativo que nos alienta a existir de otra forma. Donde podemos entender mejor, donde podemos ser más transparentes y respetuosos.

Pocos legados culturales poseen, sin duda, tanta fuerza en apenas algunos versos
; versos que deberíamos recordar con más frecuencia para dar forma a una realidad más bella, digna y benéfica para todos.

Entonces hagamos eso, contemos hasta doce y nos callamos. Dejémonos abrazarnos por el silencio.