Hace más de 100 años, cuando Sigmund Freud comenzó a trabajar el inconsciente, el ser humano emprendió un camino de investigación de esta sombra que todos llevamos, de aspecto misterioso e invisible. No es posible verlo o tocarlo; si alguien quiere saber algo sobre él, puede encontrarlo a través de asociaciones aleatorias. Generalmente, cuando tenemos noticias de él, es para llevar las manos a la cabeza luego de percibir las consecuencias poco agradables de su mandato. "Usted no es usted, usted no es lo que quiere ser ... usted es su inconsciente". Es así que hemos aprendido que el inconsciente es el manipulador de nuestras vidas, y seguimos entrenando el arte de ser el títere. Los neurólogos descubrieron dónde vive: su hogar está en lo que se llama tercer cerebro (dejaremos el aspecto anatómico para otro artículo), y
gracias a él podemos hacer cosas tan espectaculares como conducir un coche sin agotarnos con todo lo que tenemos que piensa al mismo tiempo
(velocidad, coche a la derecha, a la izquierda, persona atravesando la calle, pies, manos, sonidos, visión, etc.). También podemos caminar y hablar al mismo tiempo, sin tener que pensar en músculos para mover y dar un paso, e incluso podemos respirar sin siquiera ser conscientes de ello. ¡Gracias inconsciente !!!! De cualquier forma, cuando las personas se encuentran con resultados desagradables en la vida, producto de las acciones de ellos mismos, una excusa muy común es justamente recurrir al inconsciente:
"sucede que lo hice inconscientemente" , "eso salió de su. inconsciente
", " qué usted quiere que haga? ¡Es inconsciente! "etc. Claro ... cada uno parece ser la víctima de su propio e incontrolable inconsciente, hablando mal de un pasado distante del que ya poco se acuerda. La ventaja de esta actitud es que la persona se desliga de la responsabilidad y sus consecuencias negativas, después de todo,fue el inconsciente. Una catarata de disculpas brota de la impotencia de estar a merced de éste. ¿Cómo es posible hacer algo si el inconsciente nos domina desde el pasado donde fue formado? El pasado no se iguala al futuro Es cierto que el 95% o más del trabajo mental y de nuestra percepción es inconsciente o, al menos, no consciente. Es verdad que estamos condicionados por un pasado que ha cultivado los programas mentales del presente, pero es mentira que el pasado invariablemente determinará el futuro.
La decisión de crear un futuro diferente de los condicionamientos del inconsciente es de cada uno. Este no está presente para hacernos mal y quitar la responsabilidad de planificar o cambiar nuestro futuro, o para decirnos lo que podemos y lo que no. Está con nosotros para ayudarnos con el increíblemente complejo y extenuante sistema nervioso. Por lo tanto,poner el inconsciente como pretexto de no cambiar es darse por vencido o renunciar a cualquier desafío que implique en el sueño de la superación personal.Esta superación no es nada más, nada menos que dejar nuestro condicionamiento pasado hacia atrás y agarrar el futuro que se quiere crear.El inconsciente puede ser modificado; que ya está demostrado científicamente, el cerebro es un órgano en constante cambio. Sin embargo,
estas modificaciones deben ser voluntarias
, y no hay nada ni nadie que pueda ayudarnos con esa tarea . Entrenando varias veces conscientemente lo que se decidió como deseado, a largo plazo el futuro no tiene porque ser igual a nuestro pasado.